Emprendimiento

Formar, acelerar e invertir: así funciona Marina de Empresas

La iniciativa, apoyada por Juan Roig (dueño de Mercadona), ha recibido más de cien millones de euros de inversión para impulsar el ecosistema emprendedor en Valencia

Lanzadera podría salir de Valencia si el Ayuntamiento sigue poniendo trabas
Lanzadera podría salir de Valencia si el Ayuntamiento sigue poniendo trabasLa RazónLa Razón

EDEM, Lanzadera y Angels. La formación, la aceleración y la inversión en startups. Son los tres vértices que componen Marina de Empresas, una iniciativa impulsada y apoyada por Juan Roig y que ha situado a Valencia en el mapa del emprendimiento patrio.

La más reconocida de las tres puede ser Lanzadera, el lugar en el que startups muy incipientes acuden a las diversas convocatorias para recibir formación y asesoramiento para hacer crecer estas ideas iniciales y convertirlas en proyectos de éxito. Algunas de ellas podrán recibir la ayuda financiera de Angels, la rama de inversión. Muchas podrán quedarse en las instalaciones pasada su incubación para mantener el contacto con el resto de los emprendedores que pasan por las instalaciones. Algunas quizá provengan de EDEM, la Escuela de Empresarios con la que, por decirlo de alguna manera, empezó todo.

Formando emprendedores

Pasear por los 18.000 metros cuadrados repartidos en dos edificios de los que albergaron la Copa América de Vela en Valencia es hacerlo por un ecosistema por y para emprendedores. Entre sus pasillos puedes encontrarte con Fran Villalba, fundador de Internxt, o con María Pérez, que aunque quiso estudiar industriales en la UPV acabó en EDEM (alumna de 2º de Grado en Ingeniería y Gestión Empresarial y que está desarrollando como proyecto emprendedor un software para equipos de baloncesto) tras descubrir que no le gustaba tanto la parte técnica y sí la de gestión de empresa. «La formación no solo está enfocada en el grado, sino alrededor de las extras, como el club del emprendimiento o de bolsa», cuenta a LA RAZÓN.

EDEM nació, precisamente, para intentar dar respuestas a las necesidades de nuevos perfiles profesionales que tenían los empresarios de Valencia. Poco a poco, la escuela de negocio ha ido ampliando sus estudios y, entre los 40 programas formativos que ofrece, hay dos grados universitarios. Sus alumnos deben, como parte de esta formación, hacer prácticas todos los veranos en empresas reales, aunque algunos, como Daniel Collantes, alumno de 4º del Grado ADE de EDEM, ya tienen claro que quieren montar su propio negocio, Noirshop. Aunque cuando estudiaba bachiller se inclinaba más por medicina, un amigo «un poco friki» al que le gustaba el emprendimiento lo introdujo en las charlas de Lanzadera. «Me dije “voy a probar” y me encantó», nos reconoce. «Empecé como una empresa de broma para aprender, pero ahora dedico todo mi tiempo a mi empresa de ropa sostenible», asegura.

La incubación

Sede de Lanzadera
Sede de LanzaderaROBER SOLSONAROBER SOLSONA

Estos estudiantes de grado comparten instalaciones con los emprendedores de Lanzadera. Quienes pasan por esta experiencia deben ir, al menos, tres días a la semana a este edificio, donde no solo reciben tutorías por parte de mentores y otros profesionales, sino que comparten inquietudes, trucos y vivencias con el resto de emprendedores. Esto lleva a que muchos de ellos trasladen sus residencias a Valencia, al menos durante su etapa en Lanzadera.

«Los emprendedores muchas veces nos encontramos con un rechazo y dificultades a lo que estamos haciendo: ‘‘no se puede hacer, esto no es legal, esto es muy difícil de hacer’’…», expone Rafael del Castillo, CEO de Stocken Capital, quien a renglón seguido añade que «es venir aquí y es al revés: es un apoyo general al emprendimiento, al empresario, a generar empleo, riqueza…».

Ricardo García, CEO de Flipflow, reconoce que el paso por Lanzadera permite a empresas como la suya «profesionalizar los procesos». Algo que «hemos conseguido por estar aquí» y que se experimenta desde los primeros días de aterrizar en Lanzadera hasta el momento de poder ir a buscar financiación. «Los asesores también te preparan para eso», relata, subrayando la enorme transparencia y colaboración que se da en todo el ecosistema: entre emprendedores y entre asesores, mentores y profesores.

