Transporte ferroviario
Portugal cambia de gobierno pero no de planes: su prioridad es la alta velocidad entre Oporto y Vigo y no entre Madrid y Lisboa
El Ejecutivo luso reitera que lo primero es tener para 2032 el eje atlántico
Por más que el Gobierno español insista en que para 2030, coincidiendo con la celebración del Campeonato del Mundo de fútbol, habrá una línea de alta velocidad entre Madrid y Lisboa, desde Portugal, cada vez que tienen ocasión de hacerlo, tiran por tierra estos planes. La última vez ha sido esta semana, con motivo de la XXXV Cumbre luso española que se celebró el miércoles en Faro.
Tras el encuentro de alto nivel, ambos gobiernos aseguraron que siguen avanzando en los distintos proyectos de líneas férreas. Pero mientras que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, aseguró que tiene la intención de culminar la línea de alta velocidad entre Madrid y Lisboa para 2030 y la línea Lisboa-Vigo para 2032; el primer ministro luso, Luis Montenegro, volvió a dejar claro que la prioridad de su gobierno es llevar a cabo esta última conexión, mientras que la que pasa por Extremadura es una «segunda prioridad.
Portugal reitera así una postura que lleva defendiendo desde hace años. El Gobierno del socialista Antonio Costa lanzó a finales de septiembre de 2023 el proyecto de línea férrea entre Lisboa y Oporto que arrancará sus trabajos en 2026, tendrá un coste de 11.000 millones de euros y que es, como ha reiterado Montenegro, la prioridad del país vecino.
Conexión prioritaria
Portugal ha defendido que, de acuerdo a los estudios que ha realizado, esta es la conexión entre España y Portugal con más demanda. Defiende que los pueblos que viven a ambos lados de la frontera tienen relaciones sociales, económicas y culturales más estrechas. La línea férrea también es considerada por Portugal como clave para alimentar el que considera principal aeropuerto del noroeste de la Península, el de Oporto, que, según destaca, ampliará su área de influencia gracias a la llegada de la alta velocidad.
Desde Portugal, de hecho, consideran más próxima la opción de que la conexión entre Madrid y Lisboa se concluya, como pronto, en 2034 antes que en 2030. Para empezar, porque es preciso construir un nuevo puente sobre el río Tajo para entrar en Lisboa que tardará un mínimo de nueve años en construirse y que, a día de hoy, ni siquiera está planificado.
Ante ello, desde el Gobierno español ya se trabaja para lograr acortar el tiempo de viaje entre ambas capitales pero con medios propios. La idea sería poder realizar el trayecto en 2027 en unas seis horas con independencia del modelo de tren que transite por las vías. Para ello, trabaja en la finalización de los trabajos de la línea hasta la frontera portuguesa, de la que hay construidos 150 kilómetros, y en el desembarco de Renfe en Portugal. La operadora pública se está sacando la licencia y el certificado de seguridad para poder operar en Portugal y que así se pueda disponer del tren de forma directa en 2027.
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