Vuelta a España

Ciclismo

La aventura incompleta de Jetse Bol

El ciclista holandés que corre con una bandera mexicana en su gps fichó por el Burgos para ganar una etapa en la Vuelta, pero una avispa rompió su sueño camino de Lérida

Jetse Bol
Jetse Bollarazon

El ciclista holandés que corre con una bandera mexicana en su gps fichó por el Burgos para ganar una etapa en la Vuelta, pero una avispa rompió su sueño camino de Lérida

Jetse Bol es un holandés universal que cambió a mitad de temporada el Manzana Postobón colombiano por el Burgos BH para intentar ganar una etapa en la Vuelta. Su afición a meterse en las escapadas le llevó a ser el año pasado líder virtual de la carrera durante varios minutos. Fue el más visible de los colombianos en 2017, pero su suerte pareció cambiar este año. El Postobón lo contrató para cubrir el calendario europeo, pero su actividad durante la temporada no había sido excesiva. “Es raro llegar a mitad de año pero para mí es una buena oportunidad. No he podido correr mucho con Manzana. Mi última carrera era de mayo y no volví a correr hasta la Clásica de San Sebastián. Son 84 días, es mucho. En la segunda parte sólo he corrido en China y con Burgos he tenido la oportunidad de correr mi segunda Vuelta”, explica. “Es también un equipo pequeño, pero es distinto al año pasado. Para mí mejor. Piensan como europeos. Ellos son un poco diferentes, es otro ritmo diferente, no es que sea malo, es diferente”, reconoce.

Pero este año tampoco ha tenido oportunidad de mostrarse como el pasado. “Este año es diferente porque hay muchos más esprinters y es un poco diferente porque hay mucho más control”, asume. A pesar de todo, lo ha intentado, especialmente en la última semana de la carrera. “Me trajeron para intentar ganar una etapa. Intentamos entrar en las fugas y en las fugas hay oportunidades. No tenemos a nadie para la clasificación ni un esprinter muy rápido. Las fugas son la clave”, admite. Y él trata de cumplir con su trabajo. Su último intento fue el jueves, camino de Lérida. Se marchó con Wallays y Bystrom, pero aflojó antes de que llegaran los momentos decisivos de la etapa. Una avispa le atacó por el costado y le dejó dolorido. “No ha podido ser. Me dolía”, se lamentaba en la meta.

La de Lérida era una de las etapas que tenía marcadas, pero “el ciclismo es imprevisible”, dice. Y como prueba cita la primera victoria de Ben King en la meta de Alfacar, la primer llegada en alto de la carrera, que en principio no era una jornada apropiada parea las escapadas. “Siempre hay algo de azar. Cuando un equipo tiene un plan para una etapa siempre puede cambiar”, asegura.

Bol es un ciclista especial. Nacido en Holanda, se crió en la cantera de Rabobank, donde coincidió con algunos compañeros que ahora son estrellas, como Tom Dumoulin, Rohan Dennis o Steven Kruijswijk. “Soy feliz por ellos. Tienen buenos resultados. No me da envidia, ellos trabajan bien, no roban”, dice sonriente. “Dumoulin estuvo muy cerca este año y puede ganar un Tour. Sólo necesita un poco más de apoyo. Sky tiene más equipo. Su equipo no es malo, pero Sky es mejor”, afirma.

El holandés se maneja en español con soltura y una sonrisa. Mucha responsabilidad de ello tiene su esposa, mexicana. Ella habla holandés perfectamente, pero en casa hablan en inglés. “Es la costumbre. Son ocho años ya. Es difícil cambiarlo”, reconoce. Viven en Gerona, donde nació su hijo de cuatro meses, que comparte la nacionalidad holandesa y la mexicana. “Al niño yo le voy a hablar en holandés y mi esposa en español”, advierte. A Jetse le gustaría tener el pasaporte mexicano, como su esposa y su hijo. Por algo corre con una bandera mexicana en su gps. “Me gustaría tener el pasaporte para correr el Mundial o los Juegos Olímpicos, pero es difícil”, admite.