Empleo

El alza del salario mínimo ya pasa factura a los jóvenes y los menos cualificados

BBVA Research asegura que aunque el impacto de la medida es todavía limitado, la afiliación de estos grupos se ha comportado peor en el primer semestre del año que en 2017 y 2018

Los trabajadores menos cualificados son de los más afectados por la subida del SMI
Los trabajadores menos cualificados son de los más afectados por la subida del SMIlarazon

BBVA Research asegura que aunque el impacto de la medida es todavía limitado, la afiliación de estos grupos se ha comportado peor en el primer semestre del año que en 2017 y 2018.

Aunque los servicios de estudio consideran que sigue siendo pronto para hacer un análisis en profundidad de los efectos de la subida hasta los 900 euros del salario mínimo (SMI), el análisis de los datos de los primeros meses del año ya va dejando pistas de por dónde están yendo sus efectos. Y no son buenos para los grupos más vulnerables al desempleo, jóvenes y empleados con poca cualificación. Aunque en el informe de situación que ha presentado hoy BBVA Research asegura que, a nivel global, las repercusiones del incremento sobre el empleo están siendo “limitadas”, cuando se pone la lupa en estos dos grupos las conclusiones no son buenas.

Según el estudio, la afiliación a la Seguridad Social entre los jóvenes, ocupados en actividades de servicios que tradicionalmente tienen salarios más bajos, como el comercio o la hostelería, y los residentes en Andalucía, Canarias y Murcia, regiones con empleos muy dependientes del SMI, se ha comportado bastante peor en el arranque de este año que en ejercicios precedentes. Entre los jóvenes, la creación de empleo descendió entre enero y junio un 0,8% con respecto a los últimos seis meses de 2018, cuatro décimas más que en los primeros semestres del bienio 2017-2018. Un resultado que, según BBVA Research, se repite al analizar los otros dos grupos.

En términos globales, BBVA Research calculaba que el aumento del SMI podría tener un impacto negativo de entre una y cuatro décimas en el nivel de empleo, dependiendo de si las compañías absorbían el aumento o lo trasladaban a precios. Los datos del primer trimestre sugieren, según el estudio, que han sido las empresas las que han cargado contra su rentabilidad la subida y han evitado así la sangría del empleo que algunos habían pronosticado.

Desde que fue anunciada por Pedro Sánchez, la subida del salario mínimo (SMI) ha estado rodeada de polémica. Mientras que el Gobierno ha defendido siempre que no tendría impacto alguno en el empleo, los servicios de estudios de diversas entidades afirmaban lo contrario. El Banco de España llegó a vaticinar una pérdida de hasta 125.000 empleos. Un pronóstico que todavía no se ha cumplido y que llevó al propio Gobierno a pedir públicamente a la entidad que dirige Pablo Hernández de Cos que reconozca su error. Una petición que ha caído en saco roto. El regulador sigue pensando que el incremento del SMI tendrá efectos negativos para el empleo, aunque considera que es pronto para tener una visión global de sus consecuencias.