Vuelta a España

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El sueño torcido de Maté

El ciclista marbellí soñaba con subir al podio en Madrid para recoger el maillot de la montaña, pero una bronquitis en la última semana se lo ha impedido

Luis Ángel Mate. EFE/Manu Bruque
Luis Ángel Mate. EFE/Manu Bruquelarazon

El ciclista marbellí soñaba con subir al podio en Madrid para recoger el maillot de la montaña, pero una bronquitis en la última semana se lo ha impedido

Luis Ángel Maté es un aventurero profesional, un ciclista de esos que no saben estarse quietos en el pelotón. Lo suyo es meterse en las fugas para enseñar el maillot de Cofidis la mayor cantidad de veces posibles. Pero este año decidió darle un sentido a esas escapadas. Un poco por casualidad, comenzó a acumular puntos para el maillot de la montaña para dejarse ver en casa. La Vuelta salía de Málaga y él es marbellí, así que conocía el terreno. “Empecé queriendo tenerlo en mi tierra, con el Madroño, la Cabra, puertos que conozco bien”, explica. Y consiguió una buena renta. “Habrá que administrarla bien”, decía en la primera jornada de descanso en Salamanca. El maillot de lunares le hacía especial ilusión. “Es una manera de disfrutar la carrera y una manera de protagonista en un equipo como el nuestro, en el que siempre la montaña ha sido algo histórico con David Moncoutié. Todo lo que sea subir al podio de Madrid es algo excepcional”, aseguraba.

A esas alturas ya sumaba 60 puntos, cantidad suficiente en ediciones anteriores para haber asegurado el maillot sin necesidad de puntuar más. Pero este año era más complicado. “Otros años con 60 puntos ya lo habían ganado. Este año hay más competencia, hay más puertos. Yo estoy bien, estoy en forma y tengo que jugar bien mis cartas. Si las juego bien, creo que puedo llegar a Madrid”, advertía. Las fugas tuvieron el consentimiento del pelotón para llegar a los finales en alto y Thomas De Gendt y Bauke Mollema encontraron una motivación en el maillot de lunares. A eso se le unió la bronquitis que atacó a Maté en la segunda semana de carrera. Los médicos le aconsejaban que se bajase, pero él quería llegar a Madrid aunque fuera ya sin posibilidad de disputar el maillot de la montaña que patrocina Loterías y Apuestas del Estado. Desde el primer día de descanso sólo consiguió sumar cuatro puntos más, pero consiguió aguantarlo hasta el día que se ascendió el Balcón de Vizcaya, en la etapa 17. “Llevar el maillot de la montaña ha sido un orgullo. Hoy he vivido uno de los días más duros de mi carrera deportiva y ahora sólo pienso en llegar a Madrid. Eskerrik asko a la afición euskaldun, la mejor del mundo”, decía en las redes sociales después de esa etapa. Desde entonces, su único objetivo ha sido llegar a Madrid. Aunque el premio de la montaña se lo haya llevado De Gendt.