Autopistas
El plan de Ábalos de no cobrar peajes a algunos usuarios ya ha sido tumbado por la Justicia europea
Alemania trató de introducir una viñeta que sólo pagasen los vehículos extranjeros pero el TSJUE la tumbó por discriminatoria
Decía hace unos días un reputado economista español que el problema es que, en muchas ocasiones, el político piensa que algunas de sus ideas, coincidentes además con su ideología, son buenas ideas “cuando en el fondo sabemos que, empíricamente, no tienen soporte”. Hace unos días, el ministro de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, deslizó en un foro sobre movilidad la posibilidad de que aquellos particulares que usan con frecuencia las autopistas de peaje por necesidades como desplazarse para estudiar o trabajar pudieran estar exentos de pagar. “Las personas que tienen que usar esas vías porque no les queda otra para ir a estudiar o trabajar y tienen que ir frecuentemente en el día, es evidente que no tienes por qué gravarlas”, aseguró Ábalos. El problema de su sugerencia es que, como decía el economista, no tiene soporte, en este caso, legal. Alemania ya trató de introducir un peaje que contenía características de este tipo y el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) se lo tumbó.
Alemania puso en marcha en 2015 el marco jurídico para introducir una tasa para los turismos que circulasen por sus carreteras federales, incluidas las autopistas, que se abonaría en forma de viñeta anual en el caso de los vehículos registrados en Alemaniay temporal para los vehículos matriculados en el extranjero. Pero, en el caso de los conductores germanos, se trataba de una tasa sin ningún efecto económico dado que lo que el Estado les iba a cobrar por un lado por los peajes se lo devolvería por otro en forma de deducciones en otros impuestos. No iba a ocurrir lo mismo en el caso de los extranjeros, que sí iban a tener que pagar de forma efectivas los peajes.
Discriminatorio y contrario a la libre circulación
El proyecto del Gobierno germano generó un gran rechazo nada más anunciarse entre sus vecinos, especialmente en Austria. Cada día, miles de austriacos cruzan la frontera para trabajar en Alemania, por lo que la medida les iba a perjudicar de forma importante. De hecho, fue el Gobierno austriaco el que trasladó la denuncia ante el TJUE. Y la Justicia europea le dio la razón. En junio del año pasado, dictaminó que la medida propuesta por Berlín «constituye una discriminación indirecta por la nacionalidad y una violación de los principios de libre circulación de mercancías y de libre prestación de servicios». Además, añadió, «la carga económica (...) afecta de hecho solo a los propietarios y a los conductores de vehículos matriculados en otros estados miembros», por lo que era contrario a las leyes europeas.
Desde el sector concesional, aseguran que el único modo de ayudar a determinados colectivos con los peajes es a través de bonificaciones, ya sea por trayectos, número de viajeros... de hecho, están de acuerdo en hacerlo. En el mismo foro que empleó Ábalos para lanzar su idea, el consejero delegado de Abertis, José Aljaro, apostó por extender los peajes a toda la red de gran capacidad española “contemplando las necesidades del usuario frecuente”.
Desde el propio ministerio, como publicó LA RAZÓN en su edición del pasado 15 de noviembre, se asegura que quieren “trabajar en la definición de unos criterios homogéneos para la aplicación de bonificaciones en las autopistas para corregir diferencias entre ellas”, dado que no consideran justo que, en función de donde se viva, se tenga que pagar por circular por las autopistas. Y más, cuando los contratos de algunas de estas concesiones tienen todavía una vida por delante de varias décadas.
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