Atlético de Madrid

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Griezmann, al mando

La elección del francés como tercer capitán es algo más que un detalle. Su continuidad en el Atlético y el título mundial lo han convertido en una referencia para el Atlético y su gente, que vuelve a aplaudirlo

Griezmann dispara a portería en el entreno de ayer en el estadio donde se jugará la final
Griezmann dispara a portería en el entreno de ayer en el estadio donde se jugará la finallarazon

La elección del francés como tercer capitán es algo más que un detalle. Su continuidad en el Atlético y el título mundial lo han convertido en una referencia para el Atlético y su gente, que vuelve a aplaudirlo.

La elección de Antoine Griezmann como el tercer capitán del Atlético es algo más que un gesto que le permita ponerse el brazalete en algunos partidos y firmar las actas. Es un ascenso en la consideración que hacia él tienen el club y su entorno. La muestra fue el aplauso que recibió el pasado sábado cuando disputó los primeros minutos ante su afición después de confirmar que esta temporada seguiría portando el «7» rojiblanco. Griezmann eligió el Atlético y el Atlético y su gente lo han elegido definitivamente como su símbolo. Aunque ya lo era, pero no todos, ni siquiera él, estaban seguros de ello.

Griezmann ya se ha ganado el cariño eterno del Atlético y su afición, aunque la eternidad en el fútbol dura lo que dura. Pero Simeone cuenta con él a pesar de los escasos entrenamientos que ha podido completar con el equipo. «Entrenamos el centro del campo en Singapur y la defensa en Madrid», se quejaba el entrenador rojiblanco en la conferencia de prensa previa al partido. Tampoco aseguraba que el francés fuera a ser titular, convencido, como siempre, de que lo mejor es esperar todo lo posible para anunciar la alineación. «Todos los que han venido acá están a disposición nuestra para jugar. Hasta mañana por la tarde no sabremos quién saldrá de inicio», explicaba el preparador rojiblanco. Pero para Griezmann no es problema. Conoce el método, el que ha ensayado con Simeone durante los cuatro últimos años y llega con la ilusión de haber sido campeón del mundo hace exactamente un mes. «Qué mejor ánimo que llegar como campeón del mundo. Tiene el ánimo por las nubes, eso seguro. Mejor imposible», explica su compañero Godín, que también ha ascendido en el vestuario tras la marcha de Gabi. Ahora el capitán es él. Por eso no estuvo Griezmann en la conferencia de prensa. En las decisiones del Cholo pesan la tradición, la jerarquía y la superstición y siempre elige a los dos capitanes cuando se acercan las últimas rondas de un torneo o la final. Y en el campo, para él, pesan tanto las ganas como cualquier otra cosa. «La ilusión es lo que puede resolver el partido», dice Simeone. «Se juega a nivel emocional», insiste.

Griezmann ha crecido este verano. Ha dado el paso que no han podido dar en su carrera Messi, Cristiano o Neymar, ser campeón del mundo. Quizá eso consiga que la discusión sobre el Balón de Oro se apague un poco hasta que llegue el momento. Pero el Cholo lo ve en condiciones de suceder a Cristiano en la consideración de mejor jugador del mundo este año. «El Balón de Oro tendrán que decidirlo los que entienden de esto, pero está claro que Griezmann está bien posicionado», asume.

Simeone está feliz porque hay futbolistas importantes que quieren fichar por el Atlético y los que tiene no quieren irse. «Los jugadores quieren venir al Atlético y los jóvenes no se quieren ir, como es el caso de Lucas, de Koke, de Saúl, de Giménez, de Thomas. Es paralelo el crecimiento que están teniendo el club y el equipo y han llegado jugadores importantes», asegura el preparador atlético. Pero ninguno de ellos es tan importante para el equipo como Griezmann. «Hacemos un trabajo colectivo para generar mejor competencia y crecimiento. A los futbolistas lo que les interesa es crecer y ganar», añade. Y eso es lo que ha convencido a Griezmann de que su sitio está en el Metropolitano.

Hoy en Tallin tiene la primera oportunidad para demostrar que no se ha equivocado, para demostrar que Griezmann está al mando del nuevo Atlético que juega un derbi con las ganas de siempre.