Vivienda

¿El inquilino se niega a enseñar la vivienda a potenciales compradores? Esto es lo que puede hacer el propietario

El inquilino puede negarse a permitir el acceso si considera que afecta a su privacidad o tranquilidad

Puerta cerrada
Puerta cerradaPixabay

Condenados a vivir de alquiler. Esta es la realidad de la inmensa mayoría de los inquilinos, los cuáles se ven obligados a arrendar una vivienda al no disponer de los recursos financieros necesarios para adquirir una casa en propiedad. Aunque el contrato del alquiler regula la cesión y el uso del inmueble, así como todos los derechos y obligaciones tanto del casero como del inquilino, todavía siguen existiendo algunos aspectos que generan controversia entre ambas partes.

Las visitas en el inmueble suelen crear malentendidos. Y es que, en ocasiones, puede ocurrir que la casa en la que vivimos de alquiler se ponga en venta y que el propietario quiera realizar visitar de posibles compradores, pero, ¿es posible negarnos a que el casero enseñe la vivienda alquilada?

A pesar de que el inmueble continue siendo propiedad del casero, este no tiene derecho a entrar mientras el inquilino esté viviendo allí. Concretamente el artículo 18.2 de la Constitución Española establece que "el domicilio es inviolable. Ninguna entrada o registro podrá hacerse en él sin consentimiento del titular o resolución judicial, salvo en caso de flagrante delito". Por tanto, puesto que el casero está cediendo el derecho de uso del inmueble a cambio de una compensación económica durante la duración del contrato –perdiendo así su posesión legítima–, "el inquilino puede negarse a permitir el acceso si considera que afecta a su privacidad o tranquilidad", asevera la red inmobiliaria donpiso.

No obstante, algunos contratos de alquiler incluyen una cláusula especifica que obliga al inquilino a que permita visitas en caso de venta o alquiler del inmueble. En estos supuestos, las condiciones pactadas prevalecen, siempre y cuando no vulneren derechos fundamentales.

¿Qué puede hacer el propietario en estos casos?

Si el inquilino decide negarse a enseñar la vivienda, el propietario tiene varias opciones para gestionar esta situación sin vulnerar los derechos del arrendatario:

  • Revisar el contrato de alquiler: lo primero será consultar las cláusulas del contrato de alquiler para saber si existe alguna específica que obligue al inquilino a permitir las visitas. En el caso de que si exista y no deje al casero entrar, se trataría de un incumplimiento y aporía iniciarse un procedimiento legal.
  • Negociar y llegar a un acuerdo: a través de la negociación se pueden resolver este tipo de conflictos. El propietario puede ofrecer una serie de facilidades al inquilino ante este escenario como organizar las visitas en horarios convenientes o incluso reducir temporalmente el alquiler por las molestias ocasionadas.
  • Considerar la mediación: si las negociaciones con el inquilino no tienen éxito, la red inmobiliaria asevera que mediación "puede ser una alternativa eficaz". En estos casos, el mediador puede ayudar a que ambas partes lleguen a un acuerdo, evitando así que tengan que recurrir a acciones legales.
  • Esperar a que finalice el contrato de alquiler: en ciertos casos se deberá esperar a que el contrato finalice antes de proceder con la venta o el alquiler. Una vez el inquilino deje la vivienda, será "mucho más fácil" mostrarla.