Medio Ambiente

La «jefa» Ribera

La mayoría da por hecho que va a ser imposible cumplir con lo establecido en el Acuerdo de París de 2015 para limitar el aumento de la temperatura media del planeta

Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica
Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica Alberto R. Roldán La Razón

La «jefa» Teresa Ribera anda estos días de «la ceca a la meca» con lo de la COP28 (la Cumbre del Clima) de la ONU. Debo precisar que lo de «jefa» no es de mi cosecha, sino que es como se refiere a ella Luis Planas, el ministro de Agricultura, que reconoce a la «vice» como su superiora. Estas son unas jornadas de mucha tarea en la vida de la ministra para la Transición Ecológica, que no pierde de vista lo que pasa en esa COP de Dubái, que atraviesa su ecuador. Algunos de los allí presentes perciben cambios significativos en relación con reuniones anteriores de este mismo tipo.

La mayoría se ha vuelto realista y ya da por hecho que va a ser imposible cumplir con lo establecido en el Acuerdo de París de 2015 para limitar el aumento de la temperatura media del planeta. Teniendo claro lo anterior, también se ha impuesto la idea de que es necesario frenar el calentamiento global con objetivos más realistas, a la vista de que casi nadie está dispuesto a renunciar a las comodidades de la vida moderna, que pasan por calentarse cuando uno tiene frio, poner el aire acondicionado cuando tiene calor y poder comer todos los días. Para esto último es necesario aumentar la producción de alimentos en un contexto de crecimiento mundial de la población, con la vista puesta en la cifra de 10.000 millones de habitantes del planeta.

Se constata también, y ya no es una especie de herejía, una vuelta a la energía nuclear, mientras el hidrógeno parece perder fuelle. Y, de momento, lo que ha perdido fuelle es el movimiento encabezado por Greta Thunberg, figura clave hace unos años, de la que se habla muy poco ahora. Supongo que Teresa Ribera, que ha hecho de la lucha contra el cambio climático el eje central de su vida profesional, andará un poco desconcertada con lo que se detecta en Dubái y andará poniéndose al día de las nuevas orientaciones.

Mientras tanto, aquí en España, no pierde ocasión para hacerse con todas las competencias que puede, justo ahora que se acaba de formarse el nuevo Gobierno. Está llamada a ser una de las piezas claves de este, a la espera de ver si logra colocarse en la futura Comisión Europea durante el próximo verano.