Hacienda
La Seguridad Social deniega el Ingreso Mínimo Vital a familias vulnerables al atribuirles empresas “fantasma”
Un error en el cruce de datos con la Agencia Tributaria paraliza sus solicitudes por administrar sociedades inexistentes o dadas de baja
La Seguridad Social está convirtiendo la gestión del Ingreso Mínimo Vital (IMV) en un experimento de ensayo y error. Con el afán de agilizar la tramitación de las solicitudes, el Instituto Nacional de Seguridad Social (INSS) ha puesto en marcha «nuevas estrategias» que podrían estar generando fallos en los expedientes de decenas de solicitantes. Una de ellas es el cruce de datos diarios con la Agencia Tributaria para comprobar de forma automática qué solicitantes superan el límite de patrimonio o son titulares de sociedades mercantiles, lo que les impediría acceder al IMV. Sin embargo, en lugar de facilitar los trámites, esta técnica ha adjudicado supuestas sociedades mercantiles a familias vulnerables que jamás han tenido una empresa o que la tuvieron y se dieron de baja hace años.
En la noche del lunes, entre las 22:00h y la 1:00 de la madrugada, la Asociación Víctimas del Paro contabilizó hasta una veintena de familias que recibieron el siguiente mensaje: «Se constata que no concurren en su caso las condiciones para ser considerado en situación de vulneración económica por ser usted administrador de una sociedad mercantil». Buena parte de estas familias «jamás han tenido relación con sociedades mercantiles y otros fueron administradores hace 10 años pero se dieron de baja», explica Joaquín García, el presidente de la asociación. En el correo, además, no aparece ningún número de contacto ni vía para reclamar, denuncia García, lo que ha generado aún mayor confusión entre los afectados. Al enviarse en el mismo periodo de tiempo y con la misma estructura, muchos llegaron a pensar que se podría tratar de algún tipo de «spam». No obstante, fuentes de la Seguridad Social confirman a LA RAZÓN que son oficiales: «Son casos concretos y estamos analizando dónde está el fallo en el proceso».
Marisol forma parte de los afectados. Junto a su marido (ambos parados) y sus dos hijos subsisten gracias a la Renta Mínima de Inserción Social (REMI) de la Junta de Andalucía y la pensión de su padre jubilado. Pese a sus escasos ingresos, decidió pagar a una asesoría para que le gestionase la solicitud del IMV y así evitar cualquier error. Jamás se había visto en una situación tan crítica, agravada aún más por la aparición de una sociedad mercantil «fantasma». «He ido esta mañana a la Agencia Tributaria y me han dado dos certificados en los que se confirma que no soy administradora de una sociedad», explica. «Al llegar a la oficina de Montilla –un pueblo de Córdoba– me he encontrado con otras cuatro personas que venían por el mismo problema», añade.
Lo que no es un fallo es que la Agencia Tributaria solo informe sobre si el solicitante es administrador o no, pero no se tenga en cuenta si la sociedad está inactiva o lleva años sin recibir ingresos. Efectivamente, el artículo 8 del Real Decreto-ley 20/2020, de 29 de mayo, por el que se establece el Ingreso Mínimo Vital no distingue y afirma lo siguiente: «Igualmente quedarán excluidos del acceso al ingreso mínimo vital, independientemente de la valoración del patrimonio, las personas beneficiarias individuales o las personas que se integren en una unidad de convivencia en la que cualquiera de sus miembros sea administrador de derecho de una sociedad mercantil». «Es lo que dice la ley hasta el momento. En todo caso, el texto está en trámite parlamentario y está sujeto a enmiendas que se puedan introducir» ,argumentan desde la Seguridad Social.
Este es el caso de Antonia. En 2006 fue administradora de una S.L. junto a su exmarido, «una sociedad que nunca tuvo actividad», aclara. «En 2010 dejé de ser autónoma y solo tengo lo que he cobrado de la REMI. La solicitud del IMV ha parado esta prestación durante agosto y mis dos hijos y yo nos estamos manteniendo con ayuda familiar», cuenta. Sheila, otra de las afectadas, tampoco entiende lo ocurrido. Ella también recibió en la noche del lunes este correo en el que se le atribuye un sociedad mercantil. Su novio estuvo al frente de una panadería traspasada en 2016. Tras revisar su vida laboral, el documento recoge la baja y no comprende dónde puede estar el error. Por el momento, esta familia también ha tenido que acudir a los servicios sociales para resistir el temporal.
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