Empresas

La morosidad empresarial gana terreno y cuesta casi 3.000 millones a los proveedores

El plazo medio de pago de las empresas sube a 95,5 días en el primer trimestre. Sólo el 42,5% son puntuales y las grandes compañías son las que menos pagan en plazo

Imagen de un escaparte en el que se puede leer "liquidación por cierre", en Madrid
Imagen de un escaparte en el que se puede leer "liquidación por cierre", en MadridJesus G. FeriaLa Razón

El Gobierno vende sus datos de paro como el indicador más representativo de la recuperación económica. Los de marzo, con una caída de 48.755 parados, llegaron a ser calificados como históricos incluso, pese a esconder un alto porcentaje de estacionalidad y fijos discontinuos. Si a esto le sumamos que las quiebras de empresas se dispararon un 59,5% en el último trimestre de 2022, según Eurostat, y que el sector empresarial español ha comenzado 2023 con mayores dificultades para realizar sus pagos a tiempo, es evidente que la economía española no está tan saneada como se quiere hacer pensar.

El plazo medio de pago de facturas de las empresas españolas ha subido a 95,5 días en el primer trimestre de 2023, 0,38 días más que el trimestre anterior, aunque todavía 1,5 días por debajo en variación interanual, según el 'Estudio sobre Comportamiento de Pago de las Empresas Españolas' publicado por Informa D&B que analiza los hábitos de pago de 400.000 empresas.

Según la filial de Cesce, aunque el periodo de retraso pactado por deudores y acreedores se ha reducido ligeramente (medio día respecto al cuatro trimestre de 2022 y 2,29 días respecto al mismo periodo del año pasado) hasta los 80 días en el primer cuarto de 2023, el retraso medio en el pago respecto a ese periodo pactado ha aumentado hasta los 15,45 días, casi un día más que en el trimestre anterior y que hace un año.

Pero quizás el dato más preocupante que arroja el estudio es que la proporción de pagos puntuales se ha reducido hasta el 42,5% en los primeros tres meses del año, dos puntos porcentuales por debajo de la cifra con la que se cerró 2022 y 1,58 puntos por debajo del primer trimestre de 2022, mientras los pagos con más de 60 días de retraso han aumentado hasta suponer el 6,1% del total, frente al 5,70% del cuarto trimestre de 2022. Estos indicadores de morosidad dejan en evidencia las dificultades económicas que atraviesan miles de negocios y que pueden contagiar al resto de eslabones de la cadena de pagos.

El importe total de las facturas analizadas alcanza los 18.032 millones de euros en el primer cuarto de 2023, un 1,86% más que a finales de 2022. De esta suma monetaria, el 28% se abona dentro del plazo y el 68% con un retraso de hasta 30 días. Esta demora en los pagos supone un coste para el conjunto del tejido empresarial español de 2.974 millones de euros.

Grandes empresas, las más morosas

Por tamaño, el 48% de las microempresas y el 42,7% de las pequeñas compañías pagan sus facturas dentro del plazo pactado, frente al 27,5% de las medianas y sólo el 12,7% de las grandes que así lo hicieron en el primer trimestre de 2023. Sin embargo, la proporción de compañías que abona los pagos con más de 60 días de retraso ha escalado al 8% entre las microempresas, frente al 4% de las pequeñas y el 3,6% de las medianas y las grandes.

Las pequeñas empresas han presentado la media de retraso sobre los plazos pactados más baja, 12,6 días, seguidas de las medianas y las grandes, que registraron una demora de 13,3 y 15,6 días, respectivamente. Así, las microempresas fueron las que más tiempo retrasaron los pagos, hasta una media de 18,2 días sobre el plazo pactado.

El sector que más tardó en pagar sus facturas durante el primer trimestre de 2023 fue el administrativo, con un retraso medio de 28,5 días (2,2 días más que en las mismas fechas de 2022), seguido de la hostelería, con 24,1 días de media, pero que consigue rebajar la demora en 2,4 respecto al año anterior, la mayor bajada de todos los sectores. Junto al hostelero, otros cinco sectores reducen su retraso medio en el pago en este primer cuarto del año: energía (-1,54 días), otros servicios (-0,97), sanidad (-0,57), comunicación (-0,47) e intermediación financiera (-0,15).

En el lado contrario, las áreas con menor retraso medio en el pago son sanidad (15,3 días) y educación (15,1 días), seguidas de comercio (14,1), comunicación (14,1), industrias extractivas (12,2) e industria (12,1). Por lo tanto, dependiendo de si se contrata a una empresa del sector industrial o administrativo, el retraso varía en 16,4 días.

En cuanto a comunidades autónomas, Canarias fue la región con mayor retraso medio en el pago de facturas en el primer trimestre de 2023, con una demora de 21,8 días sobre el plazo pactado y solo un 34% de los pagos efectuados a tiempo, seguida de Extremadura (19,3 días) y Andalucía (19,2 días). En el lado opuesto, Navarra y País Vasco son las más puntuales, con un retraso medio de 10,1 y 12 días, respectivamente. Por su parte, la Comunidad de Madrid se ha situado por encima de la media nacional, con 17,5 días de retraso, mientras Cataluña estaba por debajo, con 14,1 días. Además, todas las comunidades se sitúan por debajo de los 50% de pagos puntuales salvo Ceuta, siendo Canarias la comunidad que registra la tasa más baja con 34,01% de pagos puntuales.