Caso Rubiales
Caso Rubiales: Estas son las supuestas coacciones que acorralan a Vilda, Luque y Rivera
El exseleccionador femenino de fútbol y los directores de la Selección masculina y de Marketing de la RFEF comparecerán en la Audiencia Nacional el próximo lunes
El juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge ha citado a declarar como investigados el próximo 10 de octubre al exseleccionador femenino de fútbol Jorge Vilda y a los directores de la Selección masculina, Albert Luque, y de Marketing de la RFEF, Rubén Rivera, en relación con las presiones denunciadas por Jenni Hermoso y su entorno para que la jugadora internacional ratificara la versión de Luis Rubiales de que el beso a la internacional española tras la final del pasado Mundial fue consentido.
Tanto Luque como Rivera estaban citados hoy a declarar como testigos, pero tras la declaración del hermano de Jenni Hermoso y de una amiga de la futbolista la Fiscalía pidió al juez que cambiara la condición de testigos de ambos y les citara como imputados, según fuentes jurídicas. Y es que el entorno de la futbolista mantuvo el pasado lunes ante al juez la denuncia de presiones en los días posteriores al "pico".
Estos son los "pecados" que acorralan a Vilda, Luque y Rivera:
A pesar de que Alexia Putellas sorprendió en rueda de prensa al afirman que desconocía porque la RFEF había despedido a Jorge Vilda, lo cierto es que el técnico estaba señalada desde la famosa rebelión de "Las 15". En septiembre de 2022, quince jugadoras de la selección española femenina de fútbol renunciaban a jugar con el combinado nacional “mientras no se revierta” la situación con el seleccionador.
La guerra no había hecho más que empezar. Si un mes antes de los correos las capitanas del Barça, Patri Guijarro, Irene Paredes y Alexia Putellas, ya pidieron su cabeza al presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales y se reunieron con Vilda para pedirle cara a cara que dimitiera de su puesto, tras el comunicado de la Federación la tensión aumentó. “Le echamos por nuestros ovarios” llegaron a afirmar alguno de los pesos pesados de vestuario, según adelantó la Cadena Cope.
Motivos más allá del césped
Las futbolistas dejaron entrever que no confiaban en él, que no estaría a la altura, que el ambiente en el vestuario estaba muy enrarecido y que era necesario un cambio antes del Mundial de Australia 2023. Pero más tarde quedaría demostrado que las diferencias con el técnico iban más allá del juego. Fuentes cercanas a varias de estas jugadoras declararon a Mundo Deportivo que los motivos principales están relacionados con un exceso de control por parte del seleccionador, a veces enfermizo y que incluso llegan a catalogar de “dictatorial”. Siempre según la versión publicada por Mundo Deportivo, Vilda obligaba a las jugadoras a mantener abierta las puertas de sus habitaciones hasta las doce de la noche para comprobar él mismo que estaban allí antes de dormir, una decisión que consideran que atenta contra su intimidad y contra su descanso.
Asimismo, denunciaron que el seleccionador les controlaba cuando iban a comprar, hasta el punto de revisarles las bolsas y su contenido, y debían hasta decir con quién se iban a tomar un café. Todo movimiento estaba siempre supeditado a una estricta vigilancia que hacía que las jugadoras se sintieran perturbadas y cohibidas en muchas ocasiones, aseguran.
El polémico vídeo de Doha
La Federación no cedió y Vilda siguió al frente de un equipo que más tarde se proclamaría campeón del mundo. Pero su controvertida actuación tras el beso de Rubiales le darían la puntilla definitiva. Según denunciaron las futbolistas, durante el trayecto de vuelta a España, a bordo del avión, se encontraban diversas personas, entre ellas familiares, medios, representantes de instituciones deportivas, patrocinadores, personal y compañera de equipo. Varias de ellos tuvieron oportunidad de presenciar como el presidente rogaba a Jenni que se uniera a él en el polémico vídeo de disculpas en Doha. Ante la negativa de la futbolista, el seleccionador Jorge Vilda habría intervenido hasta en en tres ocasiones, acercándose a la familia de Hermoso con el fin de persuadirla a cumplir con la solicitud de Rubiales. Y estas presiones son las que ahora el hermano de Jenni Hermoso se ha encargado de ratificar ante el juez.
Por su parte, Albert Luque y Rubén Rivera han sido acusados por las jugadoras de supuestas coacciones a Hermoso para que declarara en favor de Rubiales. A los dos se les señala por haber viajado a Ibiza a 'presionar' a la jugadora cuando se encontraban de vacaciones tras la consecución del título.
Según la Fiscalía, Jenni Hermoso vivió una "situación de hostigamiento en contra del desarrollo de su vida en paz, tranquilidad y libremente" que encaja en el delito de coacciones, por el que Rubiales -y ahora también Vilda, Rivera y Luque- se enfrentan a una posible pena de multa o incluso de prisión de seis meses a tres años.
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