Copa del Rey
El Madrid sobrevive a la exigencia extrema del Valencia (86-85)
El Madrid se metió en semifinales de la Copa pese a que el Valencia dispuso de la última posesión para ganar. Todo apunta que Llull no volverá a competir en el torneo por una lesión en la rodilla izquierda
Drama para empezar la Copa y con final feliz para el Madrid. El Valencia Basket dispuso de la última posesión para meterse en semifinales, pero Jones, el mejor de los suyos, no pudo con la defensa blanca. El trabajo colectivo de los blancos (seis jugadores anotaron entre 9 y 19 puntos) palió el mal día en el tiro de tres (5/27) y desde el tiro libre (25/37). El peaje para alcanzar la semifinal fue un feo gesto de la rodilla izquierda de Llull que está pendiente de revisión.
El Valencia fue capaz de arreglar en el último minuto del segundo cuarto lo que había sido hasta ahí un meneo importante del Madrid. A los blancos no les hizo falta tener un día inspirado en el exterior. Nada más lejos de la realidad. El comienzo de la Copa fue un concurso de tiro exterior con unos porcentajes que dejaron mucho que desear. Poco antes del descanso entre ambos equipos sumaban un sonrojante 5/32. El raquítico acierto hacía menos daño en los blancos porque de salida presumieron de trabajo coral. Rebajaron el cupo de errores bastante antes que los chicos de Mumbrú y cuando el equipo se asentó empezó a dominar de una forma que resulta abusiva.
Ese apartado nadie lo representa mejor que Tavares. El pívot da la sensación en ocasiones que juega en canastas de mini-basket y los rivales lo saben. Eso a pesar de que los exteriores del Valencia fueron atrevidos. Fue la manera de disimular el pánico que genera el caboverdiano. Radebaugh, Jones, Harper... todos tantearon al pívot sin resultado. La apuesta de Chus Mateo por hacer cambios defensivos y que Tavares se quedase con algún "bajito" le salió bien al Madrid. Cuando Tavares se asentó en defensa, creció en ataque. Su dominio obligó a Mumbrú a cambiar su juego interior. Dio igual que estuvieran Claver y Dubljevic o Rivero y Alexander. Tavares marcaba la temperatura del partido y cuando eso sucede la confianza de sus compañeros crece. Cuando Chus Mateo dio la primera tregua a Tavares ya adentrados en el segundo cuarto todo rodaba en el Madrid. Nueve jugadores habían intervenido y todos habían aportado. En parte también era culpa del Valencia porque el Madrid se escapaba (31-15) y sólo había cometido tres faltas mediado el segundo cuarto.
Sin Tavares y con el susto que dio la rodilla izquierda de Llull en un choque con Prepelic y que le impidió volver a pista, el Madrid se estancó. Encajó un parcial 0-8 y se agarró a Hezonja para conservar el trabajo hecho hasta entonces. Los diez puntos que anotó el croata en el segundo cuarto fueron el antídoto para la fórmula que encontró el Valencia en el descanso de Tavares. Unos detalles de Rivero y la inspiración de sus bajitos. Mumbrú cuenta con un arsenal exterior con cuatro jugadores de un corte similar. En un día inpirado pueden dinamitar un partido; en un mal día pueden resultar tóxicos para su equipo. Los dos triples, de Evans y Prepelic, el segundo desde el centro de la pista, minimizaron daños.
Mumbrú decidió modificar el plan de salida en el tercer cuarto. Apostó por tres grandes, Claver-Pradilla-Dubljevic, para minimizar el factor Tavares. Pradilla se emparejó con el pívot y las ayudas rebajaron su impacto. El Madrid apeló al físico de dos piezas básicas como Deck y Yabusele, pero se encontró con el factor de los exteriores del Valencia que hasta entonces no habían sido importantes. Jones, el ejecutor del Panathinaikos en Grecia, y Harper se las apañaron para alcanzar igualados el último cuarto.
El Madrid no cedió el mando pese a los numerosos errores desde el tiro libre (doce lanzamientos fallados) y a que el porcentaje en el tiro exterior resultaba infame (5/27 final)... pero había muchos jugadores aportando. Cuando no era Deck, era Yabusele y cuando no aparecía Tavares lo hacía Hezonja. A la amenaza del Valencia (63-61), el equipo de Chus Mateo respondió con un esfuerzo coral. Insuficiente para un despegue definitivo porque el Valencia contestaba de tres en tres y Jones y Harper habían vuelto a enchufarse. A menos de tres minutos y después de dos intentos, el equipo de Mumbrú se puso por delante (79-81). Ahí apareció Deck. El argentino todavía recuerda la bandeja fallada hace un año en la final de Granada ante el Barça. Devolvió el mando al Madrid (85-81), pero Jones quería más guerra. Tanta que dispuso de la última posesión para meter al Valencia en semifinales. Se emparejó con Yabusele, pero su penetración no tuvo premio. El Madrid respiró en medio del drama.
86. Real Madrid (21+20+22+23): Williams-Goss (4), Musa (9), Deck (19), Yabusele (10) y Tavares (11) -quinteto titular- Llull (3), Hanga (9), Cornelie (3), Hezonja (16), Poirier (0) y Rodríguez (2).
85. Valencia Basket (13+21+24+27): Radebaugh (4), Jones (20), Puerto (0), Claver (4) y Dubljevic (9) -quinteto titular- López-Arostegui (3), Rivero (8), Alexander (8), Harper (16), Prepelic (5), Pradilla (5) y Evans (3).
Árbitros: Pérez Pizarro, Perea y García González. Sin eliminados. Técnica a Mumbrú.
Incidencias: 10.000 espectadores en el Olímpico de Badalona. Primer partido correspondiente a los cuartos de final de la Copa del Rey.
Programa de la Copa del Rey
Cuartos de final
A. Real Madrid, 86-Valencia Basket, 85
B. Barcelona-Unicaja
C. Lenovo Tenerife-Gran Canaria (viernes 17, 18:30)
D. Cazoo Baskonia-Joventut (viernes 17, 21:30)
Semifinales (sábado 18)
Real Madrid-Ganador B (18:30)
Ganador C-Ganador D (21:30)
Final (domingo 19, 19:00)
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