Crisis

La inflación agota la capacidad de ahorro de los españoles

La espiral de precios dejará la tasa de reservas de las familias en la mitad (7%) de la que alcanzaron en 2020 y por debajo de los niveles de 2019

Marcas Blancas
Marcas BlancasAlberto R. RoldánLa Razón

Sin capacidad de ahorro. Así se están quedando las familias españolas. Y, además, a pasos agigantados. De igual manera que las reservas de los hogares subieron como la espuma en 2020 forzadas por la parálisis económica inducida por el coronavirus, ahora están cayendo a plomo arrastradas por la rampante inflación que azota a la economía mundial y en España supera ya los dos dígitos, con un 10,2% en junio. Hasta el punto de que, según una estimación de CaixaBank Research, la tasa de ahorro de las familias españolas caerá hasta el entorno del 7% cuando termine el ejercicio, por debajo el nivel de 2019.

Los economistas han defendido hasta ahora que el dinero que las familias ahorraron durante el periodo más duro de la pandemia ayudaría a aliviar la crisis económica que la propia covid-19 generó. Pero con lo que nadie contaba era con una inflación tan enconada como la actual. Esta escalada de precios ha provocado, según el análisis de CaixaBank Research, que la tasa de ahorro cayese el año pasado hasta el 11,4% de la renta bruta disponible. Superior, sí, al 8,3% que había en 2019. Pero inferior, por el contrario, al 14,9% que acumularon en 2019, según concluye el análisis elaborado por Javier García Arenas, economista sénior en la unidad de Macroeconomía del Departamento de Estudios de este banco.

El retroceso de la capacidad de las familias para acumular reservas se hará más agudo este año. El análisis del servicio de estudios de la entidad financiera prevé que el consumo de los hogares siga creciendo con fuerza en términos nominales espoleado por la inflación. Sin embargo, aunque también espera que la renta bruta disponible avance a buen ritmo, no podrá igualar el de la espiral inflacionista, lo que llevará muy probablemente la tasa de ahorro al entorno del 7%.

Igual que la inflación es clasista y castiga con más saña a los colectivos con menos recursos por golpear con más saña a los productos que más consumen, los de primera necesidad; también detrae más recursos a clases más altas. El agotamiento de los ahorros se concentra más “en los grupos de renta media-alta, que fueron los que concentraron la mayor parte del incremento del ahorro por el covid”, destaca Javier Santacruz, economista y analista financiero.

Inflación durante más tiempo

Habrá que ver, en todo caso, si la escalada de la inflación no empeora más las cosas para las familias en los próximos meses. Hasta ahora, instituciones como el Gobierno o el Banco Central Europeo (BCE) sostenían que los precios comenzarían a moderarse en la segunda mitad del año. Pero las cosas ya no parecen tan claras. Hace apenas cuatro semanas, la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, sostenía en una entrevista a “El País” que la inflación había comenzado su descenso. “No hay espiral: la inflación bajará en la segunda mitad del año”, era el titular de la misma. Sin embargo, el pasado día 20 Calviño ya advirtió de que hay que trabajar “con un nuevo escenario de inflación más alta durante más tiempo a nivel internacional” de lo inicialmente previsto. “Las noticias más recientes de los mercados internacionales de energía no son positivas”, advirtió.

Inflación
InflaciónGustavo ValienteEuropa Press

Aunque, como García Arenas y Santacruz, el economista responsable de educación financiera y económica de Rankia, Francisco Coll Morales, coincide en que la elevada inflación es una de las causas que está devorando los ahorros de las familias, también apunta que no es la única. “Debemos señalar que España es un país en el que se ahorra mucho durante las crisis económicas, pero en el no ahorramos nada cuando llegan tiempos de bonanza. Y prueba de ello son los estudios que muestran que una de cada tres familias españolas llegó a esta crisis con un ahorro equivalente a un mes de salario medio”, advierte Coll.

El informe al que hace referencia es el elaborado por el Observatorio Del Ahorro Familiar, puesto en marcha por Fundación Mutualidad Abogacía y Fundación IE de IE University. El análisis, que estudió la resiliencia y vulnerabilidad de los hogares españoles frente al covid-19, concluía, entre otras cosas, que un 40% de las familias españolas tendría serios problemas para afrontar una carencia del 100% de sus ingresos que se extendiera más allá de tres meses. Sus ahorros, advierte, no alcanzarían a cubrir los gastos mínimos de subsistencia. “Para muchas de estas familias, el periodo de supervivencia empleando solo sus ahorros sería incluso muy inferior a los tres meses. Casi el 40% de las mismas no posee ningún activo inmobiliario. El restante 60% de estas familias vulnerables si tiene activos inmobiliarios, pero casi la mitad los tiene ligados a una hipoteca.

De verse afectados por la eventualidad de perder sus ingresos, los hogares que no disponen de ningún elemento de solvencia que poder reconvertir en liquidez (es decir, que no tienen activos inmobiliarios, o los tienen hipotecados) conformarían el grupo de familias en mayor riesgo de pobreza”, prosigue. En España, sólo el 19% de los hogares no tiene activos inmobiliarios. Pero de ellos, el 80% tiene un ahorro financiero prácticamente inexistente, o muy bajo, situándolas por debajo del umbral mínimo de subsistencia financiera, concluye el análisis. Para Coll Morales, “la caída de la tasa de ahorro de los españoles era algo más que previsible, teniendo en cuenta el comportamiento de la ciudadanía en otros escenarios de crisis. Y más aún en uno como este, en el que nos enfrentamos a un shock de oferta que justifica semejante tasa de ahorro”, añade.