Trabajo

La factura de las prestaciones de empleo se dispara por encima de los 35.000 millones

8.078.758 personas han percibido prestaciones laborales en algún momento de 2020. Dos de cada tres personas en ERTE procede de las hostelería o el comercio

Un hombre pasa por la puerta de una oficina de empleo
Un hombre pasa por la puerta de una oficina de empleoÓscar CañasEuropa Press

La pandemia y la crisis económica y laboral desatada durante el infausto 2020 ha provocado que la protección pública sobre el tejido empresarial y sobre los trabajadores se haya disparado a niveles nunca vistos con anterioridad, incluso por encima de la terrible crisis financiera vivida a partir del año 2008. De esta forma, la factura mensual para cubrir las prestaciones de empleo se ha disparado exponencialmente durante el último año. El gasto total alcanzado en 2020 desde diciembre de 2019 hasta noviembre de 2020 llegó a los 35.321 millones de euros y el número total de nuevos beneficiarios por desempleo se situó en 2.381.723 de personas al cierre de los once primeros meses del año pasado, con un aumento anual del 21,3%. El número de solicitudes de prestaciones a nivel nacional ascendió a 2.169.246, lo que representa un 217,8% más que el mismo mes del año anterior, y las altas tramitadas totalizaron 1.963.889, un 196,8% más. El plazo medio de reconocimiento subió a los 7,35 días, según los datos facilitados por el Ministerio de Trabajo y Economía Social.

8.078.758 personas han percibido prestaciones por desempleo en algún momento del año 2020, alcanzándose el máximo mensual en el mes de mayo, cuando 5.986.864 personas se beneficiaron de alguna prestación del SEPE. La evolución del nivel de estas prestaciones ha sido descendente después de alcanzar su pico en primavera, por culpa del confinamiento general de la población y la hibernación de la economía. Así, en el mes de noviembre continuó consolidándose la senda de descenso del gasto en prestaciones, ya que los gastos se situaron en 2.430,6 millones -lo que supone un 42,9% más que el mismo mes del año anterior-, de los que 781 millones correspondieron a los pagos por ERTE, frente a los 968 millones de euros que se gastaron en octubre y los 944 millones de septiembre. Solo entre abril y noviembre, la prestación vinculada a los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) ascendió a un total de 14.173 millones de euros. La cobertura absoluta del sistema de protección por desempleo fue del 66,2%, por encima de la registrada en 2019 (64,8%).

El gasto medio mensual de prestaciones por desempleo por beneficiario, sin incluir el subsidio agrario de Andalucía y Extremadura, en el mes de noviembre fue de 1.043,7 euros, lo que supone un aumento interanual de 154,6 euros (17,4%). La cuantía media bruta de la prestación contributiva percibida por beneficiario creció hasta los 862,5 euros. Por su parte, el gasto de las prestaciones de los beneficiarios extranjeros ascendió a 257,6 millones de euros (un 51,6% más que en 2019), que en relación con el gasto total de las prestaciones por desempleo supone el 10,6%.

El número de beneficiarios extranjeros fue de 299.277, lo que representa un 40,2% más que el mismo mes del año anterior. El aumento es superior en los beneficiarios procedentes de países del entorno no comunitario (42,2%) que de los procedentes del entorno comunitario que fue del 37,5%. En relación con el total de beneficiarios de prestaciones por desempleo, los beneficiarios extranjeros representan el 12,6%. Los beneficiarios de prestaciones extranjeros suponen, por otro lado, el 29,8% del total de demandantes de empleo extranjeros.

Además de los pagos por desempleo, ERTE o subsidios hay que sumar las 349.342 prestaciones extraordinarias por cese de actividad para los autónomos frente a las 432.903 solicitudes que fueron registradas -es decir que cerca de 100.000 fueron denegadas-.

Con los datos publicados hoy, la pandemia ha acabado con seis años consecutivos de recuperación del empleo, con una pérdida de 360.105 afiliados medios a la Seguridad Social, que ha dejado el saldo total de ocupados en 19.048.433 personas en 2020, el 1,86% menos que en 2019 y la primera caída anual desde 2013. Por su parte, el paro registrado en los servicios públicos de empleo subió por primera vez en 2020 tras siete años consecutivos de descenso. En concreto 724.532 se sumaron a las listas del desempleo, lo que eleva el saldo total de trabajadores en paro a 3.888.137.

Pero hay que recordar que el impacto de la crisis del coronavirus en el mercado laboral no se mide sólo en la cifra de desempleados, sino que hay que contar también con los 755.613 trabajadores en ERTE, tras sumar 8.033 en diciembre. Aunque estos trabajadores se encuentran en desempleo temporal, no aparecen en los datos del paro registrado porque cotizan a la Seguridad Social, aunque sí que cobran prestaciones. A finales de año se produjo una estabilización del número de trabajadores en ERTE tras la última prórroga, que entró en vigor el 1 de octubre. Según los datos del Ministerio de Seguridad Social publicados hoy, a cierre de noviembre y teniendo en cuenta las altas acumuladas se ha producido un descenso de 95.607 personas en ERTE. Sin embargo, la cifra real es negativa si se compara con la de personas que fueron notificadas por ERTE. En este caso el saldo produce un incremento de 8.033 trabajadores respecto al mes anterior.

Los ERTE derivados de la pandemia y que conllevan exoneraciones a la Seguridad Social han representado el 61% del total y mientras 62.197 personas terminaron el año protegidas por el denominado expediente de impedimento, 171.562 permanecieron en ERTE de limitación a 31 de diciembre. Por otra parte, el año cerró con 175.555 trabajadores bajo la cobertura de los expedientes temporales para sectores ultraprotegidos, que se pusieron en marcha el pasado 30 de septiembre. En términos absolutos, la hostelería (servicios de comidas y bebidas) concentra prácticamente a una de cada tres personas acogidas a ERTE al cierre de 2020, con 241.390 personas, el 30% de los afiliados al Régimen General en este sector.