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Transición energética

Repsol invertirá 18.300 millones de euros hasta 2025 para acelerar su descarbonización

La compañía destinará 5.500 millones a iniciativas bajas en carbono y 7.700 millones del total se quedarán en España

Repsol pisa el acelerador en su estrategia de descarbonización para convertirse en una compañía cero emisiones netas en 2050. La compañía energética ha presentado hoy un nuevo plan estratégico para el periodo 2021-2025 que prevé invertir 18.300 millones de euros en el periodo, de los que 5.500 millones se destinarán a iniciativas bajas en carbono, para acelerar su transformación y convertirse en protagonista de la transición energética. Del total de la inversión, 7.700 millones de euros se quedarán en España, sobre todo en el área industrial.

La segunda “hoja de ruta” lanzada por el grupo desde que Josu Jon Imaz se convirtió en consejero delegado de la compañía, mantiene su objetivo de transformar Repsol en una compañía más verde en la próxima década, pero sin perder de vista su crecimiento, para lo que mantendrá como pilares la generación de caja, que le permitirá financiar su nueva estrategia; y una retribución atractiva para los accionistas.

Repsol ha diseñado este plan sobre un escenario de 50 dólares el barril de Brent y 2,5 dólares el Mbtu (medida para el gas), precios sobre los que la empresa prevé generar caja para cubrir las inversiones y remunerar a los accionistas, llegando al final del periodo con un nivel de endeudamiento similar al de 2020. Dado el complicado entorno actual, marcado por la incertidumbre generado por la pandemia, en los dos primeros años del plan, Repsol se centrará en asegurar su fortaleza financiera y priorizará medidas de eficiencia, reducción de inversiones y optimización del capital, al tiempo que desarrollará proyectos para liderar la transición energética. A partir de 2022, una vez recuperado el impacto de la crisis de la Covid-19, se enfocará en la aceleración del crecimiento con el objetivo de generar en 2025 un resultado bruto de explotación (ebitda) de 8.200 millones de euros, frente a los 7.161 millones de 2019.

Modelo organizativo

Para llevar a cabo su nuevo plan estratégico, Repsol ha definido un nuevo modelo organizativo formado por cuatro áreas de negocio: el “Upstream” -explotación y producción-, Industrial, Cliente y Generación baja en emisiones. Con él, prevé incrementar la obtención de resultados diferenciados y el afloramiento de valor.

Repsol prevé que el área de Generación de bajas emisiones aumente su cartera de activos y su expansión internacional, mediante crecimiento orgánico y compra de activos, con el objetivo de alcanzar un capacidad de generación de 7,5 gigavatios (GW) en 2025 y de 15 GW en 2030. Entre 2025 y 2030, acelerará el crecimiento orgánico de su capacidad de generación con el desarrollo de proyectos que supondrán más de 1 GW al año, según la compañía, que prevé que este área de multiplique por ocho su ebitda y alcance los 331 millones en 2025. La compañía está buscando un socio al que dar entrada en este negocio “para reducir los costes de capital de este negocio y cristalizar su valor”, según ha explicado Imaz, que ha avanzado que están manteniendo conversaciones con potenciales interesados y esperan cerrar una operación entre 2021 y 2022, que podría ser también una salida a bolsa si no encuentran el socio adecuado, como ha recordado Imaz.

El negocio de Upstream se enfocará en áreas geográficas clave, priorizando el valor sobre el volumen, y se centrará en desarrollar proyectos de ciclo corto, que puedan ser gestionados con flexibilidad y con una intensidad de capital limitada, que se sitúa entre las más bajas del sector. La producción se situará en una media aproximada de 650.000 barriles equivalentes de petróleo diarios en el periodo del Plan y la presencia global se reducirá a 14 países, con una actividad exploratoria más eficiente y focalizada.

Cliente

La unidad de negocio Cliente aglutinará las actuales áreas de venta de carburantes, GLP, movilidad eléctrica, suministro de electricidad y gas, soluciones energéticas y lubricantes y aportará al ebitda 1.400 millones en 2025 (1,4 veces más). Por su parte, el área Industrial invertirá una media de 900 millones de euros al año y englobará refino, trading, mayorista de gas, biocombustibles y química y la compañía seguirá trabajando para transformar sus refinerías en instalaciones capaces de generar productos de baja, nula o incluso negativa huella de carbono.

Para abordar esta transformación, se apoyará en cuatro grandes pilares: eficiencia energética (con inversiones de 400 millones para reducir emisiones en 800.000 toneladas al año), economía circular, el hidrógeno renovable y la captura y uso de CO2.

El Plan 2021-2025 establece objetivos más ambiciosos de reducción de emisiones, con una disminución de la intensidad de carbono del 12% para 2025, del 25% para 2030 y del 50% para 2040, frente al 10, 20 y 40%, respectivamente, fijados con anterioridad.

Dividendo

En lo que se refiere a la remuneración al accionista, otro de los pilares sobre los que se asienta el nuevo plan, la compañía combinará el pago en efectivo con recompra de acciones, con el objetivo de ser “una de las remuneraciones más atractivas del sector y del Ibex”. De esta manera, a pesar de sacrificar parte de esa remuneración para acelerar su crecimiento -tras alcanzar el euro por acción bajo la fórmula de “scrip dividend” en 2020-, en 2021 el dividendo será de 0,60 euros por título (”scrip dividend” más dividendo en efectivo), cantidad que se incrementará progresivamente a lo largo del plan, hasta alcanzar los 0,75 euros por acción. Así, prevé un incremento del 25%, desde los 0,6 euros de 2021, en esa retribución a sus accionistas a lo largo del periodo, con una fase de crecimiento a partir de 2023 que le permitirá superar esa cota del euro por acción, incluyendo la recompra de acciones que se realizaría a partir de 2022, en 2025. En total, Repsol destinará hasta 6.700 millones a retribuir a sus accionistas en los próximos cinco años.