Emprendedores

José Elías, empresario: "El 90% de la gente no puede comprarse un piso, pero ningún político habla de eso"

El experto revela las mayores preocupaciones de los ciudadanos, como son "llegar a final de mes, tener un poco de ocio y poder comprarse un piso"

José Elías desafía a la lógica: "Si eres asalariado, es mejor que compres un piso, pero si vas sobrado de dinero, debes alquilar"
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El mercado de la vivienda en España atraviesa un momento histórico con precios que no dejan de subir y batir récords. Tal y como esclarecen los últimos datos del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, el precio medio de la vivienda en venta alcanzó en el tercer trimestre los 2.153,4 euros por metro cuadrado, lo que supone un incremento del 12,1% respecto al año anterior. El metro cuadrado acumula ya tres trimestres por encima de los 2.000 euros, una cifra inédita desde que existen registros, y la subida trimestral tampoco ofrece respiro, con un 2,9% más respecto al segundo trimestre y superando los registros de 2008.

La situación evidencia la ineficacia de las pocas medidas impulsadas por los políticos para frenar la escalada de precios, junto al evidente desajuste de la oferta y la demanda. Iniciativas actuales, como la ayuda de 30.000 euros para jóvenes compradores, no logran aliviar el groso del problema y, como resultado, un asunto que debería estar en el centro del debate parlamentario, no ocupa el lugar destacado que debería en las agendas de los partidos. En este contexto, figuras como Gabriel Rufián se han convertido en algunas de las voces más activas dentro del Congreso, con declaraciones continuas sobre la necesidad de políticas efectivas que protejan a los ciudadanos frente a la creciente especulación inmobiliaria.

La combinación de precios históricos y ausencia de respuestas políticas sólidas genera un clima de crispación e incertidumbre. Los ciudadanos perciben que el acceso a la vivienda se complica trimestre tras trimestre, mientras los valores continúan al alza sin control. Esta inestabilidad no solo tensiona a las familias que buscan comprar su primer hogar sino que también afecta al conjunto de la economía, dejando al mercado en una situación frágil y en constante debate público, pero con pocas soluciones efectivas a la vista. Expertos de diferentes ámbitos han revelado las terribles consecuencias en que puede desembocar esta crisis.

Jose Elías revela las principales preocupaciones del ciudadano

José Elías, empresario multimillonario conocido por ser propietario de empresas como Audax Renovables o La Sirena, expuso en la red social X sus principales pareceres sobre la inacción política de los dirigentes respecto a los problemas del ciudadano de a pie. "El 90% de la gente no puede comprarse un piso, pero ningún político habla de eso", comienza explicando en su publicación. En realidad, el problema cuenta con una dimensión mucho mayor de lo que creemos debido a la gran cantidad de contribuyentes que repercute. Según el Banco de España, en la actualidad faltan alrededor de 700.000 hogares para cubrir la demanda existente en el país.

"La mayoría de personas que conozco tiene las mismas preocupaciones: llegar a final de mes, tener un poco de ocio y poder comprarse un piso", agrega en relación a las preocupaciones de los trabajadores. Por ende, la crítica de Elías se posiciona directamente hacia los políticos. "Hablan de muchas cosas, pero no de garantizar que la gente tenga dónde vivir, ni de que pueda disfrutar de su tiempo libre sin estar ahogada", afirma. Por otro lado, acude a su experiencia personal para evidenciar la falta de ayudas y el despilfarro público. "Cuidé de mi madre en silla de ruedas durante año y medio sin recibir ni una ayuda. Por eso, cuando veo 600 asesores cobrando del Estado, me hierve la sangre", sentencia.

La desconexión de los políticos con el pueblo

En los últimos tiempos, se ha producido una fuerte desconexión entre los políticos y el pueblo, que demanda medidas acordes a lo que necesitan. "Lo importante puede esperar. Lo urgente no. Y lo urgente hoy es que la gente no puede pagar su piso ni llenar la nevera sin hacer malabares", indica. La preocupación real se encuentra en el bolsillo individual y en por qué este se encuentra cada vez más vacío. "Si los políticos bajaran al barro y escucharan a la gente, entenderían qué hay que arreglar primero. Pero no lo hacen y por eso el desapego crece. Porque mientras ellos miran al norte, la gente hace años que va al sur", concluye.