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Made in Albacete: la UE da denominación de origen a los cuchillos manchegos

La legislación amparará los productos artesanales europeos con nuevos sellos

Una de las marcas de cuchillos de Albacete
Una de las marcas de cuchillos de AlbaceteLa Razón

En la Unión Europea nadie puede vender un vino espumoso con la etiqueta de champán si no se produce en la región francesa del mismo nombre, ni un queso parmesano no procedente de Italia. Lo mismo sucede con el turrón de Alicante. Este sistema abarca tanto las indicaciones geográficas protegidas como las denominaciones de origen. En el segundo caso, las materias primas deben proceder de la región, donde deben llevarse a cabo todas las fases de producción.

En el primero, deben tener lugar en esta zona al menos una de las tres fases: producción, transformación y elaboración. Este tipo de sistema no solo abarca los productos comercializados en la UE sino que también sirve como negociación en los tratados de libre comercio que Bruselas suscribe con otras partes del mundo. Este paraguas de protección existe desde el año 1992 y desde entonces, nuevos productos europeos pueden pasar a engrosar esta lista, si cumplen los requisitos.

Ahora, la Comisión Europea quiere trasladar estos mismos derechos de protección intelectual no solo a los alimentos y bebidas, realizados con ciertas materias primas y de una determinada manera correspondiente a una región, sino también a los productos artesanales e industriales. De esta forma, quedarán cubiertos con una nueva normativa europea los afamados cuchillos de Albacete, el exquisito cristal de Murano (Italia) o la delicada porcelana de Limoges (Francia).

También entran en esta categoría las joyas, los textiles, los encajes o las piedras naturales. Para beneficiarse de este sistema, los productos tendrán que tener su origen en un lugar específico, ya sea una región o un país; disfrutar de una calidad, reputación o característica atribuida esencialmente a este lugar geográfico y que un paso de su producción tenga lugar en este área geográfica.

De momento, se ha alcanzado un acuerdo provisional entre las capitales europeas y el Parlamento que tan solo debe formalizarse para que la nueva norma normativa entre en vigor en el año 2025.

El propósito de esta nueva legislación es amparar la forma tradicional de fabricación europea, en aras de que el consumidor tenga mejor información a la hora de realizar una compra y que los fabricantes obtengan el reconocimiento que merecen gracias a una bien ganada reputación que en algunos casos se remonta a siglos. Ahora mismo, muchos de estos productos gozan de la protección de las leyes nacionales, pero en el ámbito europeo esto lleva a la fragmentación. Bruselas considera que con esta normativa se podrá proteger mejor a estos productos en la venta on line, que no conoce fronteras, y también servirá para detectar aquellas denominaciones falsas que buscan aprovecharse de un prestigio ajeno.

Para que este sistema pueda funcionar de manera correcta, Bruselas ha establecido un sistema de dos vías. Los fabricantes podrán solicitar esta protección a las autoridades nacionales que después realizarán los correspondientes trámites para que la petición sea aprobada por la Oficina de Protección Intelectual de la Unión Europea (EUIPO). En el caso de que en el país de origen no exista esta vía nacional, los productores podrán dirigirse de manera directa a EUIPO.

Una vez que un producto aparezca en el registro europeo, los bienes podrán anunciarse con la etiqueta correspondiente y utilizar este logo en sus envases. Esta nueva ley abre la puerta a que también la UE pueda reconocer los productos artesanales de países terceros. Bruselas busca que esta regulación ayude a valorar la producción personalizada «Made in Europe».