¿Apago la calefacción o la dejo al mínimo todo el día? Así es como puede ahorrar más dinero

Enero es uno de los meses más fríos del año en nuestro país, por lo que encender la calefacción en nuestro hogar resulta imprescindible para hacer frente a las bajas temperaturas. No obstante, dado que el precio de la luz y el gas continúan elevados, son muchos los consumidores españoles los que intentan ahorrar dinero con la llegada del invierno con el objetivo de que la factura energética no se dispare a final de mes.

La calefacción supone un gasto de unos 750 euros anuales de media en cada hogar, por tanto, no es de extrañar que surjan diferentes dudas respecto a su uso y como poder ahorrar: ¿Consume más energía apagar y encender la calefacción o dejarla a una temperatura constante todo el día? ¿Qué temperatura es la adecuada? ¿Cómo ahorramos más en nuestra factura?

En este contexto, son muchas las personas las que piensan que tener una temperatura no muy elevada durante todo el día sirve para ahorrar durante el invierno. Asimismo, estos mismos individuos coinciden en que apagar la calefacción y volverla a encender supone un gasto de energía extra para alcanzar una temperatura óptima. No obstante, nada más alejado de la realidad, ya que los expertos señalan que se ahorraría una mayor cuantía si se enciende la calefacción tan solo cuando más la utilizamos, ya que sino se produce un gasto energético permanente.

Aunque se necesite un poco más de energía al principio para calentar la vivienda, dicho gasto será menor al que se tendrá si se tiene la calefacción encendida durante todo el día.

Asimismo, no es necesario dejar la calefacción encendida toda la noche, ya que mientras se duerme, esta debe apagar y volverse a encender por las mañanas después de haber ventilado la casa. En el caso de que contemos con termostatos o programadores horarios, podremos establecer que el sistema se encienta 15 minutos antes de levantarnos o de llegar a casa.

Recomendaciones de expertos

No obstante, estas no son las únicas recomendaciones de los expertos, sino que desde el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (Idae) establecen una serie de pautas para que sigan los ciudadanos con el objetivo de reducir el consumo de energía sin renunciar al confort:

• Una temperatura de 19ºC con ropa adecuada, es suficiente para mantener el confort de una vivienda.
• Ventilar las viviendas minimizando el impacto en la calefacción. En invierno, suele ser suficiente con abrir las ventanas unos pocos minutos para renovar el aire minimizando la pérdida de calor en casa, y es aconsejable aprovechar al máximo la luz natural.
• Cerrar las persianas y cortinas por la noche. Evitarás importantes pérdidas de calor.
• Colocar válvulas termostáticas en radiadores o termostatos programables; son soluciones asequibles y fáciles de usar, y ahorrarás entre un 8 y un 13% de energía.
• Purgar los radiadores al menos una vez al año, al iniciar la temporada de calefacción.
• No cubrir los radiadores ni poner ningún objeto obstaculizándolo, porque dificultará la adecuada difusión del aire caliente.
• Si nos ausentamos por unas horas, reducir el termostato a 15ºC.
• No esperar a que se estropee el equipo: el mantenimiento adecuado de la caldera individual hará que se ahorre energía. Por tanto, cuando sea posible o necesario, renovar los equipos, sustituir los sistemas de calefacción y agua caliente sanitaria actuales por otros que utilicen electricidad mediante bombas de calor o energías renovables.