Negociación

Los empresarios se acercan al acuerdo, pero avisan: “Aún no vemos el final”

Añaden que “no firmaremos nada que vaya contra las empresas”. Díaz insiste en que empezará 2022 con la reforma laboral aprobada

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ofrece declaraciones a los medios a su llegada a la inauguración de las Jornadas de Acción Sindical y Negociación Colectiva 2022, en el Hotel NH Madrid Ventas,
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ofrece declaraciones a los medios a su llegada a la inauguración de las Jornadas de Acción Sindical y Negociación Colectiva 2022, en el Hotel NH Madrid Ventas,Fernando SánchezEuropa Press

Gobierno, patronal y sindicatos afrontan la semana decisiva para intentar cerrar una reforma laboral en los plazos exigidos por Bruselas -aunque desde la Comisión Europea ya se haya trasladado al Gobierno español que la exigencia de fechas es aproximada y que hay margen. Los encuentros se han acelerado a uno diario desde hace casi diez días con el objetivo para alcanzar un acuerdo.

Este fin de semana, la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se mostró “optimista” y aseguró que 2022 “comenzará con una nueva reforma laboral aprobada” y con “un modelo de relaciones laborales basado en la estabilidad en el empleo”, de tal forma que el contrato ordinario deberá ser el contrato “estable e indefinido”. Pese a ello, sabe que pisa sobre tierras movedizas tras los últimos desencuentros con la patronal y avisó de que conoce “bien” a los interlocutores sociales y es posible que “apuren” los plazos.

Sin embargo, desde CEOE se pide que se «respeten los tiempos de una negociación tan compleja y tan decisiva para empresas y trabajadores» y advierten de que no firmarán «nada que vaya contra las empresas. Tenemos más tiempo, como ha dicho ya la UE», comentaron a LA RAZÓN fuentes empresariales, por que lo que «no vamos es a firmar nada sin haberlo estudiado, valorado y cuantificado su alcance real sobre las empresas». La patronal convocó el miércoles una reunión extraordinaria de su ejecutiva para analizar la marcha de las negociaciones, un encuentro en el que, según explicó el presidente de ATA y vicepresidente de la CEOE, Lorenzo Amor, «no se entró en ningún tipo de debate porque lo que se hizo fue informar de cómo van realmente las negociaciones, para evitar equívocos».

Fuentes empresariales reconocen que se han acercado posturas y se «han dado pasos en el buen camino», pero advierten de que «aún no vemos el final». El propio presidente de la patronal, Antonio Garamendi, advirtió de que si el resultado de la negociación de la reforma laboral «no es razonable» tendrán que «decir que no», aunque aseguró que seguirán «sentados» en la mesa del diálogo social hasta el final para tratar de alcanzar un acuerdo, pero que es necesario mantener el «espíritu» de la reforma de 2012 para garantizar la «flexibilidad» que necesitan las empresas para mantener y crear empleo.

Avances

Pese a ello, todas las partes reconocen avances. Según los últimos detalles de la negociación que han trascendido, se estaría negociando un contrato fijo para la construcción en el marco de las medidas para reducir la temporalidad. Además, en la última propuesta remitida por los negociadores ministeriales a los agentes sociales se matizan aún más los límites a los contratos temporales y se recoge en parte una petición de la patronal, que los convenios colectivos tengan menos poder en favor de la empresa.

Por su parte, los sindicatos quieren buscar ya una salida a la negociación, aunque no a toda costa. El secretario general de CC OO, Unai Sordo, aseguró la pasada semana que “hay que tratar de cumplir” el plazo de acordar la reforma del mercado de trabajo antes de final de año, si bien advirtió de que “una negociación de esta importancia no debería caerse por cuatro días arriba o abajo. Una regulación de esta importancia no solo tiene que hacerse rápido, sino que tiene que hacerse bien. Incluso técnicamente tiene que hacerse muy bien”, insistió Sordo, quien comentó que el plazo “no es una línea roja”, defendió. “Si acabamos esta semana, estupendo, y si no, habría que seguir negociando”.

Por su parte, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, señaló que para que haya acuerdo deben atenderse cuestiones prioritarias para los sindicatos como “recuperar la ultractividad de los convenios” y la “prioridad aplicativa de los convenios sectoriales sobre los de empresa”. Y advierten que no darán un paso atrás sobre esas cuestiones.