Distribución

Pascual se fija como meta facturar 100 millones en el exterior en 2027 y trabaja para desembarcar en Indonesia sin descartar Estados Unidos

La compañía cerrará este año con unas ventas internacionales de 70 millones de euros

Planta de Pascual en Aranda de Duero (Burgos)
Planta de Pascual en Aranda de Duero (Burgos)Pascual

Pascual acelera su crecimiento en el exterior. El grupo de alimentación con sede en Aranda de Duero (Burgos) cerrará este año con unas ventas internacionales en torno a los 70 millones de euros y espera alcanzar los 100 millones de euros en 2027 tras elevar esa facturación al entorno de los 80 millones de euros en 2026, según ha explicado hoy su director de Internacional, Tomás Meléndez.

La compañía ha registrado un muy relevante crecimiento de su negocio exterior en los últimos años, ya que en 2019 la facturación de esta división apenas era de 20 millones de euros.

Economía.- Pascual prevé facturar 100 millones en 2027 a nivel internacional con foco en Centroamérica, África y Asia
Economía.- Pascual prevé facturar 100 millones en 2027 a nivel internacional con foco en Centroamérica, África y AsiaEuropa Press

Pascual está presente en este momento en 60 países cuyo denominador común es que la mayoría de ellos están en vías de desarrollo y ubicados en Centroamérica, África y Asia. En estos mercados, su propuesta, basada sobre todo en un yogur que aguanta hasta once meses sin refrigeración, tiene valor y es diferencial respecto a sus competidores, como ha destacado Meléndez. "Nuestra propuesta de valor es que la gente se lo pueda permitir, sea asequible, esté disponible y que esté rico", ha resumido.

Para desembarcar en estos mercados, Pascual ha establecido un modelo basado en alianzas al 50% con empresas familiares locales, un perfil que le permiten producir in situ, adaptando su portafolio a los gustos locales, y a las que la compañía española aporta su "know how".

Siguiendo este modelo, la compañía tiene ahora mismo cuatro centros productivos compartidos en Guatemala, Filipinas, Marruecos y Angola, mercados en los que ostenta posiciones de liderazgo y que le sirven de plataforma además para llegar al resto de países cercanos a estas plantas.

Indonesia y Estados Unidos

Pero la compañía va a ir un paso más allá en 2027 y va a abrir su primera fábrica propia en Filipinas, país en el que tiene una cuota de mercado del 40% en yogures de larga vida. Pascual invertirá 17 millones de euros en la planta, que confía en que no sea la última que abra.

La compañía, que se ha fijado como meta que sus ventas internacionales representen el 20% de su facturación total a futuro, trabaja para ampliar su presencia a otros países y el que ahora mismo tiene más avanzado es Indonesia, un país de mucho potencial, según Meléndez. El directivo ha explicado que Pascual ya ha establecido contactos con un potencial socio local para desembarcar en un mercado que considera con mucho potencial -es el país musulmán con más habitantes del mundo (300)- pero que también supone un desafío porque es muy proteccionista.

A pesar de que los países desarrollados no están entre los objetivos de Pascual, la compañía cree que podría tener una oportunidad en el mercado más importante del mundo, Estados Unidos. En este país, que tiene 50 millones de hispanos, podrían jugar la baza de la nostalgia, como ha explicado Meléndez. Su socio en Guatemala, Corporación Castillo Hermanos, ha adquirido la compañía estadounidense Harvest Hill Beverage Company, una de las empresas de zumo más grande, y ahí podría "haber una vía para hacer cosas". Meléndez ha explicado que le sería más fácil cumplir con los requisitos de la autoridad regulatoria de alimentos de EE UU, la FDA, entrando desde Guatemala de la mano de su socio.

Meléndez ha añadido también que en la hoja de ruta de la compañía hay "países emergentes" donde Pascual puede "contribuir en algo" como Laos, Vietnam, Jamaica, Cabo Verde, Centroamérica o el norte de África. "No hay límite, el límite lo estableceremos nosotros", ha rematado.