España enseña sus taras ante la República Checa (2-2)

España está en manos de un menor de edad. Gavi todavía no ha cumplido los 18, pero es el futbolista que da continuidad al proyecto de Luis Enrique. No es extraño que fuera uno de los tres únicos futbolistas que repetían en la alineación de los que comenzaron el partido contra Portugal. Tampoco extraña que fuera él el autor del primer gol, aunque fuera el primero que marca con la selección.

España salió viva de Praga, pero el rival dejó al desnudo todas sus debilidades y sólo cuando entraron los veteranos, los del equipo A, pudo corregir la situación y encontrar en el último minuto el gol de Iñigo Martínez que salvaba el empate. Enseñó sus taras la Roja y, ahora que Luis Enrique parece que ha encontrado su alineación, demostró que no son iguales los suplentes que los titulares.

Gavi sostiene a España, pero no lo puede hacer todo. Tiene carácter y levanta el ánimo y el juego de la Roja, pero no puede, por ejemplo, corregir los errores de los defensas que juegan por detrás de él. La República Checa encontró pronto la manera de hacer daño a la espalda de los centrales españoles. A los cuatro minutos, Pesek ya había puesto por delante a su selección después de plantarse solo delante de Unai Simón. Los centrocampistas dejaron que Kuchta pensara con comodidad para encontrar a Pesek.

A partir de ahí los checos defendieron con eficacia su ventaja. A España le costaba mucho encontrar un hueco en el 5-4-1 perfectamente sincronizado con el que defendían a su portero, el ex sevillista Vaclik.

La selección española se pasaba la pelota de lado a lado sin encontrar un agujero por el que colarse. Transmitía sensación de apatía la Roja, de no dejarse todo para dar la vuelta al partido.

Tuvo que ser Gavi, quién si no, el que igualara el marcador. Con la izquierda, ajustado al poste, como si lo hiciera todos los días. Aunque ya advertía Luis Enrique de que tiene gol después de jugar ante Portugal. Y Gavi es obediente. Tuvo la ayuda también del seleccionador local, que aguantó a su equipo con diez después de la lesión de Jankto para no gastar una ventana más de cambios. Jankto, el jugador del Getafe, apenas llevaba 20 minutos sobre el césped después de haber sustituido a Zeleny por lesión.

Era la segunda lesión en 45 minutos y el seleccionador local prefirió esperar al descanso para no quedarse casi sin posibilidades de cambios para la segunda mitad.

Nada cambió el gol de Gavi en la actitud de la selección, que siguió dejando medio campo a la espalda de sus centrales por la que los checos encontraron el camino hacia su segunda ventaja. Una perfecta vaselina de Kuchta por encima de Unai Simón. Al delantero checo ya se le había escapado antes el gol en otro mano a mano que convenció a Luis Enrique de que España necesitaba cambios.

El seleccionador español metió en el campo a Busquets, Morata y Asensio y dio la sensación de que era como cuando en el colegio entraban los mayores. Y, aunque la República Checa marcó el segundo ya con ellos tres en el campo, cambiaron el tono y el aspecto de la selección.

Antes del gol, Asensio había lanzado un remate al palo después de un pase en profundidad de Morata. Dice Luis Enrique que hay pocos jugadores en el mundo que tengan su golpeo. Y el madridista salió dispuesto a demostrarlo y a pedir al seleccionador un hueco en la lista del Mundial.

España seguía mostrando las mismas debilidades defensivas, pero en ataque tenía más alegría con los nuevos. Ferran también remató al poste. Y en un centro de Asensio desde la izquierda encontró el tanto del empate definitivo en un cabezazo de Iñigo Martínez que pegó en el larguero antes de botar dentro de la portería.

Asensio es uno de los pocos jugadores de campo que no ha sido titular en ninguno de los dos partidos –el otro es Marcos Llorente–, además de Ansu Fati, que en Praga fue el descarte. Pero a veces son más importantes los que acaban que los que empiezan y con él en el campo España mostró su mejor cara. Con debilidades atrás, pero con armas que no son fáciles de contener para el rival. Como ese disparo que permite que a veces se abran las defensas.

Pero Asensio tiene que seguir mejorando. El único indiscutible es Gavi.