Fútbol

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Derrotados por la violencia

Guillermo Barros Schelotto.
Guillermo Barros Schelotto.larazon

«Volvimos a perder», se lamenta el entrenador de Boca, Guillermo Barros Schelotto.

La final de la Libertadores comienza con sensación de derrota para los dos equipos. No es la derrota de River y Boca, de un grupo de jugadores, sino la derrota de un país y de un continente que no han sido capaces de mantener en su territorio el partido más importante de todos para ellos. «Nos hubiera gustado jugarla en el país del equipo local, pero lamentablemente no se pudo jugar en Argentina. Entiendo las razones que nos llevan a jugar aquí y no en Sudamérica y es lamentable que eso suceda. Tiene que ver con la violencia en el fútbol y no con lo que hagamos los jugadores o los entrenadores», dice Guillermo Barros Schelotto. Una situación que se repite en el fútbol argentino. «No aprendemos, parece que cometemos siempre los mismos errores y lo único que se daña es el fútbol argentino y el fútbol sudamericano. Hoy deberíamos estar hablando de que Boca y River pusieron al fútbol argentino en lo más alto disputando por primera vez una final de Libertadores, fueron los dos mejores equipos, y estamos hablando de la violencia. Lamentablemente volvimos a perder», admite Guillermo en la conferencia de prensa que ofreció en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, el lugar donde está entrenando su equipo estos días. «Necesitamos que partidos de esta calidad se jueguen en Sudamérica o en Argentina y demostrar que hemos madurado. Lo que pasó hace quince días pasa mucho en Argentina y en Sudamérica y creo que debemos cambiar. Es momento de tomar medidas y empezar a ser ejemplo», añade el preparador del equipo xeneize.

La Libertadores cambia de escenario y cambia de rutinas. «Es una definición de la Conmebol en la que no tenemos participación y está en el reglamento esta posibilidad de jugar acá y a nosotros no nos compete decir dónde se tiene que jugar la final. Nosotros tenemos que dar lo mejor», dice Guillermo. «Lo que se juega dentro del campo once contra once no cambia. Cambia sólo el escenario de fuera, lo que pasa dentro es lo mismo. Como escenario la cancha del Real Madrid me parece excelente, pero sacar la final de Sudamérica me duele como argentino porque me hubiera gustado que se disputara en Argentina. Pero lo que ha pasado hace quince días no lo podemos ocultar», se lamenta. «El estadio del Real Madrid te incentiva a dar lo mejor».

Para luchar contra todo el ruido que se genera alrededor de la final, el técnico de Boca ha intentado rodear a sus jugadores de toda la normalidad posible. Los familiares conviven con los futbolistas, que hasta han disfrutado de la actuación del humorista Roberto Moldavsky en la concentración.

Guillermo Barros Schelotto cuenta con todos sus jugadores, con los 24 que han viajado. Pero no cree que el espectáculo vaya a deslumbrar a los espectadores que se acerquen a la Libertadores por primera vez. «El domingo quizá no tengan la oportunidad de ver un gran partido, no creo que vaya a ser muy atractivo en lo visual. Será un partido trabado, luchado y quizá no se vea lo mejor de River ni lo mejor de Boca», asegura.