Hacienda
Esto es lo que pasa si no puede pagar sus deudas con Hacienda
Los impuestos son cantidades de obligado pago por todos los contribuyentes que se utilizan para financiar el gasto público, pero no todos los abonan en tiempo y forma
Un descuido o la falta de capacidad económica pueden hacer que una persona contraiga deudas con Hacienda. No obstante, estas no se pueden pasar por alto, ya que el organismo cuenta con un sistema riguroso para gestionar impagos y aplicar las sanciones que correspondan.
No pagar a la Administración a tiempo es más común de lo que parece, sobre todo si el ciudadano está pasando por un momento económico complicado. "Cuando no puedes cumplir con tus pagos, Hacienda tomará medidas para recuperar el dinero que le debes, y esto puede llevar a consecuencias que afecten tanto tu situación financiera como tu vida diaria", explican desde TaxDown.
El impago de deudas con Hacienda puede dar lugar a recargos e intereses que se añaden a la deuda original, a una fase de apremio o incluso embargos.
Si no se paga en el plazo establecido, Hacienda puede aplicar un recargo sobre la deuda de entre el 5% y el 20% en función del tiempo que se tarde en pagar. Asimismo, se acumulan intereses de demora que elevarán la deuda con la Administración.
La fase de apremio consiste en que Hacienda envía una notificación oficial –vía online y física– a la persona que sigue sin pagar para informarle de que la deuda ha pasado a ser ejecutiva, por lo que si no la afronta en un plazo determinado, podrá empezar a embargar su salario, sus cuentas bancarias o incluso su casa. En el caso de que los bienes embargados no cubran la deuda, Hacienda podrá llegar a subastarlos para recuperar el dinero. Desde TaxDown aseveran que "el embargo es un proceso que puede afectar gravemente tu situación personal y financiera, así que es importante evitar llegar a este punto".
Opciones para aplazar o fraccionar el pago
Sin embargo, no es necesario llegar a esta situación, sino que aquella persona que no pueda rendir cuentas con Hacienda tendrá la opción de solicitar un aplazamiento o fraccionamiento de la deuda.
Aplazar la deuda ofrece más tiempo al deudor para reunir el dinero que necesite pagar, no obstante, durante ese periodo, Hacienda seguirá aplicando intereses. En cambio, el fraccionamiento consiste en dividir la deuda en cuotas mensuales que sean más fáciles de asumir. Por tanto, en vez de pagar 300 euros de golpe, se podrá pagar en dos plazos o más. Al igual que en el caso del aplazamiento, esta opción también genera intereses.
En ciertas ocasiones, no obstante, algunos podrán evitar rendir cuentas con la Agencia Tributaria gracias a la Ley de Segunda Oportunidad, librándose de deudas insostenibles y pudiendo empezar de nuevo. Este es un mecanismo legal en España que permite a particulares y autónomos cancelar sus deudas si cumplen ciertos requisitos.
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