Tribunales

Un exárbitro relata a la Guardia Civil las amenazas de Negreira: "Oye pollo, ¿tú quién te has creído que eres?"

Sergi Albert explicó a los agentes que el entonces vicepresidente de los árbitros le reprochó que ejerciera de comentarista en televisión: "Ve con cuidado con los comentarios que te puede pasar algo"

José María Enríquez Negreira, ex vicepresidente del CTA
José María Enríquez Negreira, ex vicepresidente de los árbitrosGoogle

El exárbitro catalán Sergi Albert relató a la Guardia Civil cómo el que fuera vicepresidente de los árbitros José María Enríquez Negreira le amenazó por su labor de comentarista en TV3. En su declaración del pasado 18 de julio, incorporada al sumario judicial -adelantado por El Confidencial y al que ha tenido acceso LA RAZÓN-, Albert -quien ejerció como árbitro entre 1971 y 1993, incluidos cuatro años en Primera División, de 1987 a 1990- explicó a los agentes que conoce a Enríquez Negreira desde 1971 y que ha tenido "muy buena relación con él" porque en los partidos de gran importancia delegaba en él "ciertas funciones". Entre ellas, la redacción de actas arbitrales, la atención a los delegados de los equipos o le encargaba situarse en la banda cerca de los banquillos.

Pero, según recordó, a partir de 1994, cuando empezó a desarrollar en televisión labores de comentarista deportivo para TV3, Negreira le citó en la sede del Comité de Árbitros Catalán. En esa reunión, en la que también estaba el presidente del comité catalán, Francisco Casajuana Rifé, Enríquez Negreira le espetó: "Oye pollo, ¿tú quién te has creído que eres? Ve con cuidado con los comentarios que haces que te puede pasar algo".

El exárbitro aseguró, además, tener conocimiento de que una de las empresas de Negreira "vendía objetos promocionales a la RFEF", porque así se lo comentó la secretaria del entonces presidente de la Federación, Ángel María Villar.

De los que "más poder tenían"

Según relató, Enríquez Negreira era una de las cinco personas "que más poder tenían" en el Comité Técnico de Árbitros (CTA), que ejercían un "control total" sobre las puntuaciones, ascensos y descensos arbitrales, propuestas de árbitros internacionales y designaciones de eventos organizados por la RFEF, entre ellos la Copa del Rey.

Asimismo, dijo que por las funciones que desempeñaba cobraba en concepto de dietas, desplazamientos y gastos de representación.

Albert contó que Negreira participaba en las previas de los partidos acompañando al equipo arbitral, con el que "a veces cenaba antes del partido en el restaurante de su actual esposa", donde "procuraba llevarles a cenar cuando eran designados a partidos de clubes de la ciudad". Y si no podía acudir él, precisó, lo hacía "su hijo Javier", también imputado por el pago de más de siete millones de euros a Enríquez Negreira por parte del FC Barcelona durante 18 años mientras fue el número dos de los árbitros españoles.

Eso sí, Albert dijo que no le constaba que Enríquez Negreira hubiese podido influir en alguna actuación arbitral.

Javier Enríquez "se valía de quién era su padre"

Respecto a Javier Enríquez, el exárbitro contó que estuvo dos años acudiendo al comité de árbitros catalán "para hacerse árbitro" pero que finalmente "su padre le sacó" y no obtuvo la titulación. Según aseguró, en el mundo arbitral se sabía que era hijo de Enríquez Negreira y que él "se valía de quién era su padre".

Según Contó, Javier Enríquez fue con el equipo de Luis Aragonés cuando era seleccionador nacional para "ayudar a los miembros del colectivo arbitral a desenvolverse adecuadamente" y asegurarse de que las concentraciones "salieran adelante correctamente". No obstante, aunque dijo que su perfil profesional se correspondía con el puesto que se demandaba, matizó que "dado que su padre ostentaba un cargo no remunerado gozaba de la posibilidad de hacer propuestas vinculantes, entre otras de personal, que eran tenidas en cuenta por parte de los responsables de la Federación".

Según su versión, Javier Enríquez era remunerado por le RFEF por esa labor formativa que impartía a los árbitros. La gran mayoría de los árbitros, explicó, "reconocen haber contratado sus servicios, unos abonando las cantidades solicitando factura y otros sin ella", aunque no pudo concretar nombres y respecto a esos pagos en negro afirmó que conocía el dato por los medios de comunicación.

Sobre los motivos por los que el Barça contrató a Negreira, aseguró "desconoce" los motivos, pero cree que el entonces vicepresidente arbitral "intentó que su hijo se beneficiara del negocio".

Albert considera que esas contrataciones no influyeron en la competición ni en la proyección profesional de los árbitros. Al mismo tiempo, expuso que le consta que otros clubes como el Real Madrid, Sevilla o Cádiz "tienen o han tenido en nómina a exárbitros".