Deuda

Los gobiernos autonómicos, los más endeudados de todas las regiones de la UE

Fedea alerta de que la deuda autonómica crecerá 2,3 puntos de PIB en 10 años "si no se hace nada"

"Las comunidades autónomas son los gobiernos regionales más endeudados de la Unión Europea", con un nivel de deuda pública sobre el PIB del 22,2% al cierre de 2023, muy por encima de los países con estructuras descentralizadas similares a la española, como Bélgica (17,7%), Alemania (15,1%) o Austria (5,4%). Así lo advierte la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), que urge reformar "cuanto antes" el sistema de financiación autonómica o, "en su defecto", adoptar "medidas correctoras transitorias" para intentar solucionar "un problema de notable envergadura" por la excesiva deuda de algunas regiones

Lo pone de manifiesto en un último informe sobre la posible evolución futura de la deuda pública autonómica y sus factores determinantes, titulado 'La deuda pública de las Comunidades Autónomas. Escenarios de evolución y estimación del esfuerzo de consolidación fiscal necesario', que concluye que "no hacer nada no es la solución".

Según sus conclusiones, el conjunto de la deuda autonómica crecerá 2,3 puntos porcentuales en los próximos 10 años, hasta el 24,4% en 2034 desde el 22,1%, si se mantiene el actual comportamiento fiscal de las comunidades, aunque la evolución mantiene una "heterogeneidad muy elevada", con comunidades que ya se encuentran en el nivel del 13% marcado por la ley e incluso pueden permitirse pequeños déficit primarios en los próximos años, como País Vasco, Navarra, Canarias y Madrid. Por contra, los analistas de Fedea Carmen Marín y Diego Martínez creen que Cataluña, Murcia y Castilla-La Mancha no alcanzarán superávit primarios anuales al menos del 1,3 % del PIB -que les llevaría a alcanzar para lograr el objetivo del 13%- hasta en 2033. Peor aún lo tiene la Comunidad Valenciana, que necesitaría un superávit superior al 2%.

A partir de ahí, el informe plantea varios escenarios de evolución de la deuda ante diferentes exigencias de consolidación fiscal en los próximos 10 años. En un "escenario conservador", si el comportamiento fiscal de las comunidades se mantiene a lo largo de la próxima década, la mayoría de ellas verían empeorar sus ratios de deuda/PIB en 2034. En este caso, la deuda aumentaría de 22,2% en 2024 a 24,4% en 2034, es decir, 2.3 puntos de PIB. Algunas regiones empeorarían sustancialmente, como Murcia y la Comunidad Valenciana, que alcanzarían el 42,4% y en el 55,3%, respectivamente. También tendrían peores números Cataluña (hasta el 34,5% de su PIB), Castilla-La Mancha (31,9%), Extremadura (26,4%), Andalucía (24,3%), Aragón (23,3%), Castilla y León (22,1%) y Madrid (13,2%), mientras que mejorarían Navarra (hasta el 4,6%), Canarias (6,1%), Asturias (9,5%), País Vasco (10,7%), Galicia (11,9%), La Rioja (13,9%), Baleares (15,5%) y Cantabria (16,6%).

En cambio, en un escenario más "reactivo", con políticas que corrijan los desequilibrios fiscales progresivamente, la deuda autonómica se situaría en el 15,1% del PIB en 2034, aún por encima 2,1 puntos sobre el 13% de referencia legal, aunque algunas todavía se encontrarían cerca del 20% -como Castilla-La Mancha y Cataluña- e incluso del 30% (Murcia) o del 40%,. en el peor de los casos, para la Comunidad Valenciana.

Por ello, Fedea reclama que "debe abordarse cuanto antes" la reforma del sistema de financiación autonómica o "en su defecto" adoptar "medidas correctoras transitorias", además de que debería considerarse una posible "estrategia de condonación de deuda autonómica en manos del Estado", aunque advierte que debería aplicarse sólo "a las comunidades que realmente lo necesiten. El objetivo último de este proceso de condonación es permitir a las regiones su financiación a través de los mercados de capitales y proceder a la retirada gradual de los mecanismos de financiación de emergencia".

El pasado ejercicio, la ratio deuda pública respecto al PIB se ha reducido en 1,3 puntos, con más del 80% de dicha reducción resultado del crecimiento del PIB nominal, es decir, "por la ayuda de la inflación", y tanto el saldo presupuestario (negativo) como la carga (creciente) de intereses han empujado en sentido contrario.

Marín y Martínez también han calculado el esfuerzo de consolidación fiscal anual -en términos de superávit primario- que se necesitaría para alcanzar un determinado nivel de deuda a lo largo de diferentes periodos de tiempo (5, 10 y 20 años) bajo diferentes escenarios. En el escenario central, los superávits primarios anuales que se requerirían para que las regiones alcanzasen el objetivo del 13% del PIB que marca la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera en 2028, 2033 o 2043, serían, respectivamente, del 1,4%, 0,5% y 0,1%. El informe recuerda que, en los últimos 20 años, el saldo primario promedio ha sido un déficit del 0,9%. Por consiguiente, "los esfuerzos de consolidación fiscal que se exigirían no parecen factibles, dada la experiencia histórica".