Covid-19

España perdió 10 empleos por cada empresa destruida en 2020

El año pasado cerró con el menor número de empresas en al menos 15 años, 2,8 millones de compañías, y el poder adquisitivo de los españoles sufrió su mayor caída en 45 años

Local en Madrid con carteles de "liquidación por cierre"
Local en Madrid con carteles de "liquidación por cierre"Luis DíazLa Razón

2020 fue un año para el olvido. El tejido empresarial y el mercado laboral español afrontó la crisis de la Covid-19 con peores condiciones que el resto de las economías europeas, al estar compuesto en su mayoría por pymes, con menor resistencia a las crisis, y sustentado por el turismo y la hostelería. Esta fue la receta perfecta del desastre, apunta la segunda edición del Anuario del Mercado de Trabajo Adecco Group Institute.

Por segundo año consecutivo, cayó el número de empresas de todos los tamaños, algo que no ocurrió, al menos, en los 20 años anteriores. En concreto, España cerró 2020 con el menor número de empresas en al menos 15 años, 2,8 millones de compañías. Y los cierres repercutieron indudablemente en el empleo. Por cada empleador menos, se perdieron casi 10 puestos de trabajo, lo que derivó en unas catastróficas cifras de paro.

Los despedidos se autoemplean como autónomos

El desempleo de 2020 rompió un récord al sumar en el conjunto del ejercicio 724.532 desempleados (+22,9%), su mayor repunte anual desde 2009, alcanzando un total de 3,88 millones de parados. En cambio, el número de autónomos creció un 2,9%. Estas cifras revelan una tendencia clara: los asalariados que pierden su empleo optan por autoemplearse como autónomos y los empleadores que despiden a sus empleados vuelven a trabajar en soledad, por ejemplo, en sus bares o comercios locales.

La pandemia agudizó la reducción del parque empresarial y el golpe fue mayor para las empresas de menor tamaño. El informe de Adecco Group Institute señala que las grandes empresas son capaces de resistir mejor a las crisis y ofrecen más oportunidades laborales a sus empleados. Unos rasgos que jugaron en contra del tejido empresarial español, al estar compuesto en su mayoría por pequeñas y medianas empresas. Su menor tamaño les penaliza, a la vez que la destrucción de empresas fomenta el nacimiento de nuevos autónomos que se autoemplean. Es la pesadilla que se muerde la cola.

“La firma media española es de las más pequeñas de la UE, cosa que puede verse a través del hecho de que España tiene más empresas que Alemania o Reino Unido, pese a que su economía tiene un tamaño sustancialmente menor”, destaca la segunda edición del Anuario del Mercado de Trabajo. En esta línea, mientras que el salario promedio de las empresas de 200 y más trabajadores disminuyó un 1% en 2020, el de aquellas con menos de 50 trabajadores se redujo un 5,9%.

En el conjunto de empresas, el salario real cayó un 2,7% en 2020, lo que supuso la mayor pérdida de poder adquisitivo del salario medio en al menos 45 años. Esa caída hizo que el poder de compra del salario medio retrocediera a un nivel similar al que tuvo en 2003.

Hostelería y comercio, los más perjudicados

Las embestidas de las crisis no afectaron a todos los sectores por igual. Sin duda, la Covid-19 se ha cebado con las actividades más afectadas por los confinamientos, como la hostelería y el comercio. La hostelería se llevo la peor parte: 1 de cada 6 ocupados en este sector perdió su trabajo, y además 6 de cada 10 asalariados acogidos a un ERTE en el último mes de 2020 eran de la hostelería y el comercio. La recuperación de estos sectores sigue estancada y aunque la temporada de verano 2021 impulsará su actividad, el Gobierno y los agentes sociales prevén prorrogar de nuevo los ERTE hasta el 30 de septiembre. Mientras, esta pérdida fue compensada, en parte, por el crecimiento del empleo en los sectores tecnológicos, la alimentación y la agricultura, y la salud y la educación.

51,6% de los parados, menores de 40 años

Por grupos de edad, los jóvenes son los que están sufriendo el impacto más grave de la crisis. En concreto, 2 de cada 3 nuevos parados de 2020 tenían entre 25 y 39 años. Así, el 51,6% de todos los parados en 2020 tenía menos de 40 años, la mayor proporción desde 2015. Sin embargo y pese a la crisis derivada de la pandemia, la tasa de paro para las personas de 60 y más años de edad se redujo en 2020, quedando en un 11,4%, el dato más bajo desde 2010.

La formación parece ser el remedio más útil para encontrar empleo hasta que la vacunación consiga reactivar la economía por completo. Aunque todos los niveles de formación vieron incrementar su tasa de desempleo, mientras las personas con formación superior soportaban una tasa de paro del 10,2%, aquellos con no más que la educación primaria sufría una de un 28,6%.