Entrevista

«Los senior debemos ofrecer nuestros servicios, no salir a pedir trabajo»

Tras sufrir dos despidos, Antonio Gómez de la Vega ha reunido su experiencia en un libro sobre cómo volver a trabajar pasados los 40

Antonio Gomez de la Vega
Antonio Gómez de la VegaLucrecia Diaz

Antonio Gómez de la Vega (Madrid, 1969) se ha topado dos veces en su carrera con el monstruo del paro. Logró hacerle frente la primera, con sus más y sus menos, pero la segunda, en plena pandemia y con más de 50 años, le noqueó. Hoy, más de tres años después, este directivo experto en liderazgo de equipos multiculturales ha logrado reponerse tanto que ha escrito un libro, «Cómo volver a trabajar después de los 40+» (A/O Publishing). Todo para ayudar a otros en un trance duro que a él le hizo crecer como nunca habría imaginado.

¿Qué consejo daría a alguien que acabe de ser despedido y lea estas líneas?

Lo primero que le diría es que no lo oculte y que se deje ayudar. A mí me ha pasado y, por orgullo mal entendido, traté de superarlo solo. Piensa en aquello que te gusta, en lo que se te da bien y en lo que tienes que mejorar, y ve a por ello. ¡Hacer lo que nos gusta es un generador de energía brutal! En España, más de medio millón de personas son despedidas cada año. Deberíamos normalizar hablar de ello.

Dice que la segunda vez fue peor porque no lo esperaba. ¿Qué recuerda de aquel día?

Lo recuerdo como uno de los peores de mi vida. Me habían vuelto a despedir nueve años después. Era consciente de que no estaba preparado y había cumplido 50 años... Y también lo recuerdo como el día en el que fui consciente de que tenía que cambiar muchas cosas y empecé mi transformación.

¿Qué ha aprendido?

He aprendido muchísimo. Tras mi segundo despido empecé a conocerme de verdad. ¡Qué pena no haberlo hecho antes! He aprendido que soy mucho más que mi trabajo, por importante que sea o parezca, y a decírselo al mundo. Y para ello utilizo mis RRSS. Una herramienta muy potente y a la que no podemos renunciar. También que nadie es imprescindible y que tenemos que actualizarnos, adaptarnos y aprender sin parar.

Parecía imposible el camino de vuelta a una corporación y, sin embargo, aquí está. ¿Por qué? ¿No teme un tercer susto?

Decidí volver porque soy una persona muy sociable y echaba de menos trabajar en equipo. He trabajado como consultor con éxito y he disfrutado mucho, pero pasaba demasiado tiempo solo. Por ello, cuando se cruzó en mi camino la oportunidad aposté por ello. Y respecto a lo de temer otro susto, ya no los considero sustos. Los considero retos y estoy preparado.

Marca una gran diferencia entre «pedir» trabajo y «ofrecer» sus servicios.

El libro lo escribo para ayudar a profesionales senior, que somos diferentes de los profesionales más jóvenes. Los jóvenes cuentan con formación, pero carecen de experiencia y por ello deben salir al mercado en modo «pedir trabajo», para adquirirla. Los senior tenemos «expertise» (formación más experiencia), y eso tiene un valor. Y por ello debemos salir al mercado en modo ofrecer nuestros servicios, para solucionar los problemas de nuestro empleador.

¿Es crucial contar con un coach o un «headhunter»?

Lo fundamental es pedir ayuda, y esa ayuda puede venir de distintas maneras. En mi caso, lo del coach no lo había considerado inicialmente, pero un amigo al que también habían despedido me recomendó al suyo, quien resultó ser la chispa que necesitaba para iniciar mi transformación. Fue una gran experiencia. Mi coach me hizo preguntarme cosas que nunca me había preguntado antes. Me hizo conocerme de verdad.

Dice que ahora hay una mayor demanda de seniors. ¿Están entonando las empresas el «mea culpa»?

Prefiero hablar de responsabilidades que de culpas y, en este sentido, me gustaría repartirlas entre las empresas y los profesionales. Muchas empresas se están dando cuenta de que han prescindido de mucho talento demasiado pronto. De que necesitan la experiencia y las herramientas que los senior hemos adquirido y de que los equipos intergeneracionales serán los más completos. Y nosotros nos estamos percatando de que el trabajo está cambiando y tenemos que adaptarnos, pero sin perder nuestra esencia, compromiso y resiliencia.

¿Cuál es el principal error que cometemos en las redes sociales cuando andamos sin empleo?

El de no tener una marca personal. Los profesionales senior, independientemente del puesto que ocupen, si no han cambiado mucho de trabajo, suelen aparecer como empleados de una empresa. ¿Qué ocurre cuando nos despiden y desaparece esa empresa de nuestro perfil? ¡Nos volvemos invisibles! La marca personal es aquello que nos hace únicos, diferentes de los demás y atractivos para nuestro público objetivo.

¿Qué eso de la «GIG Economy»?

Hace referencia a un nuevo modelo de trabajo, diferente al empleo tradicional, que solía ser por cuenta ajena, a tiempo completo y en exclusividad. Se trata de trabajar por cuenta propia, a tiempo parcial y para tantos empleadores como quieras o puedas. Puedes trabajar como consultor, como freelance, como autónomo, etc. Y, generalmente, se trata de proyectos de una duración tasada, en los que nos contratan para hacer una tarea determinada.

¿Por qué hemos de distinguir entre algo que nos guste hacer y algo que se nos dé bien?

Se trata de energía, como diría Einstein. Hacer aquello que se nos da bien, pero con lo que no disfrutamos, nos consume energía, mientras que hacer aquello que nos gusta nos genera energía. A lo que todo profesional debe aspirar es a conseguir hacer aquello que se le dé bien y que, además, le guste. Y para eso hay que pensar más en uno mismo durante el devenir de nuestra carrera profesional.