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La rebelión de Malcom

El extremo brasileño fue titular en lugar de Messi. Lo intentó todo el rato y se equivocó en algunas decisiones, pero terminó logrando el gol del empate.

Malcom disputó su primer clásico y pese a que no comenzó bien, fue de los mejores de su equipo y logró el empate
Malcom disputó su primer clásico y pese a que no comenzó bien, fue de los mejores de su equipo y logró el empatelarazon

El extremo brasileño fue titular en lugar de Messi. Lo intentó todo el rato y se equivocó en algunas decisiones, pero terminó logrando el gol del empate.

Cuando faltaba algo más de una hora para que empezara el partido, el misterio se resolvió: Messi no iba a ser titular. «Las decisiones las tomas en función de lo que piensas que es mejor para el equipo y el jugador. El otro día acabó con molestias, hoy se encontraba bien, pero pensamos que era mejor que entrara en el segundo tiempo. Lo hablé con él y ya está», aseguró Valverde. Cuando el «10» salió al campo en la segunda parte se pudo comprobar que tampoco estaba al cien por cien.

La primera decisión estaba tomada: saber el sustituto. Como Dembélé se está recuperando de una lesión, Valverde apostó por el recambio natural, por el brasileño Malcom. No era un día fácil para él, ya que apenas está contando para su entrenador a lo largo de la temporada. Ha disputado poco más de 500 minutos entre todas las competiciones e incluso estuvo cerca de abandonar el club en el mercado de invierno. «No me voy a ir, mi sueño está empezando en el Barça», dijo en noviembre, después de marcar al Inter en la Champions, en uno de sus mejores momentos. Logró el gol y lloró. También se ha lesionado este curso, y lloró al hacerlo. Todo es muy emocional para él, que quiere, aunque a veces no puede. «Siempre tiene ocasiones, al final está más acertado o no, pero las tiene. Esperamos que el gol sea bueno para él y para nosotros», afirmó el «Txingurri».

El comienzo del clásico, su primer clásico, no fue prometedor para Malcom. Se equivocó en un par de centros y falló un mano a mano contra Keylor Navas, rematando de forma inocente. Pero no paró de insistir. Poco a poco, junto a Semedo, se fue convirtiendo en el futbolista más incisivo de los suyos, aprovechando la debilidad de Marcelo en su lateral. Pese a que a veces daba la pelota al contrario (siete pases mal), pese a que en ocasiones centró de forma blanda y sin peligro, no paró hasta que al final encontró el premio del empate. Lo celebró de forma pasional, sin lágrimas, pero con mucha euforia. «A nivel de confianza, un gol te da mucho y a él, que no está teniendo minutos, mucho más», aseguró Busquets.

Malcom aprovechó su oportunidad. Coutinho no lo hizo. Pese a algunos brotes verdes en sus últimas actuaciones, el ex del Liverpool fue el jugador melancólico de otras veces y no tuvo presencia en el encuentro, más allá de un par de disparos que se marcharon fuera. «Me preguntáis mucho sobre Philippe. Ya sé que se espera mucho de todos los jugadores, especialmente de los atacantes. Es un jugador que sigue atreviéndose y es lo que buscamos», dio la cara por él Valverde, que en el próximo duelo ya podrá tener a Dembélé y a Messi.