Fútbol

El beso de Aitana no fue a la «zurdita»

La centrocampista del Barça es una de las jugadoras que ejerce como guía de la revelación de España en el torneo, Salma Paralluelo

Aficionados españoles en Sídney
Aficionados españoles en SídneyPABLO GARCÍA / RFEFEuropa Press

Una de las imágenes virales después de la clasificación de España para la final del Mundial fue la de Aitana Bonmatí besando la bota de Salma Paralluelo. Salma es zurda y Aitana recuerda: «¡El gol fue con la pierna derecha!». Y es que la centrocampista es una de las compañeras que no se cansa de insistir a Salma que, a pesar de ser zurda, insista en los entrenamientos y en los partidos a probar los disparos con la pierna derecha. Salma sólo lleva una temporada como profesional por eso, y para desesperación de Aitana, casi siempre acaba eligiendo acomodar el balón a su pierna izquierda, lo que hace que revele su estrategia de juego. «Yo siempre le digo que intente jugar y chutar con la derecha también. Le digo ‘‘entrénalo porque al final te va a salir. Eres muy joven y tienes tiempo de mejora’’. Y ella es consciente totalmente de eso y me dice ‘‘sí, sí, tienes razón’’ y muchas veces en el entreno lo practica”, cuenta.

Con un golazo con la pierna derecha Salma mostró el camino para la victoria en la semifinal ante Suecia. «Me dijo: ‘‘¡Aitana, con pierna derecha!’’. Y entonces nos reímos y le dije, mira es que te lo has ganado y al final cuanto más sepas pegarle con las dos piernas más completa vas a ser», rememora la mediocampista a Efe.

Un intercambio de palabras –seguido del viral beso de la centrocampista a la bota derecha de Salma– que plasma bien el vínculo entre las jugadoras más experimentadas de la selección con las novatas que comparten el vestuario español en el Mundial. Sobre Salma, Aitana no ahorra en elogios y resalta que es una futbolista «única» que, pese a su corta edad, ya aporta mucho, aunque siempre hay cosas que mejorar.

«Tiene 19 años, es una jugadora única, es distinta y aporta cosas que no tenemos y hay que cuidarla. Y, bueno, ella también tiene mucho que mejorar, obviamente lo sabe, pero nos está dando mucho», recalca.

Darlo todo es una constante en esta selección, que ha roto sus propios límites en ocasiones, de la mano de la mezcla de la destreza de las veteranas con la intensidad de las más jóvenes. «Creo que soy una persona ambiciosa, con carácter e intento siempre transmitir esto al grupo: mis ganas de ganar. Creo que puedo ayudar al grupo de esta forma, contagiándoles esta garra y cada una aporta su granito de arena para que podamos estar delante de momentos como este», matiza la centrocampista.

Y es que Aitana ya es una de las grandes figuras del campeonato, elegida en dos ocasiones como la mejor jugadora del partido. Tras su doblete en la victoria ante Suiza, muchos han asociado su estilo en el campo con el de Iniesta, quien es, al lado de Xavi, su mayor ídolo y referente. «No tengo palabras, la verdad es que es un orgullo que me comparen con Iniesta. ¿Qué decir de él? Siempre digo que es uno de mis ídolos junto con Xavi, creo que hacían un fútbol mejor, un fútbol que le gustaba a todo el mundo. Y nada, yo muy orgullosa de que se me compare con él», afirma. «Siempre intento ver vídeos tanto de él como de Xavi para ser mejor jugadora», asegura.

Españoles en Australia

España contará con el apoyo de una hinchada numerosa en Australia. Entre los aficionados estarán la Reina Letizia, la Infanta Sofía y el ministro Miquel Iceta. Muchos de los seguidores en la final de Sídney serán niños, hijos de españoles que aunque viven, se educan y juegan al fútbol en Australia, siguen manteniendo fuertes lazos con su cultura y su lengua y conservan la pasión por el equipo nacional. Clara Villoldo Pérez es una niña española de diez años que juega a fútbol y ayuda a entrenar a su hermano menor, Jon. Es fan de la selección porque juega «mejor que otros equipos del mundo». Clara, que se siente «especial en el cole» por ser española, «gritará muy alto» durante la final. Otro caso es el de Mateo Ter Meulen Ortiz, de 16 años y de madre española, que ejerce como entrenador de fútbol en un equipo australiano de niñas. «Ahora están muy apasionados por el fútbol y todos quieren ser profesionales», asegura.