Entrevista
Mohamed Attaoui: “En la final de los Juegos estaba El Guerrouj, mi ídolo, tenía que hacerlo bien”
Lleva un par de temporadas compitiendo con los mejores en el 800, la prueba “más difícil”. “Si sales atrás y te pasas de lento, no remontas; si te pasas de rápido, lo pagas”, asegura. Llega optimista al Mundial de Tokio
Mohamed Attaoui (Beni Melal, 2001) llevaba todo el verano queriendo hacer un 1.000, pero no le cuadraba el calendario. Lo hizo poco antes de viajar al Mundial de Tokio y paró el crono en 2:12.25, récord de España y tercera mejor marca de todos los tiempos. «Fue brutal», dice antes de partir a Japón, donde buscará desde hoy la gloria en el 800, una de las pruebas más caras de los últimos años.
¿Por qué se corre ahora tanto en el 800?
El año pasado hubo ese boom, todo el mundo empezó a hacer marcas y te lo empiezas a creer.Cuando ves que este, el siguiente y todos han hecho esa marca... Por ejemplo, me acuerdo de laDiamond de París, hicieron muchísimos 1:41, de hecho muchos europeos también hicieron 1:42,rivales con los que competíamos, y decías: «Joer, si a estos les gano yo y han hecho 1:42 largos, o 1:43, ¿por qué yo no lo puede hacer?». Nos hacemos mejores los unos a los otros. Ves que unos lo pueden hacer y también empiezas a entrar en mítines importantes, y tienes la oportunidad de competir contra ellos y estar en esas marcas. La final olímpica en París [Attaoui fue quinto] fue el ejemplo... Sí, los cuatro primeros hicieron todos 1:41, yo me quedé otra vez al borde... Con mi marca hubiera sido medalla en todos los Juegos, pero justo me pilló que, madre mía....
¿Pudo saludar a El Guerrouj en los Juegos de París?
Joder, mira. Es mi ídolo, nunca había coincidido con él en nada de nada, y justo estábamos en la final en la cámara de llamadas antes de entrar al estadio y entró. Y yo: «No puede ser».
¿Es verdad que veía sus vídeos en YouTube?
Sí, sí y los sigo viendo. Me gusta ver cómo competía, los récords que ha batido y demás. Entró en la cámara de llamadas, empezó a saludarnos y yo: «Joder, de verdad...»-
Pero no le afectó...
No, no, no. No me afectó. Al revés: «Está aquí viéndome, tengo que hacerlo bien».
¿Cree que Ingebrigtsen batirá el récord de 1.500 de El Guerrouj?
Ufff. Yo creo que aguantará, pero con la cantidad de atletas que están corriendo ahora en 3:27,Ingebrigtsen que el año pasado hizo 3:26 largos... Va a ser difícil, pero llegará un momento en el que se batirá, aunque creo que se va a mantener por ahora.
¿Un año postolímpico es más relajado?
No, no. No ha cambiado nada. Yo creo que cuando se te presenta la oportunidad de los Juegos, que es cada cuatro años, dices: «No me la quiero perder, hago lo que sea posible». Estás como un poco más nervioso para hacerlo bien, quedar entre los tres primeros en los nacionales, hacer la mínima... Pero siendo un Mundial, también es súper importante, están los mismos que en los Juegos. No me lo tomo más relajado, sino de la misma manera.
"Llevo muchos años corriendo el 800 y todavía a veces no doy con la táctica"
El 800 es una prueba compleja, se puede pensar, pero tampoco mucho...
Hace tres años no era tan compleja, pero desde el año pasado hasta ahora por el nivel que hemos hablado se ha convertido en la más difícil, y encima a nivel táctico, yo suelo hacer bastantes «milquis» como de preparación y son casi cuatro vueltas, sales desde atrás, no pasa nada, tienes tiempo para moverte, el ritmo no es tan, tan fuerte, puedes hacer cambios de ritmo y no te van a afectar tanto, pero en el 800... Llevo años corriéndolo y todavía hay veces que no doy con la táctica. Es muy difícil, porque sales atrás y si te pasas un poco de lento, ya no remontas; pero si sales un poco fuerte, en el último 150 lo pagas. Hay que saber maniobrar y controlar fuerzas.
¿Tiene un plan de salida o va improvisando según la carrera?
