Economía

Errores de Arrimadas

La Ejecutiva Nacional de Ciudadanos
La Ejecutiva Nacional de CiudadanosJesús Hellín

Inés Arrimadas ha pasado de ser la gran esperanza blanca de Cs a su peor enemigo. No sólo por confundir el liberalismo económico con la socialdemocracia keynesiana, sino por cometer error tras error, algo que en política se acaba pagando con la desaparición. El primero, desaprovechar el hecho incontestable de haber obtenido la lista más votada en las elecciones catalanas. Ya sabemos que no podía gobernar, pero perdió la oportunidad de recorrer Europa diciendo en cada país de la UE que ella había ganado, y que su opción no era el independentismo sino el constitucionalismo moderado defensor del libre mercado y la pequeña empresa, el emprendimiento individual alardeado por Rivera.

Arrimadas no sacó partido a su victoria y, lo que es peor, tiró por la borda su bagaje al salir huyendo de Cataluña, algo que no le han perdonado en aquella comunidad. Si a eso sumamos sus devaneos con Sánchez, el digo-diego donde dije-digo con Podemos, su batacazo en las últimas catalanas y el pacto murciano con sociatas y podemitas para desalojar al PP, el balance no puede ser peor.

Se dice mucho que Arrimadas es de centro pero la realidad es que el centro no existe. Murió con UCD ante Fraga, apenas llegó a la nada con Alzaga, no pasó de ser testimonial con el CDS de Suárez, y se diluyó entre contradicciones con la UPyD.

En economía, el centro es a veces liberal y, otras, socialista. Una contradicción que no se sostiene.

Si a eso le sumamos el mercadeo, el chalaneo, la nocturnidad y la alevosía, el resultado no puede ser peor. Sólo hay que ver a Inés Arrimadas.