La pieza clave del AMR23 que hace volar a Fernando Alonso con Aston Martin

El curso 2023 de Fórmula 1 empezará el próximo domingo 5 de marzo, en Bahrein. Empezará muy pronto, 15 días antes de lo que arrancó la temporada 2022, y de hecho será el mundial que antes empiece en más de 20 años, desde el curso de 2002, que arrancó en Australia un 3 de marzo. Será la quinta temporada de la F1 que arranque en Bahrein, que ya estrenó mundial en 2006, 2010, 2021 y 2022, y que se ha establecido como la sede de apertura en las temporadas de F1. La Fórmula 1 y la FIA tenía programados un total de 24 fines de semana de Gran Premio para el Mundial 2023, pero las restricciones debido a la COVID-19 en China han supuesto su cancelación, por lo que finalmente se realizarán 23 carreras.

Además, contará con seis carreras al esprint, el doble que en 2021 y 2022, se correrán en los Grandes Premios de Azerbaiyán, Austria, Bélgica, Qatar, Estados Unidos y Brasil, según un comunicado.

Un temporada en la que Fernando Alonso tiene puestas muchas esperanza tras el magnifico rendimiento demostrado por Aston Martin en los test de pretemporada. Y que, hacía mucho tiempo que Fernando Alonso no terminaba una pretemporada de F-1 con unas sensaciones tan buenas como las de este curso. Después de vivir el «drama» de McLaren-Honda y los fallos de Alpine, concluyó las tres jornadas de test con su nueva escudería, Aston Martin, y superó con creces las expectativas que tenía con su nuevo coche.

Aston Martin se ha convertido en la sorpresa de la pretemporada con el español al volante del AMR23, un coche en el que una de sus piezas ha resultado ser la clave para convertirlo en un monoplaza ganador. Ya nadie duda de que el equipo que en 2022 acabó séptimo, en 2023 estará codeándose con los ricos de la Fórmula 1 y todo gracias al gran trabajo de los ingenieros. Desde la escudería aseguran que es nuevo en un 95% y han añadido en él "innovaciones inteligentes" tras encontrar lagunas en el reglamento.

El acierto con los pontones

Entre los cambios destacan un alerón delantero muy modificado pero la zona más llamativa del nuevo Aston Martin AMR23 es la central, en la que el diseño de los pontones ha cambiado por completo y se ha radicalizado. Sus pontones tienen un corte similar al del Red Bull, pero por dentro llevan la "rampa descendente" de Ferrari hasta el extremo: directamente hay un tobogán que conecta el pontón con el fondo del monoplaza. Según explica Motorpasión, el Aston Martin AMR23 parece un coche muy estable en su zona trasera, y eso sería en gran medida porque el tobogán de su pontón conduce todo el aire turbio de las ruedas delanteras al fondo del monoplaza. Así consigue una doble mejora: que las ruedas traseras no tengan resistencia del aire y que el fondo, donde está la mayor parte de la aerodinámica, esté bien nutrido de aire. Además de reducir su tamaño, sobre los pontones aparece una doble hilera de aletines con la finalidad de eliminar turbulencias y reducir vibraciones.

Y está funcionando. Varios pilotos, como George Russell o Nico Hülkenberg, ha expresado en público su sorpresa al ver la estabilidad del Aston Martin en curva. El coche de Fernando Alonso es, junto al Red Bull, el único que no ha sufrido el 'porpoising' en toda la pretemporada. Los tiempos han salido muy fácil, incluso en manos del novato Felipe Drugovich.

Los pontones se convierte así en la clave técnica que permite a Alonso volver a soñar con estar en lo más alto de la fórmula 1.