Tribunales

Dani Alves seguirá en prisión por riesgo de fuga

La Audiencia de Barcelona rechaza el recurso de su defensa porque los indicios contra el exjugador del Barça permanecen "inalterables"

Dani Alves seguirá en prisión. La Audiencia Provincial de Barcelona ha rechazado el recurso de su defensa contra la decisión de mantenerle en la cárcel adoptada por la magistrada que le investiga por una supuesta agresión sexual a una joven en diciembre del pasado año.

El tribunal sostiene que tanto el riesgo de fuga como los indicios contra Alves se mantienen por lo que ninguna otra medida cautelar "puede neutralizar con suficientes garantías dicho riesgo" dado que una posible huida, recalca, "impediría la celebración del juicio".

La Sala echa por tierra los argumentos de sus defensa sobre el arraigo en España del exinternacional brasileño porque "pese a estar empadronado no tenía familiares en España salvo su esposa y ello generaba serias dudas sobre su arraigo". La documentación española y el empadronamiento de sus hijos menores, argumenta, "parecen confeccionados ad hoc, prácticamente el mismo día de la resolución que deniega la libertad, para poder alegarlo ante este tribunal".

A la espera de una prueba psicológica

Según la Sala, los indicios contra el exjugador del FC Barcelona permanecen "inalterables" y reafirma su conclusión de hace tres meses, cuando ya rechazó dejar en libertad a Alves, sobre la existencia de indicios "fundados" que "permiten sostener la presunta comisión de un delito contra la libertad sexual cuya horquilla penológica da plena cobertura a la medida cautelar adoptada".

Para los magistrados de la sección tercera, la declaración de la víctima "tiene rasgos de fiabilidad suficientes" y "los elementos de corroboración" de su versión de los hechos "son variados". De hecho, señalan que las nuevas diligencias practicadas (salvo el informe aportado por la defensa) "no solo no los desvirtúan, sino que los confirman como ocurre con el informe lofoscópico del interior del aseo".

Y aunque Alves ya lleva cinco meses en prisión provisional, el tribunal insiste en que el mero transcurso del tiempo, por sí solo, "no viene a justificar, en este caso, el alzamiento de la medida privativa de libertad", dado que "resta por practicar la prueba pericial psicológica" de la denunciante para dar por concluida la instrucción.

El pasado 5 de mayo, la jueza de instrucción denegó la libertad del exinternacional carioca al considerar que no habían variado las circunstancias que le llevaron a acordar su prisión provisional: el riesgo de fuga y la existencia de indicios sólidos contra Alves. Para la magistrada, el informe aportado de la defensa que detalla una supuesta reconstrucción de los hechos no ha alterado ni los indicios delictivos basados en la declaración de la víctima y ni el resultado del resto de diligencias. En cuanto al riesgo de fuga, expuso que "continua intacto" no solo por la gravedad de la pena a la que se enfrenta sino, también, al haber pedido su esposa el divorcio.

La defensa: "Un galanteo sexual"

La defensa de Alves, que ejerce el letrado Cristóbal Martell, esgrimió para instar su libertad que las imágenes grabadas en la discoteca de Barcelona donde supuestamente se produjo la agresión sexual el pasado 30 de diciembre ponen de manifiesto en la denunciante "una conducta abiertamente sexualizada, propia de un galanteo sexual en fase de cortejo", que el letrado ve incompatibles "con el miedo descrito por la joven y con el relato de ésta".

Asimismo, para anular la decisión de la titular del Juzgado de Instrucción número 15 de Barcelona, hacía referencia a las declaraciones de las acompañantes de la víctima y a las "contradicciones" entre su versión y las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad.

Su abogado ponía en valor la última declaración judicial de Alves ofreciendo "la verdad" de lo sucedido frente a sus "erráticas y desnortadas" versiones anteriores que achaca a los problemas con su pareja al conocerse su infidelidad.

Fiscalía: el riesgo de fuga, "muy elevado"

Sin embargo, para la Fiscalía -que al igual que la acusación particular se opuso a la libertad provisional- Alves no tiene arraigo suficiente en nuestro país por lo que el riesgo de fuga es "muy elevado". En el escrito en el que se opuso a su libertad, defendió que no se han modificado los motivos por los que se acordó la medida cautelar, haciendo hincapié en que existen indicios suficientes de la comisión de un delito de

agresión sexual con penetración porque las nuevas diligencias practicadas (entre ellas la revisión de las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad y los testimonios de las acompañantes de la joven) "no restan credibilidad a la declaración de la víctima".

Y respeto a la última versión de Alves, el Ministerio Público sostiene que esta "se ha adaptado a los indicios contra él" y aun así la hipótesis de una relación consentida "no se corresponde ni con las huellas localizadas en el aseo ni con la lesión en la rodilla de la joven".

En esa misma línea, la acusación particular argumentó que "no resulta creíble" que los cambios en la versión de Dani Alves se deban "a su preocupación por que no se conociera su infidelidad" y considera que finalmente ha reconocido que hubo penetración "ante la evidencia de localización de líquido seminal en la vagina" de la víctima.

Para la representación letrada de la joven -que entiende que el riesgo de fuga permanece intacto-, la defensa de Alves ha realizado un interpretación "sesgada y parcial" de las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad para intentar contrarrestar el informe de los Mossos d’Esquadra.