Nitto ATP Finals
El gran Alcaraz aparece a tiempo para la batalla contra Djokovic
Las semifinales de las ATP Finals están servidas: Djokovic-Alcaraz y Medvedev-Sinner, el uno, el dos, el tres y el cuatro del mundo. Mejor, imposible
El tiro de Daniil Medvedev se fue largo y el grito de Carlos Alcaraz se escuchó en todo Turín. Fueron varios "vamos" liberadores, que significaban mucho más que una simple victoria, aunque el triunfo por 6-4 y 6-4 contra el ruso no tuviera nada de simple. El premio directo es jugar las semifinales de las Nitto ATP Finals, el selectivo Torneo de los Maestros al que sólo llegan los ocho mejores del curso. Lo hace con sólo 20 años y en su primera participación (en 2022 estaba también clasificado, pero se lesionó antes).
La recompensa interna para Carlos es que su tenis por fin está volviendo a fluir después de unos meses de letargo que pueden considerarse como normales siendo un tenista tan joven y tras un curso tan exitoso como el que ha tenido. Desde el US Open, al murciano se le notaba cansado. Reconoció que era una cuestión mental y en Turín ha ido dando pasos adelante para empezar a reencontrarse. Contra Zverev compitió, pero no fue suficiente y un par de despistes y el demoledor saque del alemán le llevaron a la derrota. Contra Rublev ya estuvo más suelto y contra Medvedev se le volvió a ver esa sonrisa que en su caso dice mucho.
La velocidad de la pista instalada en el Pala Alpitour hace que sea necesario ir al ataque, tomar la iniciativa antes que el rival, porque si no toca sufrir. Para jugar de esa manera hace falta confianza en sí mismo y Alcaraz por fin la tuvo para sacar un partido más equilibrado de lo que refleja el marcador. Fue un doble 6-4 decidido en un par de detalles, porque ambos tenistas se hicieron cosquillas al resto. Fueron varios los 0-30, en ambos sentidos, que reflejó el marcador. Daniil no pudo sacar provecho de ninguno de ellos, tampoco del 15-40 del primer parcial, sus dos únicas pelotas de rotura, que obtuvieron una respuesta impecable del español: jugó los puntos bajo presión con una determinación que le faltaba de un tiempo a esta parte. Alcaraz, en cambio, sí sacó provecho de un par de las veces que se acercó en el resultado al resto y con un break en cada set firmó la victoria.
No se sabe cuánto se dejó llevar Medvedev, que ya tenía la clasificación asegurada pasara lo que pasara, pero independientemente de ese dato (que puede ser un poco o nada, en ningún caso mucho), el Carlos que se movió en la pista supo defenderse primero, pues al comienzo del encuentro los intercambios los dominaba el ruso, y poco a poco ir ganando metros y ser él el que daba y el que encontraba los ganadores y la fantasía, el que subía a la red. También visitó la zona de ataque por táctica, al situarse tan atrás Medvedev para restar: fueron varios los saque-red del murciano. Si la cara es el espejo del alma, en el caso de Carlos la cara y la forma de moverse son el reflejo de su tenis.
Unas semifinales de ensueño
Esta mejoría la debe seguir manteniendo, o debe ir todavía a más, porque en las semifinales le espera un Djokovic con un día más de descanso y revitalizado después de que Sinner le diera una vida extra con su triunfo ante Rune. Estaba casi fuera el serbio, pero la victoria del italiano le metió dentro y las semifinales son ya territorio Nole absolutamente. Será el cuarto Alcaraz -Djokovic del curso, con 2 (Roland Garros y Cincinnati) a 1 (Wimbledon) a favor del serbio. La otra semi la disputan Sinner y Medvedev. No puede haberse quedado un mejor cartel, con el uno, el dos, el tres y el cuatro del mundo.
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