Sindicatos
Pepe Álvarez elige a un secesionista y militante de ERC como mano derecha en UGT
Ficha al Cesc Poch como jefe de gabinete para afianzar la paz social en Cataluña
«Hoy es un gran día. Solsticio de verano. Fiesta nacional de los Países Catalanes y fin del encarcelamiento de los 9 presos y presas políticos. Para mí es una clara victoria del independentismo y de la sociedad catalana. Un paso importante para la amnistía y la autodeterminación». El tuit de Cesc Poch, nueva mano derecha de Pepe Álvarez, secretario general de la central de clase UGT, a unos días de que se hiciera público su traslado a Madrid, muestra el viraje del sindicato socialista hacia las tesis más favorables al pancatalanismo secesionista de ERC, donde milita Poch. No se trata de un movimiento ajeno al acercamiento entre el Gobierno de Sánchez y sus socios secesionistas sino más bien parte de la estrategia para garantizar la denominada «paz social» en Cataluña, según confirman fuentes sindicales a este diario.
Poch no esconde su radicalidad en un ambiente independentista de creciente hostilidad al resto de Cataluña y de España, en el que el extremismo es un plus cuanto más visceral se muestra.
Desde las acusaciones al «Estado español» de«profundizar en la fase represiva y autoritaria» con el encarcelamiento de los miembros del Gobierno regional catalán por el desleal conato de secesión del 1 de octubre de 2017 y la posterior proclamación de independencia del día 10, autosuspendida en segundos para regresar a la casilla de salida del «procés»; hasta la campaña en favor de la liberación del rapero Pablo Hasél, condenado a nueve meses de prisión por los delitos de «enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona y a instituciones estatales» por sus letras y mensajes en Twitter en los que ataca a la Monarquía y a la Policía. «La libertad de Pablo Hasél es nuestra libertad», proclamaba Poch en otro tuit.
Ligado a Torra
El nombramiento del secesionista Poch como nuevo jefe de gabinete de Pepe Álvarez coincide con la salida del mismo de la Agencia Catalana de la Juventud, donde llevaba cinco años formando parte del gabinete de Quim Torra, al caer esta del lado de Junts en el nuevo gobierno regional de Pere Aragonès.
Poch accedió al cargo tras ejercer durante más de 15 años como secretario general de la UGT en Osona (Barcelona). Los medios independentistas catalanes consideran la marcha de Cesc Poch a Madrid como una «muestra del compromiso» del sindicato UGT con una nueva etapa que derive en un referéndum de independencia pactado con el Gobierno de Sánchez.
Licenciado en Historia, Poch se encuadra en la rama secesionista de la UGT catalana, cuyo líder es Camil Ros, el actual secretario general del sindicato. Los dos han militado en Esquerra Republicana durante décadas. También son dos de los militantes independentistas que entraron en UGT en los años 90, fichados por Pepe Álvarez, y que han dado un sesgo secesionista a esta organización.
Poch fue «coordinador nacional» de Avalot-Joves, las juventudes de la UGT de Cataluña, entre 1997 y 2000. Desde entonces, ha ocupado varios cargos en el sindicato, como secretario general en la comarca de Osona, impulsor de la comisión de Normalización Lingüística de la UGT catalana, de la revista «Llengua i Treball» y del Patronato de la Fundació Josep Comaposada.También ha impulsado Sindicalistes x la Sobirania y Sindicalistes per la República, según recoge el “Catalan.es”. Asimismo, es miembro de la sectorial de Trabajadores de la Asamblea Nacional Catalana (ANC).
Al nuevo jefe de gabinete de la central sindical lo fichó en 2016 la ex consejera indultada Dolors Bassa, también procedente de la UGT. Es precisamente la rama del sindicato en la comunidad catalana la que presentó hace poco más de un año una petición de indulto para Bassa, condenada por el Tribunal Supremo en el juicio del 1 de octubre.
Bassa era la consejera de Trabajo y Asuntos Sociales en el gobierno de Carles Puigdemont, puesto al que llegó desde la Secretaría General de la UGT de Gerona. El Tribunal Supremo condenó a Dolors Bassa a una pena de 12 años por delitos de sedición y malversación de caudales públicos de la que ha sido indultada por Sánchez.El sindicato dirigido por Ros presentó el 15 de junio la solicitud en el Ministerio de Justicia avalado por el Consejo Nacional de la organización sindical. La petición contó con el apoyo de los alcaldes de las cuatro capitales catalanas así como por los líderes de UGT y CC OO de Cataluña, Camil Ros y Javier Pacheco, junto a la del propio Pepe Álvarez.
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