Los accionistas díscolos de Ferrovial optan por no vender tras el traslado a Países Bajos

Nadie se baja del barco en Ferrovial. A pesar de que algunos accionistas votaron el pasado 19 de mayo en contra del traslado de la sede de la compañía a los Países Bajos, ninguno de ellos ha optado por vender sus títulos del grupo a un precio de 26,0075 euros por acción, una cantidad que suponía casi un 12% menos de lo que valían en bolsa la acciones, según ha confirmado la compañía en una comunicación enviada a la Comisión Nacional de los Mercados y Valores (CNMV).

La comunicación viene a refrendar lo que ya había adelantado la compañía que dirige Rafael del Pino. Una vez cerrado el plazo para que los accionistas críticos con el traslado pudieran ejercer este derecho de separación, el grupo ya comunicó que no tenía constancia de que ninguno de ellos hubiese optado por esta vía. De igual forma, tampoco le constaba que algún acreedor hubiese ejercido su derecho de oposición en el mes que se había dado de plazo, una vez que el traslado de la sede social de Ferrovial a Países Bajos fue respaldado por el 93,3% de los votos en la junta que el grupo celebró el pasado 13 de abril. No obstante, Ferrovial ya había dicho que había que esperar al miércoles de esta semana para dar por cerrado formalmente el proceso, ya que el procedimiento establecía un plazo de cuatro días para que los custodios terminasen de corroborar la información.

Tras los resultados de las votaciones en la junta, tan sólo los titulares de un 0,29% del capital de la compañía podían realmente ejercer este derecho, siendo esta cifra el equivalente a los que votaron en contra de su traslado respecto al capital total de la empresa, aparte de Leopoldo del Pino (hermano del presidente Rafael del Pino), que anunció que votaría en contra del traslado pero que, en ningún caso, saldría del capital de la compañía.

La decisión de estos accionistas díscolos respecto a sus títulos era clave para que llegase a buen puerto. Para poder sacar adelante el traslado de sede a los Países Bajos, Ferrovial determinó que si los derechos de separación que quisieran ejercitar los accionistas críticos a este traslado superaban los 500 millones de euros, la operación no se llevaría a cabo porque podría tener impacto financiero en la compañía. Pero una vez superado este trámite, la compañía sigue adelante con sus planes, que pasan por empezar a cotizar en la bolsa de Ámsterdam como paso previo a hacerlo en Nueva York. La idea de la compañía es hacerlo también de forma simultánea en la de Madrid. Ferrovial considera que cotizar en Estados Unidos, uno de sus mercados estratégicos, es clave para lograr recursos con los que seguir creciendo.