Real Madrid

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Lopetegui, sentenciado a la espera de un sustituto

Julen Lopetegui salvó el fin de semana como entrenador del Madrid, pero sus opciones de llegar al partido del Camp Nou son mínimas

Lopetegui, en el túnel de vestuarios del Bernabéu, en el encuentro contra el Levante/Foto: Efe
Lopetegui, en el túnel de vestuarios del Bernabéu, en el encuentro contra el Levante/Foto: Efelarazon

Julen Lopetegui salvó el fin de semana como entrenador del Madrid, pero sus opciones de llegar al partido del Camp Nou son mínimas

El Real Madrid se entrena hoy a las 11:00 para preparar el encuentro contra el Viktoria Plzen, de la tercera jornada de la Champions, que disputará mañana. Al mando de la sesión estará Julen Lopetegui, a no ser que el club decida llevar a cabo por la mañana una decisión que está casi tomada. El sábado se apostó por tomarse un tiempo de reflexión antes de despedir al entrenador por la derrota contra el Levante, la tercera consecutiva en partido oficial, después de llegar a los 481 minutos sin meter un gol.

Los datos eran abrumadores y señalan que sin duda algo está fallando en la primera plantilla del conjunto blanco, pero desde las oficinas no se querían prisas. Se pensaba que el calendario, que el clásico del domingo, obligaba a esperar y que había, por lo menos, que darle otra vuelta.

Ayer se le dio. El futuro del entrenador no es halagador y parece que tiene una trayectoria más bien corta, pero aún conserva un pequeño hilo de vida: el que le ha dado para superar el fin de semana, aunque ahora mismo no parezca suficientemente fuerte como para aguantar hasta el domingo, donde espera el Barcelona en el Camp Nou. El conjunto azulgrana ganó al Sevilla el sábado, se puso líder, pero ha perdido a Messi, quien ha disputado 35 clásicos consecutivos. En el Real Madrid se piensa que puede ser el mejor momento para alcanzar el punto de inflexión tras esta caída inesperada y dar la vuelta al bucle en el que se ha metido un equipo al que nada le sale: los palos son los enemigos, la defensa está de los nervios y el plan que se pensó al principio de temporada parece que se está diluyendo muy pronto. El Camp Nou, por tanto, es una amenaza, pero también es una ocasión para dar un golpe de pecho con el que transformar el rumbo que han tomado los acontecimientos.

Y no está claro en el club si Lopetegui es la persona adecuada para comandar al Real Madrid en el desafío que espera el choque del domingo. La semana en el club va a ser larga. Ayer, hoy y mañana, con el partido de la Champions encima, todo parece muy prematuro, aunque no inviable. Y a partir del miércoles, nada se descarta en el Santiago Bernabéu. También es verdad que con un partido en medio el escenario puede variar. No parece que el Real Madrid esté para grandes actuaciones, pero el rival de la Champions es muy débil y en el otro partido jugado en casa en Europa, el equipo bailó a la Roma. Quizá una goleada convincente mañana, aumentase la paciencia con respecto al entrenador actual.

Si eso no se da, del miércoles al domingo son muchos días para llevar a cabo decisiones. Una de las cuestiones es decidir el sustituto y los focos, ahora mismo, están apuntando a Solari, el entrenador del filial, al que ayer preguntaron por esta posibilidad: «Aquí estamos para apoyar».

El entrenador argentino está a la espera, al igual que otros nombres con ambiciones de coger el banquillo del Real Madrid. En el entorno del conjunto blanco recordaban que la salida de Rafa Benítez en enero de 2016, por ejemplo, tampoco se hizo con prisas. El entrenador estuvo sentenciado y la decisión de echarle se hizo después de empatar a uno contra el Valencia en Mestalla, es decir, después de un resultado no especialmente malo. Julen Lopetegui sabe también que su futuro en el Real Madrid está marcado.

Cacería, golazo y ¡expulsión!

Vinicius volvió a ser protagonista ayer con el Castilla, que empató (1-1) en Vigo ante el Celta B. Marcó un gol espectacular de falta directa, un disparo magistral a la escuadra para que su equipo siga invicto. Pero sufrió una cacería con reiteradas faltas de varios rivales durante todo el partido. Sin embargo, de manera sorprendente, fue él quien acabó expulsado tras recibir dos amarillas por protestar y por una presunta simulación de una falta fuera del área. El jugador, increpado todo el partido desde la grada, se retiró besando el escudo, abrazado y elogiado por Solari, su entrenador. La sanción le impedirá jugar el Clásico.