Vivienda
Si es periodista o concejal, su banco puede denegarle la hipoteca
El nivel de ingresos no es el único parámetro que miran las entidades financieras a la hora de conceder un préstamo
En la actualidad el sector inmobiliario se encuentra en uno de sus mejores momentos de las últimas décadas, ya que en noviembre, la firma de préstamos para la compra de vivienda avanzó con fuerzas en tasa interanual sumando 36.220, su mayor cifra en un mes de noviembre desde 2010, cuando se firmaron más de 43.000 hipotecas, según los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
No obstante, el conseguir que su entidad financiera le conceda la hipoteca es una de las “pruebas de fuego” por la que tendrá que pasar antes de tener una casa en propiedad. El banco examinará numerosos factores como condicionantes personales y del propio inmueble, los cuales serán decisivos para dar luz verde a esta concesión.
Una de las causas “curiosas” que influyen en la entidades bancarias a la hora de conceder préstamos para la compra de una vivienda es la profesión del interesado. El colectivo de los periodistas o de los concejales son los que se encuentran con mayores problemas para poder acceder a una hipoteca.
Pero, ¿cuál es la razón de que se denieguen estos créditos? En el caso de los profesionales de la información, esto se debe a la existencia de una inestabilidad laboral en el gremio, mientas que los pertenecientes a la clase política despiertan una “falta de confianza” en la banca.
Desde la Agencia Negociadora, ‘fintech’ dedicada a la intermediación hipotecaria, han llevado a cabo una recopilación de las causas más curiosas por las que los bancos deniegan el crédito. Por lo tanto, la profesión y la solvencia personal no son las únicas razones, sino que en el caso de que el piso no tenga ascensor o esté cerca de un sex-shop, esto también pueden dificultar la concesión.
A pesar de que todos estos argumentos proceden de la experiencia previa de las propias entidades bancarias, esto no deja de ser llamativo para la sociedad o en ocasiones incluso llega a a ser estrafalaria la razón para el “no”, señalan.
Otro colectivo que sufre las trabas de las entidades son los empleados de banca, no de aquellos que solicitan el crédito en donde trabajan, sino aquellos que intentan acceder a la hipoteca en otra entidad financiera, ya que no parece lógico que acudan a la competencia teniendo condiciones preferentes en el banco para el que trabajan.
Asimismo, uno de los casos más chocantes del que ha tenido constancia esta compañía fue cuando una operación fue denegada ya que la vivienda sobre la que se constituía la hipoteca estaba cerca de un sex-shop. “Era algo que para el banco suponía, al parecer, un riesgo elevado que podría afectar al valor de la vivienda”, sostiene.
La llegada de la pandemia también ha sido un factor influyente en las concesiones, ya que han sido millares los casos de operaciones denegadas por encontrarse los solicitantes en sectores sensibles, algo que podría parecer razonable. “No lo es tanto, sin embargo, denegar una operación por haber disfrutado de una moratoria por causa del Covid, habiendo sido ya superada y estando el solicitante al corriente de todos los pagos”, dicen en Agencia Negociadora.
Incluso, depende de la comunidad autónoma en la que se encuentre el interesado y por cantidades inferiores a cierto montante. Con criterio general, en Asturias, Castellón, Murcia y Almería las entidades son reacias a conceder hipotecas para inmuebles de valor inferior a 150.000 euros, complicándose aún más en poblaciones con menos de 10.000 habitantes.
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