Indra refrenda a sus nuevos consejeros para tratar de cerrar su crisis de gobierno

Indra ha dado un importante paso para intentar cerrar de una vez por todas la crisis de gobierno que la corporación tecnológica arrastra desde hace meses. La junta extraordinaria de accionistas convocada hoy ha refrendado, con un 98% de los votos a favor, los nombramientos de seis consejeros independientes y un tercero de la empresa estatal SEPI -que ha recibido más del 76% de los votos- que reemplazarán alos que fueron purgados el pasado verano tras la maniobra lanzada por el fondo Amber Capital -controlado por el presidente del Grupo Prisa, Joseph María Oughourlian- y que fue respaldada por SAPA Placencia y la compañía pública.

Por parte de la SEPI se incorpora al consejo de administración de la firma Juan Moscoso. Los independientes son Belén Amatriain, Virginia Arce Peralta, Axel Arendt, Coloma Armero Montes, Olga San Jacinto Martínez y Bernardo José Villazán, todos ellos personas con perfiles técnicos y muy vinculados al mundo tecnológico. En paralelo, el presidente de la Comisión de Nombramientos, Retribuciones y Buen Gobierno, Ignacio Martín, formalizó el pasado jueves su dimisión, anunciada también el pasado verano.

La entrada de estos consejeros independientes restaurará el equilibro entre esta tipología de consejeros y los dominicales y ejecutivos después de la salida de los cinco independientes tras la anterior junta y las renuncias de otros dos unos días después. Su llegada era fundamental para evitar más problemas en la dirección de la compañía y que las sospechas de que la SEPI, Ambar y SAPA actuaron de forma concertada para relevar a los anteriores y sustituirlos por otros afines a sus postulados aunque no tuvieran las capacitaciones necesarias no cobrase mayor fuerza. “Creo que las propuestas presentadas a esta junta general permiten que la compañía vuelva a contar con un consejo de administración que cuenta con una composición equilibrada y alineada en gran medida con las prácticas de buen gobierno, y con la experiencia y capacidad necesarias para afrontar el futuro en el mejor interés de los accionistas y ‘stakeholders’”, ha explicado el presidente de la firma, Marc Murtra.

Ganar tamaño

Aunque el proceso por el que salieron los consejeros hoy reemplazados suscitó muchas críticas, fuentes próximas a la compañías han defendido en los últimos meses la necesidad de dar un golpe de timón para reorientar su estrategia y favorecer su crecimiento.En la división de Defensa de la empresa se considera que el movimiento es coherente si se pretende consolidar a Indra como líder de este sector en España y permitirle así competir con rivales europeos que ahora mismo tienen un tamaño muy superior además de un respaldo estatal del que carece Indra, circunstancias ambas que penalizan a la española frente a sus rivales.

Estas fuentes recuerdan que otras compañías europeas implicadas en el sector de la Defensa como la francesa Thales o la italiana Leonardo cuentan con una participación estatal en su accionariado del 25% y el 30%, respectivamente. Algo, añaden, que sucede también en el caso de Alemania (25%) o Noruega (51%). Y ese peso, explican, se nota. En España, el Estado compró a Bankia en 2013 el 20% del capital de Indra. Años antes, en 1999, la SEPI había colocado en Bolsa el 63% que poseía en Indra, privatizando así la compañía. Y ese peso estatal, explican, se nota cuando hay que competir en el exterior. Indra, añaden, necesita consolidarse, ganar tamaño y, tratándose de una empresa que desarrolla una de sus actividades en un sector tan estratégico como el de la defensa, remar en la misma dirección que el Ministerio de Defensa y contar con su apoyo, fin al que parecen encaminados los cambios.

La compañía navega precisamente ahora con viento de cola espoleada por el aumento del presupuesto en Defensa y un buen comportamiento en bolsa en el mes de octubre, ya que sus acciones se han revalorizado algo más de un 13%.