Una despedida de soltero lleva a Enríquez Negreira a la final de la Copa del Rey

Enríquez Negreira se pasea por Sevilla antes de la final de la Copa del Rey. Vestido de árbitro, con su uniforme negro, el nombre en la espalda y un maletín para que nadie tenga dudas de su «autenticidad». En el bolsillo, las tarjetas, y en el maletín, los informes y las facturas que el exvicepresidente del Comité de Árbitros elaboraba para el Barcelona.

En esas facturas se puede ver cómo una moneda para el sorteo inicial previo al partido alcanza un valor de más de 1.600 euros. O cómo le carga al Barcelona gran cantidad de embutidos de Guijuelo. En los informes se puede observar la minuciosidad del excolegiado. Entre ellos, una foto del presidente del Barça, Joan Laporta, descamisado y otra echándose cava por la cabeza en la mítica noche de Luz de Gas.

Pero en realidad el falso Negreira es sólo una víctima de una despedida de soltero. Un grupo de amigos de Madrid y del Real Madrid, que han acudido a Sevilla a ver el partido no han tenido otra ocurrencia que disfrazar al novio del exárbitro con gran éxito de crítica y público. El novio se ha convertido en la gran atracción antes del partido en las calles de la ciudad. La gente le pide que le enseñe una tarjeta y él no duda en echarse la mano al bolsillo para enseñar la amarilla o la roja, según el caso. Y se muestra riguroso con el espray para marcar la distancia de la barrera en las faltas. El falso Enríquez Negreira es la estrella de la final de Copa.