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Fútbol

Las sorpresas de la ceremonia de inauguración del Mundial de Qatar 2022: de Morgan Freeman a Naranjito

Qatar inauguró el Mundial con una breve ceremonia en la que el país organizador habló de unión por encima de las diferencias

Apareció Morgan Freeman, el actor estadounidense que en una película de Jim Carrey hizo de Dios, y Qatar consiguió lo que llevaba buscando desde que en 2010, frente a la candidatura de Estados Unidos (que entre sus embajadores, por cierto, tenía a Morgan Freeman), ganó ser organizadora del Mundial. Ya es un país aceptable, ya ha convencido a una estrella de Hollywood y a uno de los integrantes del BTS, el grupo de K-pop que tiene fans en todo el mundo, para que estuvieran en el día más importante del país, ese que les enseña al mundo que ya es como ellos. No sólo es un país con dinero para su élite y para otras empresas de todo el mundo, también es un país que puede y sabe organizar eventos globales y ninguno lo es tanto como una Copa del mundo de fútbol.

«Al mundo entero le digo, bienvenidos a Doha. Hemos trabajado duro con mucha gente para que esta competición sea un éxito. Hemos invertido para trabajar por el bien de la humanidad. Las gentes se unen, sin importar su etnia, su religión, su orientación y su nacionalidad aquí en Qatar y tras las pantallas de todos los continentes del mundo», indicó en su breve discurso el emir Sheikh Tamim bin Hamad Al Thani, después de que su padre le firmase una camiseta con la que había jugado al fútbol en la arena del desierto hace años, como se vio en una de las imágenes de uno de los vídeos que se emitió, ante el aplauso del público, entregado al emir, a su padre y antes a Morgan Freeman.

La ceremonia, que fue breve, mezclando vídeos con actuaciones en el césped, contó una pequeña historia del viaje de la pasión por este deporte.

Asistieron, además de los máximos dirigentes del fútbol mundial encabezados por el suizo Gianni Infantino, personalidades como los presidentes de Turquía, Refecep Tayyip Erdogan; Egipto, Abdel Fattah al-Sissi; de la autoridad nacional Palestina, Mahmud Abás, el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamed bin Salman, y la vicepresidentea ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez.

Pero el protagonista fue Morgan Freeman, que aseguró que «el fútbol da la vuelta al mundo y el que une a las naciones une también a las comunidades». Hasta el último minuto la organización mantuvo el secreto acerca de la estrella que se iba a convertir en el protagonista del show. Después de que algunos cantantes famosos rechazaran estar en el Mundial, bien en el primer día de la inauguración o bien cualquiera de los días siguientes que dura el campeonato, en los que va a haber conciertos de grandes estrellas.

Si Morgan Freeman fue la estrella inesperada, el hombre que condujo la ceremonia ante todo el mundo, menos sorpresa, porque estaba anunciado, pero igual de llamativo fue la aparición en el escenario del cantante Jung Kook, integrante del grupo surcoreano BTS, que interpretó «Dreamers», la canción incluida en la banda sonora oficial del Mundial, y que la cantó junto a la cantante qatarí Fahad Al Kubaisi, lo que también supone, según los organizadores, una llamada a la unidad de «toda la humanidad, salvando las diferencias a través del humanismo, el respeto y la inclusión». El grupo BTS es uno de los que más fans arrastra por todo el mundo, un fenómeno de fans global y sorprendente, que Qatar quiso aprovechar para llegar al máximo número de aficionados posibles en todo el mundo.

En la ceremonia todo discurrió rápido, breve, sin dejar llegar el aburrimiento y hubo pequeños homenajes a las 32 selecciones, como breves fragmentos de canciones típicas con las que las aficiones las animan, y a ediciones precedentes de la Copa del Mundo, con la salida y despliegue de las mascotas, entre ellas Naranjito, que fue la mascota del Mundial que organizó España en 1982.