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Estos son los sistemas de calefacción más baratos y más caros: los hogares con radiadores eléctricos pagan el doble

De media, cada hogar gastará unos 750 euros al año en calefacción, según la OCU, pero esta factura se puede llegar a duplicar en función de la tecnología empleada para calentar la vivienda

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De media, cada hogar gastará unos 750 euros al año en calefacción, según datos de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Esta cifra, ya elevada, puede llegar a serlo aún más si las dificultades para proveer gas a Europa por la guerra en Ucrania se agravan durante los próximos meses de frío, cuando el consumo de gas se dispara. Además, la factura de cada hogar puede variar mucho en función de la tecnología empleada para calentar la vivienda y la tarifa que finalmente se elija, advierte la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Para detectar cuál es la opción más barata, la OCU ha calculado el coste que tendrían los seis principales sistemas de calefacción para una vivienda de 90 m2 en una zona climática D (Madrid, Aragón y gran parte de Castilla y León). La principal conclusión que arroja este análisis es que los radiadores eléctricos son el tipo de calefacción más cara, mientras que las bombas de calor y las estufas de pellet son las alternativas más económicas.

Opciones más caras

Los sistemas más caros de calefacción son los radiadores eléctricos (1.255 euros al año), seguidos de los acumuladores eléctricos (1.046 euros al año). Sistemas que, junto con los convectores eléctricos, utiliza uno de cada cinco hogares; y que son especialmente habituales en la zona del Mediterráneo. En las zonas donde los inviernos son templados son más numerosos los hogares que no tienen calefacción central y recurren en su lugar a radiadores para calentarse de forma puntual. Su principal inconveniente es que usan electricidad, muy cara actualmente, y requieren contratar mayor potencia. Por lo tanto, estos mecanismos de calefacción son solo adecuados para segundas residencias que apenas se vayan a utilizar.

La caldera de gasóleo se sumaría a la lista de sistemas de calefacción más costosos, con una factura anual de 816 euros, ya que el precio del gasóleo se ha disparado con la guerra en Ucrania y encadena varias semanas de alzas ininterrumpidas. No obstante, se trata de un tipo de calefacción en proceso de extinción por ser altamente contaminante, como ocurre con las calderas de carbón.

Opciones más baratas

Por el contrario, los sistemas más eficientes son aquellos que funcionan con bomba de calor (455 euros al año) o con una estufa de pellets (545 euros al año). Las primeras ofrecen además la doble función de calefacción en invierno y refrigeración durante el verano. Mientras que las estufas de pellets son especialmente recomendables en segundas residencias o en viviendas con suficiente espacio para almacenar los pellets.

El gas natural canalizado sigue siendo la fuente de calefacción y agua caliente sanitaria en la mayoría de los hogares. Es una opción interesante, sobre todo si el sistema empleado es una caldera de condensacióncuyo coste ronda los 683 euros al año. Estas calderas tienen la capacidad de condensar una parte importante de los vapores contenidos en los gases de la combustión. Esta energía que se genera durante la condensación se escapa en forma de humo en las calderas tradicionales, por lo que las calderas de condensación conllevan una mejora que hace que su coste anual sea menor. En estos casos, la OCU recomienda además contratar la tarifa regulada, la TUR, con ella la factura puede llegar a ser hasta cuatro veces más barata que con el mercado libre.

Actualmente, solo un 20% de los hogares tienen contratada esta tarifa y la OCU ha denunciado que los clientes se están topando con obstáculos para cambiarse del mercado libre al regulado. De hecho, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha abierto un expediente informativo sobre las dificultades de los consumidores para cambiar a tarifas reguladas de energía.