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España se proclama campeona del Mundial femenino Sub'17

Una gran Claudia Pina, que marcó los dos goles, da a España su primer Mundial en categoría femenina

Eva Navarro y Claudia Pina gritan el primer gol de España en la final
Eva Navarro y Claudia Pina gritan el primer gol de España en la finallarazon

El fútbol femenino ya tiene el campeonato que le faltaba. España por fin es la mejor del mundo. De momento, en la categoría sub'17, pero igual que sucedió cuando el equipo masculino ganó su primera Mundial, el sub'20 de Nigeria en 1999, se espera que sea la promesa de éxitos mayores.

El fútbol femenino ya tiene el campeonato que le faltaba. España por fin es la mejor del mundo. De momento, en la categoría sub'17, pero igual que sucedió cuando el equipo masculino ganó su primera Mundial, el sub'20 de Nigeria en 1999, se espera que sea la promesa de éxitos mayores.

Para eso tiene España especialmente a Claudia Pina, una jugadora a la que da la sensación de que se le queda pequeña la categoría. Marcó los dos goles de la selección, pero hizo mucho más. Porque lo suyo no es sólo el remate, hace jugar a sus compañeras, insiste una y otra vez en la búsqueda de la portería y hasta pudieron pitarle un penalti que la árbitra no vio.

Con los dos tantos ante México en la final son siete los que ha marcado en los seis partidos del torneo. Consiguió igualar a la ghanesa Mukarama Abdulai, pero no será la máxima goleadora del Mundial porque la africana ha dado una asistencia más. Un detalle menor en el juego de la española, que dominó el partido en los primeros minutos y con eso fue suficiente.

Pero no juega sola. Con Eva Navarro por un costado y Salma por el otro, España siempre encuentra una salida con la pelota. El arma preferida de la Roja en todas las categorías. Con ella, se ha acostumbrado a estar en las finales de todos los torneos femeninos continentales y mundiales en categorías inferiores. Sólo le faltaba el salto que ha dado en Uruguay.

Aunque tuvo que sufrir más de lo que anunciaban los primeros minutos del encuentro. Cuando se vio por detrás en el marcador, México apretó y Castro consiguió anotar a la salida de un córner. Un barullo en el que Cata Coll, la portera española, no vio por dónde le llegaba el remate de cabeza de la mexicana.

México intentó compensar el dominio español de la pelota y del juego con cambios ofensivos. Consiguió que la diferencia en la posesión fuera «sólo» de 60-40. Pero los remates seguían siendo de España. Claudia Pina tuvo oportunidades para aumentar la ventaja. No acertó, pero el trabajo ya estaba hecho. Ella es el símbolo de la primera generación de futbolistas españolas que pueden presumir de ser campeonas del mundo.