Euroliga

El Madrid, imparable ante el Zalgiris (93-79)

Campazzo lideró al equipo en los dos primeros cuartos. Deck y Poirier tomaron el relevo tras el descanso. Los blancos suman diez victorias en diez partidos este principio de temporada

Poirier vuela para anotar en el aro del Zalgiris
Poirier vuela para anotar en el aro del ZalgirisJUANJO MARTINAgencia EFE

Décimo partido oficial y décima victoria. Un título, la Supercopa, dos triunfos en sendos Clásicos y el Zalgiris como la décima víctima. Es un resumen apresurado del comienzo del curso para el Madrid. El equipo ha recuperado una de las mejores costumbres del "lasismo": convertir las noches europeas en el WiZink Center en un planazo. No hubo cuarto partido seguido anotando más de cien puntos, pero el Madrid tuvo ratos explosivos. Suficiente para tumbar a un más que respetable Zalgiris. Campazzo (18 puntos, 4 rebotes y 9 asistencias), Deck (19 puntos) y Poirier (18 puntos y 7 rebotes) fueron los nombres propios en el partido que abría la primera semana de sesión doble en la Euroliga. El jueves llegará el Milán de Mirotic.

El Zalgiris aparecía en Madrid invicto. Siete partidos y siete victorias. Había ganado en Bolonia a la Virtus y había podido con el Estrella Roja en Kaunas. Un comienzo intachable. Equipo tan correoso como de costumbre, con roles muy definidos, con una defensa notable permitiendo 76 puntos por partido... hasta que se topó con el equipo más en forma de Europa. En realidad, con el equipo y con el jugador. En los planes de los lituanos una de las claves para tener opciones era ensuciar el partido. Que mandara la defensa, que fuera un partido feo. Pero Campazzo se empeñó en todo lo contrario. El momento de forma que ofrece el argentino en el comienzo de la temporada es un escándalo. No hay en Europa un jugador que domine los partidos como él. Da la sensación muchas veces que incluso se frena o, como mínimo, se regula. Y si no lo hace él, lo hace Chus Mateo.

Cuando le sentó el entrenador, el "Facu" ya se había desencadenado. Esta vez no hizo falta que metiera el turbo y que pusiera al equipo a correr. Eso lo frenó el Zalgiris. Con lo que no pudo fue con el acierto exterior liderado por el argentino. El Madrid anotó cuatro triples seguidos, tres de Campazzo, para escaparse (25-16). Su impulso multiplicó la confianza de los compañeros. Mediado el segundo cuarto ya habían anotado ocho triples y el equipo amenazó con romper el partido. El Zalgiris es muy de ir a su ritmo, no es un equipo de altibajos y eso supone que sea muy complicado derribarle. Soportó el temporal y, poco a poco, fue capaz de ir rebajando la euforia de los locales. El "efecto Campazzo" anima a todos sus compañeros y a uno de los que más es a Poirier. El pívot es el otro gran nombre propio del principio de curso. Sin Tavares, el equipo no se siente débil. Al francés le buscan sus compañeros y aparece más de lo acostumbrado en ataque. Como físicamente está sano, en defensa se hace notar. Y así el equipo dio un nuevo tirón al descanso. En mitad de partido, el Madrid sumaba 53 puntos y Campazzo aportaba 16 puntos y 4 asistencias. En la mitad de puntos del equipo había estado implicado el "Facu".

El plan del Zalgiris funcionó en el comienzo del tercer cuarto. Lo de ensuciar el partido, atascarlo, bachearlo... fue lo que hicieron los lituanos con una dedicación admirable. El Madrid empezó a sumar pérdidas, faltas en ataque y se sintió incómodo. En los cinco primeros minutos sólo fue capaz de sumar dos tiros libres de Tavares y el Zalgiris, sin hacer apenas ruido, volvía a estar en la pelea (55-52). Pero se quedó a mitad de camino. Contener un cuarto entero al actual Real Madrid es muy complicado. Llegó un parcial de 8-0 sin la brillantez de los dos primeros cuartos, pero fue suficiente para volver a mandar. Cuando el equipo estaba en dificultades fue el turno de Deck. A diferencia de su compatriota Campazzo, el "Tortuga" ha tenido un principio de temporada más lógico. Su aparición, con nueve puntos en el tercer cuarto, dejó en nada todo el esfuerzo de los bálticos.

Por si hacía falta algo más, el capitán reclamó los focos. Anotó cinco puntos seguidos y el Madrid se escapó sin remedio. La décima victoria en diez partidos estaba sellada.

93. Real Madrid (25+28+19+21): Campazzo (18), Musa (4), Deck (19), Yabusele (5) y Tavares (4) -quinteto titular- Rudy (9), Llull (5), Rodríguez (3), Poirier (18), Hezonja (5) y Causeur (3).

79. Zalgiris Kaunas (19+24+19+17): Evans (8), Giedraitis (10), Ulanovas (5), Smits (12) y Hayes (4) -quinteto titular- Manek (11), Dimsa (2), Mitrou-Long (11), Lekavicius (10), Birutis (6) y Lavrinovicius (0).

Árbitros: Javor (Esl), Jovcic (Ser) y Keljensic (Mon). Sin eliminados. Técnica al banquillo del Zalgiris.

Incidencias: 7.000 espectadores en el WiZink Center. Partido correspondiente a la tercera jornada de la Euroliga.

3ª jornada: Partizán, 83-Barcelona, 92; Fenerbahçe, 83-Panathinaikos, 69; Anadolu Efes, 89-ASVEL Villeurbanne, 84; Baskonia, 68-Bayern, 76; Real Madrid, 93-Zalgiris Kaunas, 79; Milán, 65-Olympiacos, 53; Estrella Roja-Mónaco (20:00); Valencia-Maccabi (20:30) y Virtus Bolonia-ALBA Berlín (20:30). (Todos en Movistar +).

Clasificación: 1. Real Madrid (3/0); 2. Barcelona (3/0); 3. Valencia Basket (2/0); 4. Bayern Múnich (2/1); 5. Fenerbahçe (2/1); 6. Zalgiris (2/1); 7. Maccabi (1/0); 8. Virtus Bolonia (1/1); 9. Estrella Roja (1/1); 10. Milán (1/1); 11. Olympiacos (1/2); 12. Partizán (1/2); 13. Baskonia (1/2); 14. Panathinaikos (1/2); 15. Anadolu Efes (1/2); 16. ALBA Berlín (0/2); 17. Mónaco (0/2); 18. ASVEL Villeurbanne (0/3).