En otra prueba podría ser, pero en el 800 siempre, siempre hablo con mis entrenadores y salimos con un plan, y más o menos siempre lo sigo y suele salir bien. Pero el otro día en la final de la Diamond [en Zúrich] quise arriesgar... Siempre me ha apetecido salir un poco fuerte para saber qué puede pasar, quería pasar súper rápido, nunca lo había hecho, siempre salgo desde atrás o a 50 [segundos] largos, y dije: «Venga, hoy voy a probar a salir fuerte». Y los entrenadores me dijeron: «No, no sal desde atrás». Y les dije: «Vale, no sé qué». Y en la cámara de llamadas me insiste el entrenador: «Nos mantenemos en la táctica de salir desde atrás». Y luego salí a toda leche. Después, me dijeron un poco que por qué había hecho eso. Llevaba mucho tiempo deseando salir fuerte para ver qué pasa y ya sé lo que no tengo que hacer, ya llego con todo aprendido para Tokio. Siempre me comía la cabeza: «Nunca me dejan salir fuerte con los de adelante, con Wanyonyi y demás, con la posición ya ganada para saber cómo lo puedo hacer». Pero vi que el ritmo... Se me fundieron los plomos y pensé: «Esto no lo vuelvo a hacer».
"La mayoría de ochocentistas se van cansando según pasan rondas; yo, al revés, me voy sintiendo mejor"
¿La recuperación entre pruebas se entrena?
Al final, la mayoría se van cansando según pasan de primera ronda a semis y llegando a la final. Yo, por ejemplo, entreno muchísimo por arriba, o sea, mucho volumen, y me pasa lo contrario, cada ronda me voy sintiendo mejor.
¿Qué significó para usted fichar por el equipo OAC Europa?
En 2023, la verdad es que fui mejorando bastante mis marcas, fui subcampeón de Europa sub’23, también me clasifiqué para el Mundial, hice 1:44 medios en el 800, y me había llegado otra oferta, de New Balance. Esperamos para después del Mundial y me llegó de «On». Yo estaba entrenando en Torrelavega solo, no tenía instalaciones y eso, y me llegó esa oferta. Además, me podía incorporar al grupo de entrenamiento. Era entrar en un grupo profesional, con un entrenador [Thomas Dreissigacker], instalaciones, entrenando todo el año en altitud en Saint-Moritz (Suiza) y Suráfrica, y fue un cambio brutal, drástico.
¿Cómo reparte el tiempo entre Saint-Moritz y Suráfrica?
La sede del equipo es Saint-Moritz porque la marca es suiza, pero de noviembre a marzo, más o menos, entrenamos en Suráfrica. Vamos allí porque nieva en Saint-Moritz y no podemos entrenar.
¿Qué ve al asomarse por la ventana en Saint-Moritz?
Montaña, nieve y poco más. Al final son sitios de altitud.
Nutrición, psicólogo... ¿También lo tiene muy en cuenta?
Nutricionista he tenido desde 2023, es de Torrelavega, donde vivo, y la verdad es que muy bien. Y psicólogo he empezado hace un año, es de «On», y he notado cambios también muy buenos.
Esos inicios en Torrelavega no se olvidan...
Eso nunca se olvida, es el principio de todo y lo que me ha hecho llegar hasta aquí. Mi familia sigue viviendo ahí, mis amigos, mis compañeros. Cada concentración que acabo suelo ir unos días allí.
Llegó allí muy pequeño. ¿También corría en Marruecos?
No, no. Era muy pequeño, sólo tenía seis años, no corrí hasta que llegué aquí. Era un chico un poco inquieto, me gustaba hacer de todo, me empecé a apuntar a los crosses de casi todos los colegios.Éramos chavalillos, ganaba casi siempre, y el último año había unos monitores de Atletismo Torrelavega hablaron con mis padres y empecé unos días después
"Cuando falleció mi padre no tenía ganas de hacer nada, dejé el atletismo, pero seguía viendo a mis amigos y me convencieron para volver"
El peor momento fue cuando falleció su padre...
Justo cuando sucedió, no tenía motivación. No quería hacer nada. Lo dejé, no sé si llegó a ser un año y algo, pero lo retomé porque al final tenía amigos allí. Si no me veía con ellos entrenando, me veía para ir a jugar o a quedar para hacer algún plan y ellos me decían: «Tienes que volver»... Y volví. Tenía 13 años. Siempre me acuerdo de ello cuando compito, me costó superarlo, pero lo conseguí.
Dicen de usted que es explosivo. ¿Se es o se hace uno explosivo?
Creo que lo soy, porque al final mucha gente aunque lo entrene no le sale. Con mi antiguo entrenador yo era así y aparte trabajaba mucho la velocidad. Además de tenerlo, lo trabajaba mucho, es como que explotas una cualidad, una virtud, y si la trabajas, se convierte en algo mucho mejor.
¿En Torrelavega tenía al menos pista de atletismo?
No sé si se le puede llamar pista, está destrozada. Es como correr en carretera. Justo este año, después de muchos de pelea, creo que la van a cambiar, así que podré entrenar ahí cuando vaya a casa, porque siempre me tenía que ir a Santander, que ahí sí hay una pista, pero es algo incómodo tener que moverte media hora, otra media para volver, sabiendo que en tu ciudad puedes tener una.
Y entrenando así llegó a hacer las marcas que hizo...
Sí, sí. Eso es. Entrenando en las peores condiciones. Luego cuando vas a competir y lo tienes todo bien, dices: «Esto es un cambio de la leche».