Juegos Olímpicos

Marta Domínguez, desventuras y mancha de una mediofondista

El palmarés de la atleta palentina, incluso tras ser desposeída de algunos títulos, es uno de los mejores del atletismo español

Marta Domínguez, en Londres 2012
Marta Domínguez, en Londres 2012Agencia EFE

Uno de los mejores palmareses del atletismo español en pista, incluso sin considerar las medallas que le fueron retiradas, pertenece a Marta Domínguez. La polifacética fondista palentina, que en la cima de su arte llegó a ser campeona de Europa de campo a través, es doble subcampeona mundial de 5.000 metros, distancia en la que ganó dos oros y un bronce continentales desde su irrupción en los años noventa.

Senadora en Cortes, galardonada con la Medalla de Oro de la Real Orden del Mérito Deportivo y candidata al Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, su trascendencia como personaje público fue mucho más allá del atletismo. De ahí el tamaño de la decepción cuando su nombre saltó a la crónica policial.

Aunque su primer podio internacional absoluto data de Budapest 1998, el último Europeo disputado en el siglo XX, en torno a Marta Domínguez había grandes expectativas desde su plata en 1.500 metros en el Mundial júnior de Lisboa de 1994, donde ya llevaba el cabello sujeto con la cinta rosa que la caracterizó durante toda su carrera. En la distancia reina del mediofondo, sin haber cumplido los 21 años, la palentina compitió en Atlanta 96, donde no pasó de las series. Esa fue la primera de sus tres participaciones olímpicas; lo suyo con los Juegos fue una historia de desencuentros.

En Sydney 2000, cuando ya había pasado a la distancia superior y competía sin complejos con las mejores, una gripe le impidió clasificarse para la final olímpica. Corrió la segunda de las tres series sin aparentar nunca estar en condiciones de ocupar una de las cuatro primeras plazas: finalizó décima a más de medio minuto de la última de las repescadas. El oro y la plata que ganaron las europeas Gabriela Szabo y Sonia O’Sullivan con marcas similares a las que ella acreditó la temporada siguiente permiten lamentar la oportunidad perdida.

No volvería a presentarse otra, puesto que en Atenas 2004, cuando era una de las dominadoras de la distancia con dos subcampeonatos mundiales en la olimpiada previa, no participó debido a una lesión.

Su reconversión a los 3.000 obstáculos tras la integración de esta prueba en el programa femenino fue todo un éxito… o más bien la causa de su caída. Fue finalista en Pekín 2008, los Juegos de las mil descalificaciones por dopaje, pero se retiró en la carrera por las medallas por razones aún no explicadas cuando era una de las favoritas para el título. ¿Algún soplo oportuno? ¿Un error de cálculo del médico? En la "steeplechase" logró su mayor logro en 2009, el título mundial en Berlín, del que fue desposeída años más tarde, cuando admitió haber tomado sustancias ilegales durante el proceso de la "Operación Galgo", una trama de tráfico de estupefacientes en la que se vio envuelta.

Marta Domínguez, que socialmente bajó del paraíso a los infiernos, fue absuelta de los cargos penales pero las evidencias de que había de que había recurrido a sustancias ilegales para mejorar su rendimiento deportivo propiciaron que la Federación Internacional de Atletismo la desposeyese de sus títulos y marcas de 2009 y 2010.