Seguridad Social

El Gobierno pide "calma" con las pensiones ante la amenaza de ajuste de 12.000 millones en la jubilación

Sin embargo el agujero no deja de crecer y el desajuste sin transferencias del Estado fue de 28.394 millones el año pasado

Elma Saiz Delgado en una sesión de control del Gobierno, en el Congreso.
La ministra de la Seguridad Social, Elma Saiz, en una sesión de control del GobiernoAlberto R. RoldánLa Razón

Aunque el Gobierno pide "calma" tras la advertencia de la Comisión Europea de que podría ser necesario en España un ajuste de 12.000 millones de euros por el aumento del gasto, lo cierto es que hay señales de alarma ante el desorbitado gasto en jubilaciones cuando comienzan a incorporarse al sistema las cohortes del "baby boom", las nacidas en plano desarrollismo.

La ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, pidió "tranquilidad y confianza" en la reforma de pensiones aprobada por su antecesor José Luis Escrivá ante la advertencia de la Comisión Europea por el aumento del gasto. En este sentido, Saiz ha pedido esperar al informe que debe realizar en 2025 la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) para evaluar el impacto real de las medidas.

La ministra explicó que la Comisión apunta a un gasto del 15,1% del producto interior bruto (PIB), es decir, solo una décima más del máximo de las previsiones del Gobierno.

Sin embargo, con las medidas ya vigentes el sistema de Seguridad Social no deja de agrandar el agujero. De hecho, el déficit anual contributivo, sin tener en cuenta los ingresos y gastos no contributivos y las transferencias internas, ha subido en términos absolutos a 28.394 millones de euros y en términos relativos al 1,94% del PIB, frente a 26.930 (1,87%) del trimestre anterior, según datos oficiales recabados por el Observatorio de pensiones de WTVV en colaboración con el Grupo de Investigación en Pensiones y Protección Social.

Antes de la pandemia, el déficit contributivo era de 19.791 millones de euros, que suponía el 1,59% del PIB.

El descenso del déficit contributivo desde el máximo de 2020 (2,75% del PIB) se ha estancado en 2023 (1,94% frente a 1,95% de 2022) y habrá que esperar a ver si los impuestos al trabajo introducidos por Escrivá como cotizaciones adicionales sirven para afrontar el incremento del gasto en pensiones.