Pruebas

La rápida decisión de los Mossos que ha sido clave para meter a Dani Alves en prisión

Los Mossos comenzaron a trabajar incluso antes de que la mujer presentara una denuncia, dos días decisivos para hallar indicios que se habrían perdido

Dani Alves
Dani Alves seguirá en prisiónAgencia EFE

Los Mossos d’Esquadra preservaron el baño de la discoteca Sutton en el que supuestamente ocurrió la supuesta violación cometida por el futbolista Dani Alves la misma noche de los hechos. Lo hicieron dos días antes de que la joven de 23 años denunciara los hechos, el 2 de enero. Colocar ese precinto policial –una simple pegatina adosada a la ranura de la puerta que se hubiera roto si alguien la abría– garantizó a los investigadores que nadie contaminara ese espacio. Así, según adelanta El Periódico, la policía científica [[LINK:EXTERNO|||https://www.larazon.es/deportes/alves-mas-acorralado-restos-semen-interior-victima_2023021063e69a5efa7e600001e63434.html|||halló indicios biológicos –restos de semen y huellas dactilares–]] que ya han permitido a la jueza y a las acusaciones saber que Alves estaba mintiendo en sede judicial el pasado 20 de enero y que, presumiblemente, serán también decisivos para probar si se trató de una agresión sexual –como siempre ha denunciado la víctima– o fue un encuentro sexual consentido –como señala ahora la defensa del jugador–. Un simple precinto en la puerta de los aseos ha sido clave en la acusación contra el futbolista.

El pasado martes, los magistrados de la sección tercera de la Audiencia de Barcelona desestimaron de esta manera el recurso de apelación del jugador brasileño contra el auto de prisión de la jueza instructora que lo envió a la cárcel el pasado 20 de enero, tras lo que ingresó en el centro penitenciario Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires (Barcelona). En un auto, los magistrados de la sección 3ª de la Audiencia de Barcelona concluyen que la decisión de la jueza instructora de enviar a prisión al futbolista era “justificada y necesaria” ante los “indicios fundados” de agresión sexual contra el jugador. Y en esta decisión han sido clave los restos biológicos y los informes forenses.

Las grabaciones de las cámaras del reservado han permitido conocer lo que ocurrió esa noche y coinciden con el testimonio de la mujer. También demuestran que Dani Alves la convenció para acompañarlo a otra sala VIP que resultó ser un baño. Durante 17 minutos, ninguno de los dos aparece en las imágenes de seguridad del Sutton, por lo que es totalmente verídico que estuviesen en un baño donde el exjugador del Barcelona la podría haberla insultado, golpeado y violado, según indica ella en la declaración. Alves se sentó en el inodoro y la instó a decirle que era «su putita». «Insistí en que parase y en que me tenía que ir, pero me subió el vestido y me hizo sentarme encima de él», relató la víctima a los Mossos d’Esquadra y a la jueza. Ante su resistencia, la tiró al suelo y la obligó a realizarle una felación, a lo que se negó, y empezó a abofetearla. Luego la puso contra el lavabo y la penetró vaginalmente: «Me resistí, pero él era mucho más fuerte que yo». «Noté que se relajaba y vi una mancha en el suelo. Sabía que había terminado». Alves, según la abogada de la víctima no usó preservativo.

El futbolista abandonó el baño y se fue a la barra a pedir una copa. La joven, visiblemente afectada también acudió a la barra donde estaban su prima y su amiga para susurrarles al oído lo que había ocurrido. La mujer informó de lo sucedido al personal de seguridad de la discoteca, que activó el protocolo pertinente en estos casos y avisó a la policía catalana.

El rápido servicio nocturno de una unidad especializada en delitos sexuales permitió preservar las pruebas en el caso. “Por suerte salió de la discoteca en ambulancia y fue directo a la Unidad Central de Agresiones Sexuales (UCAS). Entonces, a diferencia de la mayoría de las víctimas de violencia sexual, quienes, por disgusto, lavan su ropa interior, ella no tuvo tiempo de pensar en eso. Rápidamente fue atendida y se recogieron las evidencias”, según la letrada de la joven. La abogada asegura que la joven, de 23 años, no bebió alcohol la noche del presunto ataque, lo que “facilitó los recuerdos del episodio”. Muchas víctimas debido a su estado de embriaguez tienen lagunas pero ella recordaba todo de principio a fin.

Las pruebas podrían haber desaparecido

Ese rápido trabajo de los agentes evitó que se eliminaran o contaminaran pruebas decisivas. Entre la violación y la denuncia pueden pasar meses por el estado mental o el miedo de la víctima y eso hace que a veces se pierdan pruebas. Por ese motivo, la UCAS comienza a investigar las agresiones sexuales en cuanto tiene conocimiento de estas, de oficio, sin esperar a que la víctima presenta una denuncia que sí será indispensable para perseguir judicialmente el delito.

Por eso, los agentes de la Policía científica comenzaron de inmediato a analizar el habitáculo donde se produjo la agresión. La misma noche de los hechos, los agentes hallaron hasta siete huellas dactilares de la víctima y restos de semen en el suelo. La víctima denunció el 2 de enero. Días después, se confirmaba que los restos de semen encontrados en el interior de la víctima tenían el mismo perfil genético que la muestra entregada por el futbolista brasileño. También los que se hallaron en el vestido de la víctima y en el suelo del baño de la discoteca donde en teoría se produjo la agresión.

Esos restos biológicos se habrían perdido si el baño no hubiera sido precintado: otras personas habrían entrado a usarlo y, sobre todo, trabajadores de mantenimiento lo habrían limpiado horas después.

Estas evidencias obligaron a Alves a cambiar su versión y admitir que hubo penetración. No obstante, su defensa insiste en jugar la baza del consentimiento y argumentan que el fluido vaginal de la víctima no se corresponde con un "coito forzado".