La inyección de capital

A la hora de buscar capital, algunas de las startups que pasan por Lanzadera recibirán apoyo financiero de Angels, un fondo de inversión en el que solo hay un socio (Juan Roig) y que solo invierte en empresas que han pasado por su incubadora.

Es el caso de José Tomás, cofundador de Imperia SCM, y de Víctor Pardo, fundador y CEO de Inespay. «Nuestro objetivo era crecer. Pero cuando lo haces con escasez de recursos, lógicamente valoras esa inversión. Si, además, sabes que detrás de Angels está un equipo como el que tienen y Juan Roig como abanderado de ese equipo, pues evidentemente te dices ‘‘no puedo pedir más’’», reflexiona Pardo, que asegura que esta inyección es «un sueño hecho realidad». Sin embargo, insiste en que la ayuda en forma de capital no fue el primer objetivo. «Que inviertan en nosotros es más bien la consecuencia de todo lo que estás haciendo a nivel de emprendimiento», asegura.

Las instalaciones de Lanzadera la Marina de Valencia
Las instalaciones de Lanzadera la Marina de ValenciaLa RazónLa Razón

Tomás, por su parte, declara que, más que inversores, se toman Angels como compañeros de viaje. «No era solo dinero lo que nos iban a aportar, sino un ecosistema, y seguir aprendiendo a corto, medio y largo plazo». En su caso, era la primera ronda de financiación que acometían. «Al final vendes una parte de tu empresa y es algo muy sentimental, por lo que teníamos que estar cómodos», explica. «Sabíamos hasta dónde podíamos ceder unos y dónde podíamos ceder unos y otros, y no tuvimos ningún problema».

Valencia y más allá

Marina de Empresas mira, sobre todo, por y para Valencia. Su origen es, precisamente, dar respuesta a las necesidades del tejido empresarial valenciano. Sin embargo, y después de una década de trabajo conjunto de los tres vértices que componen este entramado, se está convirtiendo en un polo de atracción de talento de otras ciudades.

Aunque en EDEM la mayoría de los estudiantes son de Valencia y de provincias colindantes, en Lanzadera hay cada vez más emprendedores de muchas otras zonas, como Madrid. Algo que augura que las instalaciones se podrían quedar pequeñas en breve.

Mirar al mar y crecer

Marina de Empresas se fundó en 2015 en la Marina de València. Instalada en el espacio que anteriormente ocupaban tres antiguas bases de la Copa América celebrada en la capital del Turia en 2007, cuenta con una superficie aproximada de 18.000 metros cuadrados repartidos en dos edificios separados por apenas unos metros que ahora sirven de jardines y comedores exteriores.

Ante la necesidad de ampliar espacio, en septiembre de 2021 se inauguraron unas nuevas instalaciones de Marina de Empresas situadas en el edificio King Marine, también en la Marina de València (al otro lado de la dársena), que ocupa principalmente Angels. En este último residen también algunas startups.

Más de 1.200 startups en diez años y un millón en becas cada curso

El proyecto fomenta el espíritu emprendedor para crear empleo y riqueza y «cambiar el mundo»

Todos los directivos de Marina de Empresas coinciden en que sus respectivos brazos no tendrían razón de ser sin los otros dos. «El proyecto tiene sentido conjuntamente y no cada iniciativa por separado», explica Elena Fernández, directora general de EDEM. Marina de Empresas «no es una universidad solamente, sino que además es un aceleradora y hay un vehículo de impulso de empresas».

Tras acelerar más de 1.200 startups en diez años, Marta Nogueras, directora general de Lanzadera, explica que se fijan en los emprendedores «que quieren cambiar el mundo, que aportan soluciones innovadoras, que liderarán el futuro, que crearán riqueza y empleo de calidad».

Por su parte, Pepe Peris, director general de Angels, insiste en que la inversión es «igual de importante» que el resto de componentes. «Las empresas nacen porque un hay un número uno que detecta la necesidad y sabe cómo satisfacerla. Ese líder tiene que cuidar muchísimo al cliente y crear un equipo de trabajadores y una cadena de valor con proveedores para que la sociedad quiera que existas. Cuando un líder ha creado una empresa y es capaz de satisfacer estos componentes es cuando desde Angels creemos que tiene sentido hablar de hablar de inversión», dice.

Cabe señalar que Marina de Empresas da mucha importancia a las becas que concede (un millón de euros cada año). «Es de lo que más orgullosa me siento», confiesa Hortensia Roig, presidenta de EDEM, que remarca que la escuela es una fundación. «Tratamos de fomentar el espíritu emprendedor, que es tan fundamental en esta sociedad, porque es lo que crea empleo y riqueza», sentencia.