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Impuestos

Estos son los impuestos que va a subir el Gobierno de Pedro Sánchez

El IRPF o Patrimonio, en el punto de mira. El Ejecutivo también tiene en sus planes nuevos tributos como las tasas Tobin y Google y el impuesto a los plásticos

Oficinas centrales de la Agencia Tributaria en Madrid
Oficinas centrales de la Agencia Tributaria en MadridDavid Jar

Hay que subir impuestos, no queda otra. El mensaje que lanzó el pasado jueves el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su entrevista en La Sexta acabó de un plumazo con las esperanzas de todos aquellos que creían posible, como plantean Italia o Alemania, bajar impuestos para estimular la salida de la economía de la recesión en que la ha sumido la crisis de la Covid-19. Es “inevitable”, dijo, una subida del IRPF a las rentas más altas. Pero no serán sólo los que más ganen los que acaben pagando la factura de la crisis de la Covid-19. Los planes esbozados por el Ejecutivo social-comunista de PSOE y Podemos pasan por una revisión más profunda de la fiscalidad.

  • IVA. El Gobierno ha descartado una subida de tipos y parece alejar la posibilidad de incrementar del 21% al 23% el general. Sin embargo, no parece haber descartado una revisión de la cesta de productos afectados por cada uno de los tipos, tal como sugiere el Banco de España. El regulador asegura que, como consecuencia del mayor porcentaje de bienes de consumo tasados al tipo reducido o superreducido, España recauda una media de 8.000 millones de euros menos de los que podría ingresar.
  • IRPF. Sobre este impuesto no hay dudas: se subirá para las clases más altas porque es “inevitable”, como aseguró Sánchez. El programa económico pactado entre PSOE y Unidas Podemos para el Gobierno de coalición contempla una subida de 2 puntos del IRPF para rentas superiores a 130.000 euros anuales y de 4 puntos para las superiores a 300.000 euros. Un incremento que apenas dejara algo más de 300 millones en caja, según sus propios cálculos.
  • Impuesto de Patrimonio. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ya ha anunciado que el Gobierno propondrá “armonizar” los impuestos cedidos a las comunidades autónomas, es decir, Sucesiones y Patrimonio, en el marco de la reforma de la financiación autonómica que quiere impulsar. Con “armonizar” lo que el Ejecutivo quiere decir es igualar por la parte alta este impuesto en todas las regiones para evitar lo que denominan “dumping fiscal”. Comunidades como Madrid, que tienen bonificada esta tasa, ya han mostrado su rechazo frontal a la medida. Hay más comunidades donde ya ha sido, de facto, suprimido a través de estas bonificaciones como Cantabria, Castilla y León o Andalucía.
  • Equiparación de la fiscalidad del diésel y la gasolina. La equiparación de la fiscalidad de los hidrocarburos es un viejo anhelo del PSOE. El proyecto de Presupuestos Generales de 2019 que no salió adelante en el Congreso ya recogía la intención de equiparar el diésel y la gasolina “de forma progresiva” y “sin que afecte a los conductores profesionales”. Según los cálculos del Gobierno, la subida apenas tendrá un impacto anual de 40 euros en el bolsillo de cada conductor.
  • Tasa Google. El Gobierno logró a principios del mes pasado que el Congreso aprobase continuar con la tramitación del Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales, conocido popularmente como tasa Google. Se trata de nuevo impuesto dedicado a gravar el 3% de los ingresos generados por determinados servicios digitales prestados por compañías digitales con ingresos superiores a los 750 millones de euros a nivel mundial y más de 3 millones en España. El Ejecutivo calcula que recaudará cerca de 1.000 millones anuales con esta nueva tasa que, según asegura, no afectará el bolsillo de los consumidores. Un diagnóstico que no comparten la mayoría de análisis ajenos a la esfera de la Moncloa. Según un estudio de PWC, tendrá un impacto de entre 515 y 665 millones de euros en el bolsillo de los españoles por el aumento de precio de los servicios, ya que las damnificadas buscarán compensar la mayor fiscalidad. Ametic, la patronal del sector, cifra también en 500 millones el impacto para pymes, autónomos y ciudadanos.
  • Tasa Tobin. Este nuevo impuesto pretende gravar al 0,2% las compras de acciones realizadas por operadores financieros si dichas acciones son de empresas que cotizan en bolsa con una capitalización mayor a 1.000 millones de euros (unas 65 empresas, entre ellas todas las del Ibex). Según el Gobierno, el nuevo gravamen permitirá al Estado gravar 850 millones de euros al año. Como en el caso de la tasa Google, el sector financiero ya ha advertido de que si incurren en mayores costes, los acabarán trasladando a los clientes.
  • Impuesto de sociedades. El acuerdo entre PSOE y Podemos establece una tributación mínima del 15% sobre la base imponible del Impuesto de Sociedades para las empresas que facturan más de 20 millones de euros al año para recaudar cerca de 1.700 millones de euros más. En la hoja de ruta del Ejecutivo está también ampliar esta tributación hasta el 18% para las entidades financieras y las empresas de hidrocarburos.
  • Fiscalidad de las sicavs. PSOE y Podemos también tienen en el punto de mira a las sicavs, los vehículos de inversión colectiva. En el documento pactado en el Congreso para reactivar la economía, y a petición de ERC y con el apoyo los dos partidos de coalición que dirigen el Gobierno, se propone eliminar “los privilegios fiscales a determinadas sociedades financieras, como las sicavs”.
  • Impuesto a los plásticos. El Gobierno aprobó a principios de junio la creación de un nuevo impuesto sobre los envases de plástico no reutilizables con el objetivo de reducir su uso. El impuesto tendrá carácter indirecto y gravará con 0,45 euros por kilogramo su fabricación, importación y adquisición intracomunitaria cuando vayan a ser objeto de utilización en el mercado español. Según sus cálculos, esta nueva tasa recaudará 734 millones de euros.