Vuelta a España

Vuelta a España

Yates se proclama vencedor de la Vuelta 2018

El ciclista británico, otro producto de los velódromos ingleses como Wiggins y Thomas, consigue su primera gran vuelta. Al pasar a profesionales esquivó al Sky para ganar con el Mitchelton.

Enric Mas, Simon Yates y Miguel Ángel López, en el podio de Madrid. Foto: Jesús G. Feria
Enric Mas, Simon Yates y Miguel Ángel López, en el podio de Madrid. Foto: Jesús G. Ferialarazon

El ciclista británico, otro producto de los velódromos ingleses como Wiggins y Thomas, consigue su primera gran vuelta. Al pasar a profesionales esquivó al Sky para ganar con el Mitchelton.

Simon Yates desayunaba un bocadillo de bacon en la cafetería del Ave camino de Madrid. Era su manera de liberarse después de tres semanas de concentración para ganar su primera gran vuelta. Un objetivo que estuvo a punto de lograr en el Giro, pero se hundió en los últimos días después de exhibirse en las dos semanas anteriores con tres victorias de etapa.

En la Vuelta ha conseguido mantenerse fuerte hasta la jornada final, demostrando su instinto siempre ofensivo incluso en las últimas etapas, cuando la prudencia acostumbra a animar a los líderes a estarse quietos a la espera de los ataques de los rivales.

Pero Simon Yates es ambicioso. No por casualidad eligió el Mitchelton –antes Orica– para dar el paso a profesionales en lugar de instalarse en el Sky, como mandaba la lógica. Simon, igual que su hermano gemelo Adam, es fruto del trabajo de cantera del ciclismo británico para la pista. Igual que Wiggins, igual que Geraint Thomas. Pero los Yates huyeron de la posibilidad de alistarse en un equipo en el que Chris Froome era el líder indiscutible. En lugar de trabajar para el cuatro veces ganador del Tour, prefirieron formarse en la disputa de las grandes vueltas en un equipo que se construyó a partir de ellos y del colombiano Esteban Chaves. Fue sexto en la Vuelta de 2016, en la que además ganó una etapa, y séptimo al año siguiente en el Tour, donde además se llevó el maillot blanco que señala al mejor joven de la carrera. Su progresión ha terminado siendo mejor que la de su hermano Adam, que destacó más pronto. Ganó la Clásica de San Sebastián en 2015 y al año siguiente rozó el podio en el Tour, en el que fue cuarto y mejor joven.

Pero Simon le ha adelantado. El triunfo en la Vuelta de Simon Yates es hijo de la experiencia, de lo aprendido durante el Giro y del trabajo hecho durante el invierno. «Al final del año pasado, Simon Yates me dijo que en invierno iba a trabajar mucho más la contrarreloj, que iba a cuidar la dieta y que iba a estar mucho más centrado. Así ha sido», confesaba Neil Stephens, el mánager del Mitchelton, en el «Diario Vasco» durante el pasado Giro.

Yates ha aprendido en la carretera y ahora su equipo trata de que aprenda también fuera de ella. No le gustan las redes sociales, no tiene Facebook ni Twitter, y tampoco disfruta especialmente en su relación con los medios. En el equipo tratan de que se abra un poco más y él, poco a poco, lo intenta. «Desde el principio pensábamos que podía llegar a andar así. Este invierno, a base de sacrificio, se ha centrado aún más, y eso que antes ya lo estaba mucho. Cuando empezaron, parecía que Simon era el que iba a andar más y que su hermano Adam, menos. Sin embargo, hasta ahora Adam había ganado más», añadía Neil Stephens.

Pero ahora, Simon disfruta de su primer maillot rojo, de su primera gran vuelta por etapas, algo que hasta ahora no se imaginaba cómo podía ser. Y lo ha hecho, a su estilo, al ataque, ofreciendo espectáculo, porque como él mismo confiesa, es más fácil controlar a los rivales si vas por delante.